Los tambos tendrán que ser muy ingeniosos

Las reservas son el desafío 2011

La Niña pegó duro en maíces y alfalfas, por lo que habrá poco volumen de silo y con menor calidad. Los asesores deberán enfrentar el reto de sacarle el máximo provecho al alimento en un contexto de costos crecientes.

las Reservas son el desafío 2011
 

Juan Manuel Fernández

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Los tambos de la región deberán afrontar el próximo invierno con menor cantidad de reservas y de peor calidad, producto del impacto que está teniendo el fenómeno de La Niña en los cultivos. Esto los obligará a replantear dietas y ajustar estrategias para no perder producción ni rentabilidad.

La falta de humedad no sólo se nota en el aspecto de los cultivos, los metros de silo embolsado o la cantidad de rollos, sino —sobre todo— en decisiones fuera de libreto que los productores ya están tomando, como picar lotes enteros de maíz sembrado para grano o enrollar el rastrojo del trigo. También, mientras muchos temen por las siembras de alfalfa y verdeos en marzo, algunos se anticipan a la suba de precios y adelantan compras de maíz o rollos antes de llegar a la época crítica.

Con certeza, los tamberos deberán echar mano a una mayor cantidad de concentrados (granos, expeller, balanceado) y por lo tanto la relación entre costo de producción y precio de la leche también se tensará ya que hoy se necesitan más litros que el año pasado para comprar la misma cantidad de alimento.

Menos energía

El termómetro de la campaña lo tienen los contratistas. Benito Imhoff y su hermano Daniel brindan servicio de picado y embolsado en una amplia zona que abarca Santa María Norte, Las Tunas, San Jerónimo, Franck, San José, Hipatia, Esperanza y Gálvez, entre otras localidades, y están sufriendo en carne propia el arrebato de los maíces por los calores de las últimas semanas: todos los clientes los quieren ya en sus campos, razón por la cual están trabajando 24 horas en dos turnos de 12.

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Más caro. El escaso desarrollo de los maíces demanda más hectáreas para llenar una bolsa y por lo tanto encarece el alimento. Foto: Juan Manuel Fernández

Para ellos la campaña de ensilado arrancó en octubre con alfalfa, “mucho raigrás y algo de trigo”, y hace sólo dos semanas que comenzaron con el maíz. “Hay rindes muy variables: desde 5, 7 u 8 metros de bolsa por hectárea a otros de 10, depende la zona”, contó Benito. Hace un año “había rindes de 12 o 13 metros por hectárea”. La falta de humedad frenó el desarrollo de las plantas, que tienen muy poca altura, y los golpes de calor las secaron antes de que el grano llegue al punto de madurez óptimo para ensilarlo. Lo ideal es “que el grano no esté muy lechoso porque si no se hace mucho jugo en la bolsa”, precisó Imhoff.

Más al oeste, el asesor de la firma Luciano y Eugenio Toldo, Matías Boretto, relató una situación similar. En su zona, que abarca Tacural, Humberto 1º, Pte. Roca, Rafaela y Sunchales, “el calor secó hasta 3 pares de hojas y el grano no llegó a lechoso, se secó antes que madure”, por lo que “son silos que van a tener menos energía”. A su vez precisó que están embolsando un promedio de 7 metros por hectárea (contra un promedio entre campañas de 8.5), aunque hay mínimos de 3 metros y máximos de 11. Según sus observaciones “el 60% del maíz está dañado” en esa zona.

Para Boretto la comparación interanual también es llamativa. En 2010 llenaban una bolsa de 75 metros con apenas 5 hectáreas, mientras que ahora deben picar hasta 17 hectáreas. Y en cuanto a costos, mientras hace un año llenar una bolsa con maíz picado costaba alrededor de $6.500, hoy vale entre $9.000 y $11.000, ya que “los precios aumentaron un 15%”.

Poca hoja

La confección de rollos no es ajena a la seca y las producciones también son exiguas. “La planta de alfalfa no se desarrolla y florece a los 20 centímetros”, explicó Daniel Oggero, quien brinda servicios en el oeste de Castellanos, en la zona de Vila, Ramona o Cnia. Fidela, entre otras localidades. “El año pasado a esta misma época ya tenía hechos 6.000 rollos y ahora llevo apenas 1.200”, se lamentó.

El contratista explicó la causa: “en 2010 llovieron 300 milímetros menos (630 contra una media de 900) y 2011 lo arrancamos con apenas 40 milímetros en enero, mientras que en años normales pueden llover 120 a 140”. A eso —agregó— hay que sumarle temperaturas de hasta 40º. Por eso “la planta está prácticamente sin follaje” y los rollos son de mala calidad, con mucha fibra (“puro tallo”) y poca proteína.

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Puro palito. La seca retrasa el desarrollo de las alfalfas, que florecen a los 20 centímetros con poco follaje y se consiguen pocos rollos y de mala calidad. Foto: Archivo/Juan Manuel Fernández

A Raúl Heyno, en Las Colonias, le pasa lo mismo. Sus rotoenfardadoras tienen que trabajar de noche, con mayor humedad, “para que no se caiga la hoja”. Su área comprende Progreso, Grutly, Providencia, Hipatia, Sarmiento, Cululú, donde “ya tendría que tener 2.000 rollos hechos” y sin embargo apenas confeccionó 500. Las alfalfas —comentó— están dando entre 1.5 y 2 rollos por hectárea (aunque agregó que “también hay de medio”), contra los 3.5 normales para la zona. Y también hizo un par de lotes de moha con bajos rindes de 3 a 4.5 rollos por hectárea, la mitad de los 8 habituales. La situación en algunos casos es tan complicada que “hasta rastrojo de trigo enrollé”, relató asombrado, y se lamentó porque eso implica “desvestir el campo”.

Estrategia versus costos

El panorama actual prefigura un año de grandes complicaciones para el tambo. El ingeniero agrónomo Mariano Longoni, asesor de La Cabañita, establecimiento de base pastoril ubicado en Hipatia, relató que todavía no pudieron sembrar maíces de segunda ni tuvieron los rendimientos programados en los de primera. “Estamos sacando 30 toneladas de materia verde y en otros lotes 20; y lo que estamos trillando está entre 35 y 40 quintales, muy por debajo de los rindes proyectados, que eran de 70 a 80 quintales”, precisó.

En La Cabañita usan 1.500 toneladas de maíz molido al año y este año apenas cosecharán 600. “Yo creo que a partir de mitad de año vamos a tener que salir a comprar el grano afuera”, admitió el asesor, quien relató lo mismo que los contratistas: con los calores de la última semana los maíces se apuraron y “se ha perdido mucho la calidad de la hoja”. Como “el costo del silo se diluye mucho con buenos rendimientos, pero se encarece cuando rinde poco” es que la situación pega directo en el manejo financiero del planteo.

Para colmo tampoco pudieron hacer la cantidad proyectada de silo de alfalfa. “El año pasado hicimos 15 bolsas y este no tenemos ni 4”, dijo el ingeniero, y agregó que recién van por el segundo corte mientras que en la campaña pasada para esta época ya llevaban 4. “Tendremos que afinar la estrategia de uso del alimento”, anticipó, luego de comentar: “tuvimos que reajustar la dieta para poder estirar el silo”.

Lo más preocupante para Longoni es no poder sembrar el maíz de segunda “porque con el silo que estoy picando tal vez no llegue a terminar el año”.

Para Edgardo Bosser, asesor de un grupo de pequeños y medianos tamberos de San Carlos, indefectiblemente “va a haber que aumentar la participación de concentrados” para poder suplir la merma en calidad y cantidad de reservas. El problema es que, mientras “en 2010 comprabas casi 3 kilos de maíz con un litro de leche, hoy no alcanza para 2”. La ecuación es simple: la leche sigue valiendo $1.40 mientras el maíz saltó de 45/50 centavos a 73/75. La proteína también se encareció: mientras un kilo de soja valía el año pasado 85/95 centavos, hoy alcanza a $1.50.

Desde diciembre, comentó el asesor, los tamberos están haciendo “compras preventivas” de rollos y maíz porque “hay miedo de que los precios se disparen por la escasez”. Además —agregó— hay cierta incertidumbre sobre la posibilidad de sembrar alfalfas y verdeos de invierno en marzo, lo que “hace que el silo sea más importante en la dieta”.

“Va a ser difícil producir, se necesitará una buena estrategia a partir de las pariciones de febrero marzo”, afirmó el agrónomo. Se trata —explicó— de aprovechar el buen índice de preñez de 2010 que anticipa buenas pariciones para este año. “Hay que llegar al parto en buen estado corporal y optimizar al máximo la alimentación pre parto para lograr un mejor curva de lactancia que justifique el mayor costo del alimento”, detalló.

Con costos de producción que hoy superan el $1.20 por litro, la recomposición del precio será una demanda obligada de los productores. “La leche va a subir”, estimó Bosser, pero “el problema es que lo va a hacer por la escalera, mientras los costos van a ir por el ascensor”.


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Yo creo que a partir de mitad de año vamos a tener que salir a comprar el grano afuera”

Ing. Agr. Mariano Longoni

Encargado del sector agrícola del establecimiento La Cabañita



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Hay rindes de maíz muy variables: desde 5, 7 u 8 metros de bolsa por hectárea a otros de 10”

Benito Imhoff

Imhoff Hnos. Servicios de Ensilaje