El caso de la droga a España

Allanamientos para ver dónde se cargó el avión

Los procedimientos de ayer abarcaron los aeropuertos de Ezeiza y de Morón. Ponen la lupa sobre los mecanismos de control.

De la redacción de El Litoral

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Las oficinas del Aeropuerto Internacional de Ezeiza y del aeropuerto de Morón fueron allanadas ayer en el marco de la causa que investiga si la droga que transportaba el lujoso avión que llegó a España el 2 de enero pasado, por el que fueron detenidos tres pilotos, había sido cargada en Argentina, informaron fuentes de la investigación.

El juez en lo penal económico Alejandro Catania ordenó los allanamientos a pedido del fiscal Miguel Schamun, y los mismos fueron realizados por personal de Gendarmería Nacional.

Los allanamientos forman parte del expediente iniciado en el país a raíz del hallazgo de la cocaína en el Aeropuerto de El Prat en Barcelona, España, donde fueron detenidos los tres pilotos argentinos: los hermanos Eduardo y Gustavo Juliá y Matías Miret.

Es que los investigadores creen que la droga, valuada en el mercado europeo en unos 30 millones de euros, fue cargada en Argentina y no en Isla de Sal, en Cabo Verde, frente a las costas de África, donde el avión realizó una breve escala técnica antes de llegar a España.

Los procedimientos fueron realizados en las oficinas de la Aduana, de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), de Migraciones y de Tránsito Interno, la cual se encarga del monitoreo de las cámaras de seguridad en el Aeropuerto de Ezeiza.

Objetivo

La investigación judicial que conducen Catania y Schamun tiene la misión de dilucidar si el avión fue cargado en la Argentina.

De las tres primeras oficinas se llevaron los sellos originales que fueron estampados en la papelería de la partida del avión.

Schamun pidió que se comparen los sellos originales con los que fueron puestos en el formulario llamado “Declaración General” por el que se estableció que la bodega del avión estaba vacía.

Fuentes vinculadas con el sistema de seguridad aeroportuaria señalan que el control minucioso de las cargas le corresponde a la Aduana en tanto Migraciones y PSA tienen jurisdicción en zonas previas al despegue.

En las oficinas operativas del Aeropuerto, los funcionarios judiciales buscaron información sobre cómo se realizó el control, ya que esa repartición informa que hay aviones para despegar y ser inspeccionados. El allanamiento en Anac sirvió para saber cómo se procede técnicamente en cada uno de los pasos. En Tribunales, quieren corroborar que la línea de órdenes se cumplió y que no fueron salteados los escalones burocráticos habituales.

La investigación judicial trata, mientras espera la información que se solicitó a las autoridades en España, de determinar si los controles fueron o no exhaustivos, si los sellos en la papelería fueron verdaderos o hubo complicidad de los funcionarios locales con los que viajaron en el avión.

En tanto, en Morón otra brigada de la Gendarmería obtuvo información para determinar quiénes ingresaron al lugar donde el avión estuvo guardado. Se sospecha que allí pudo haber sido acondicionado para llevar la droga que llegó a España.

El curso de la causa

El juez Catania quiere establecer cuáles fueron los mecanismos de control que tuvo el vuelo privado desde que estaba en Morón y su paso posterior por Ezeiza, antes de su partida el 1º de enero pasado a las 20.44.

Según el plan de vuelo del lujoso jet de los Juliá, el Challenger llegó a Cabo Verde al día siguiente, hizo una escala técnica de 50 minutos y, finalmente, llegó a El Prat, donde la Policía Civil Española ya lo estaba esperando.

El 2 de enero fueron detenidos los hermanos Juliá, hijo del ex Brigadier Eduardo Juliá, y Miret, también hijo de un ex brigadier que fue funcionario durante la dictadura militar, quienes actualmente están bajo prisión provisional, dictada por la Justicia de ese país.