llegan cartas

Como ciudadanos de tercera

Héctor Pittau

DNI: 13.273.706

Señores directores: Soy un padre de familia que con mucho sacrificio he podido juntar peso sobre peso para adquirir un terreno y, después, inscribirme en un plan de vivienda de la provincia. Claro que tuve que esperar 10 años para ser adjudicado. Hoy la casa es una realidad, pero no la puedo habitar, ya que no tengo el fluido eléctrico y la respuesta de la EPE es que no hay presupuesto, la obra es de tendido de 400 metros de cable preensamblado. Ésta es la fría respuesta de la EPE, que, a pesar de todo, cuando se presentó el proyecto firmó un documento de factibilidad de ampliación de la red.

Esto, como siempre, es un viejo procedimiento de los queridos dirigentes de la provincia que sólo se acuerdan de los pueblos chicos cuando se acercan las elecciones. Después, se sientan en sus mullidos sillones a preocuparse por ver cómo crecen sus activos.

¿Esto es democracia? Se olvidan estos señores que han sido puestos en esos lugares para administrar y que no son dueños. Todo el mundo se rasga las vestiduras cuando vemos en otras provincias cómo se trata a los aborígenes, arreándolos a votar como ganado; pues aquí pasa todo el tiempo, no en esos términos, sino privándonos de lo que por derecho nos corresponde. Y quede claro que no pido que me regalen nada, sino que me brinden un servicio.

Los de abajo ya nos cansamos de ser serviles a los antojos de los políticos de turno y a ellos me dirijo, porque la EPE es del Estado provincial y, si no puede el gobierno provincial manejar a sus subordinados, deberían dejar ese lugar a personas idóneas. No soy de ningún partido político; soy un laburante más que se cansó de ser manoseado por esta clase política, que es la misma cosa tanto en el orden nacional, provincial como municipal.

Cuatrocientos metros de cable no creo que represente un presupuesto que ponga en bancarrota a la EPE; si está en bancarrota es por todos los que meten la mano en la lata. Gracias.