Ejemplo a imitar


Logró vencer al sobrepeso y hoy es triatlonista

Pesaba 180 kilos, no hacía ninguna actividad y decidió cambiar su realidad. Hoy es Iron Man.

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Carlos Alberto Martínez, exhibiendo orgulloso la medalla que lo acredita como Iron Men en Punta del Este. Foto: Pablo Aguirre

 

Luis Gudiño

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Carlos Alberto Martínez tiene 49 años y es uno de los esforzados triatletas santafesinos que compiten en los circuitos locales, nacionales e internacionales, pero este caso tiene una particularidad, que el mismo se encargó de comentar a El Litoral.

“En el año 1988 corrí mi primer triatlón, con 180 kilogramos. Luego, por problemas de la vida, de mi casa, con los hijos, a este deporte, que es caro, no pude seguirlo. Hoy soy abuelo, tengo una estabilidad, y de a poco volví a practicarlo”, indicó.

“Empecé con natación, mi base fundamental, me arrimé al grupo del profesor Horacio Pernicano, en el gimnasio Kalos y no tengo más que palabras de agradecimiento. Tanto de él como de todos mis compañeros, que tranquilamente me podrían haber discriminado, porque yo pesaba entre 150 y 160 kilos: y fue todo lo contrario, siempre me apoyaron a muerte”, agregó.

“Corrí nuevamente, ahora con 150 kg, mi primer triatlón de la laguna; lo terminé todo roto, extenuado. A partir de entonces comencé otra vida. De vivir de joda a esta realidad, donde no tomo alcohol, me alimento bien, me cuido, entreno tres o cuatro horas por día, sábados y domingos, no tengo descanso y hago lo que quiero hacer”, destacó.

De allí en más

En la continuidad de su relato, acotó: “Hago yoga, reiki y voy a la nutricionista. Hay días en que hago hasta seis horas de ciclismo; otros en que nado más de dos horas y media, más una hora y media de pedestrismo, por problemas en las rodillas que me originó el sobrepeso.

“Cuando hablé con Horacio, él me dijo: “Es muy difícil lo que vos querés hacer’, y yo le contesté: “Me vas a dejar solo’, entonces me respondió que, no, nunca, y así arrancamos. Cuatro meses de entrenamiento hasta conseguir el 5 de diciembre completar el Iron Men de Punta del Este en su primera edición”, añadió.

“Estudiamos el circuito, ya que me cuestan mucho las subidas, hoy estoy en 108 kg, y tuve lo que hay que tener para correr un Iron Men: mucho corazón y mucha cabeza”, consignó luego.

“En el futuro me gustaría ir al de Florianópolis, Brasil, en el 2012, porque ya este año no hay cupos, y sí realizaré nuevamente el de Punta del Este. Previamente, muchas competencias locales, en la zona y nacionales, como preparación”, puntualizó.

“En invierno me interné tres meses en el gimnasio, tres horas por día, y eso dio sus frutos. Fui uno de los pocos que terminó el Iron Men: no me tuvo que atender el médico, no me tuvieron que sacar la ropa, no me tuvieron que guardar la bicicleta. Hice todo solo, muy tranquilo, pensando en llegar, y cumplí los tiempos que había pautado con mi entrenador, en total, 13 horas y 49 minutos... Durísimo”.

“Realmente, me llena de orgullo”

Quien también habló con El Litoral fue el profesor Horacio Pernicano, quien conoce a la perfección la historia que hoy contamos y que desde el vamos dijo: “me llena de orgullo lo que logró Carlos y como habla él de su experiencia y sus logros”.

Después destacó: “Antes de comenzar a entrenar, yo con él tuve una charla a fondo, ya que como profesional del entrenamiento, de la actividad física, tuve que analizar un doble mensaje claro: primero, contemplar la fuerza de voluntad que él tiene, ya que se planteó un objetivo y lo logró, pero por otro lado, sus limitaciones por el sobrepeso, sus problemas de rodillas, y para hacer esta disciplina no estaba del todo bien, pero su ilusión era hacer esa prueba”.

Posteriormente, agregó: “Yo cumplí mi rol desde la preparación física; él fue quien hizo los esfuerzos principales. Le realizamos controles médicos previos, fue a una nutricionista, bajó muchísimo de peso.

Lo bueno es el mensaje a seguir, cuando uno piensa en un Iron Men, lo difícil que es el tipo de competencias, con sus limitaciones físicas, lo bueno es que depende de uno, y el se puso y finalmente llegó”.

Por último, el docente señaló: “Ahora hay que seguir mejorando en forma continua, en nivel de salud, de calidad de vida, conservar los buenos hábitos, el descanso, el asesoramiento. Lo positivo es que se puso en la cabeza que podía hacerlo, lo logró y que esta motivado para mas cosas en su vida”.