El campo en pie de guerra

No se comercializarán granos desde mañana en todo el país

El presidente de la Sociedad Rural Argentina negó que la medida de fuerza, que durará una semana, pueda provocar desabastecimiento o movimientos en los precios. Desde el gobierno, el ministro de Agricultura le restó importancia al paro, reiteró sus críticas a la dirigencia ruralista e insistió en que está dispuesto a reanudar el diálogo.

1.jpg

Esta vez, fue el trigo el que complicó las ya tensas relaciones que había entre la dirigencia agropecuaria y el gobierno.

Foto: Archivo El Litoral

 

DyN/Télam

El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Hugo Biolcati, garantizó hoy que el cese de comercialización de granos, que se iniciará mañana y se extenderá por una semana, no provocará problemas de abastecimiento ni suba de precios en los productos.

“Hay que tranquilizar a la gente, no hay ningún riesgo de abastecimiento ni de movimiento de precios por este paro. No va a afectar en absoluto al público”, afirmó el dirigente.

Asimismo, estimó que el sistema de comercio del trigo impuesto en los últimos cinco años por el gobierno significó una transferencia de fondos a molinos y exportadores de 2.500 millones de dólares en ese lapso. En diálogo con radio El Mundo, Biolcati advirtió que, si no hay soluciones a los reclamos de los productores trigueros, continuarán las medidas de fuerza para defender los intereses del sector.

Biolcati justificó el lockout agropecuario, que comenzará mañana y se extenderá durante una semana, al argumentar que “es el quinto año que las medidas del gobierno impiden la normal comercialización de la cosecha de trigo”.

De acuerdo con el dirigente agrario, el ciclo actual alcanza a 15 millones de toneladas, de las cuales, según indicó, se necesitan solamente seis millones para abastecer el consumo del mercado interno. En este sentido, aseguró que el sistema de comercialización de asignar cupos a los exportadores “anuló la competencia” e impide la venta del trigo, lo que provoca una baja significativa en el precio que recibe el productor.

“Se han fijado cupos y cuotas entre los exportadores, se asigna la mercadería, cada uno tiene su garantía de abastecimiento y no compite con los demás; entonces, compra en la medida de sus necesidades a lo largo del año; la exportación también está restringida. Al tener la avalancha de cosecha, los productores no la pueden vender”, explicó.

El ruralista consideró que es incomprensible la “quita que se le hace al precio del productor que necesita vender”. A su vez, precisó que “al 23 por ciento del precio se lo lleva el Estado”, y agregó que “hay entre un 20 y 25 por ciento que se lo guardan los compradores”.

“Ha significado una transferencia a los compradores, que son los molinos y los exportadores, unas cuarenta compañías, que se han quedado con 2.500 millones de dólares pertenecientes a la producción en estos cinco años”, planteó. Biolcati dijo no entender “qué es lo que motiva al gobierno a favorecerlos de esta manera”.

Además, advirtió que, si no hay respuestas a los reclamos de los productores trigueros, continuarán las medidas de fuerza para defender los intereses del sector. “Si no hay soluciones, esto de alguna manera va a continuar. Nosotros vamos a luchar para defender los intereses de los productores de trigo que están siendo esquilmados”, previno, al tiempo que confesó no espera que esta semana haya un acercamiento con el gobierno.

Al respecto, comentó que “cualquier movimiento en el sentido de solucionar este problema va a ser muy bien recibido” en el sector agrario, aunque se mostró “un poco escéptico, por lo menos en estos primeros días” de protesta.

Por otra parte, sostuvo que la Sociedad Rural fomenta la participación en la vida cívica y política, pero aclaró que “no nos inclinamos por un candidato u otro porque en nuestras filas hay gente que tiene ideas políticas partidarias completamente distintas”.

La voz oficial

Por su parte, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, consideró que será “inocua” la medida de fuerza con cese de comercialización convocada para mañana por la Mesa de Enlace y advirtió que “hay un grupo minoritario que, por apego a dogmas ideológicos, atenta contra sus propios intereses.

“Abrimos la totalidad del saldo exportable, como nos habíamos comprometido con las cinco provincias trigueras, las Bolsas de Cereales -que son nacionales y representan los intereses de productores-, acopiadores, de cooperativas... Por eso no entiendo la medida de fuerza”, dijo el funcionario respecto del lockout que arrancará esta medianoche y se extenderá hasta el próximo domingo.

En ese marco, sostuvo que “lo peor es que la toman a partir de una información equivocada, diciendo que no liberamos los 3 millones de toneladas de trigo, mintiendo...”, y añadió: “Me dio pena. Creí que este escenario en la Argentina quedaba sepultado.

“Lo que provoca decepción es volver a una Argentina que creímos superada”, dijo, y afirmó que “pondré todo mi empeño para que las decisiones unilaterales no nos cambien el rumbo que iniciamos”.

En cuanto al encuentro de la semana pasada, tras el cual la Mesa de Enlace del campo decidió el paro, el ministro reflexionó: “Satanás metió la cola. Salimos diciendo: liberamos la totalidad de saldo exportable (de trigo) y, cuando terminó la reunión, dijeron: lo que dice Domínguez no es así. Está publicado en la Oncaa que estaban los saldos exportables liberados. Estos muchachos faltaron a la verdad. Fuimos absolutamente previsibles.

“Este Ministerio no va a ser parte del problema de los productores. Queremos ser parte de la solución de los problemas que los productores tienen, y reconocemos los que hay en la comercialización del trigo, por ejemplo. No somos ciegos”, agregó en una entrevista publicada hoy por el diario Tiempo Argentino.

Domínguez reiteró que “la prioridad son los pequeños y medianos productores” y explicó que, “en el trigo, la ecuación es muy sencilla: el 92 % de los productores, 27 mil de los 30 mil agricultores, produce el 50 % del trigo, es decir, 7 millones de toneladas. El otro 50 % lo produce el 8 ó 10 %, por lo cual debemos trabajar y crear los instrumentos para que esos 27 mil productores que producen el 50 % del trigo no tengan problemas en la Argentina”.

En tanto, al ser consultado sobre si en la Mesa de Enlace está primando la voz más dura, respondió: “Sí, la Sociedad Rural”.

Dogmas ideológicos

En ese sentido, el funcionario dijo que “en la Argentina hay un grupo minoritario que, por apego a dogmas ideológicos, atenta contra sus propios intereses. Nunca hubo un capitalismo en la Argentina con este nivel de crecimiento del PBI, de exportaciones, de crecimiento de saldo exportable, de hectárea sembrada, de inversión, de multiplicación de negocios...”, aseveró.

Según el ministro de Agricultura, con las entidades agropecuarias “no hay negociaciones”, ya que “hicimos lo que teníamos que hacer”.

De todas formas, aclaró que el diálogo “está vigente” y reveló: “Hablé con todas las Bolsas de Cereales, los dirigentes, y les dije: le están errando al vizcachazo en esta oportunidad”..


Binner tomó partido

El gobernador santafesino, Hermes Binner, consideró que los productores agrarios que mañana iniciarán un cese de comercialización de trigo “tienen razón” en encarar una medida de protesta, en reclamo de que el gobierno nacional abra la exportación del cereal.

“Nosotros nunca fomentamos los paros, pero en estas circunstancias tiene razón la gente del campo. Se les pidió a los productores que sembraran trigo y el trigo tiene muchos riesgos. Se recogieron 14 millones de toneladas, pero hay 9 millones para exportación que no se pueden exportar”, dijo.

Binner comentó que el gobierno nacional anunció la liberación de las exportaciones pero, finalmente, “no lo hizo”.

“Quieren plantear subsidios que hacen más oscura la realidad y no solucionan el problema. Lo mismo pasó con la carne bovina. No tenemos una política agropecuaria confiable”, comentó el mandatario.

En un reportaje publicado hoy por el diario Página/12, Binner reiteró su opinión en favor de aplicar retenciones segmentadas a la exportación de productos agrarios. Al respecto, señaló que una medida de ese tipo evita “que haya un monocultivo”, pero requiere, además, de “una reforma tributaria, en la que pague más el que más gana”.