Una de cal y otra de arena

Mientras Chicago está en alza, en el país hay preocupación

Los precios de referencia siguen firmes, pero en el país preocupa la continuidad del cese de comercialización dictado por la Mesa de Enlace. Las lluvias trajeron alivio en numerosas zonas bastante comprometidas por la sequía, pero aún así hacen falta nuevos aportes de humedad.

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Beneficio. Las lluvias registradas en la zona permiten que los cultivos de soja se recuperen del estrés hídrico que venían padeciendo. foto: archivo el litoral.

Leandro Gorrín

Analista de Mercados de fyo.com

Luego del envión que les aportó a los precios agrícolas la publicación del informe mensual del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda), los valores estuvieron lejos de ceder en su tendencia ascendente, esa que les permitió acumular subas de entre 45 y 65 por ciento al trigo, soja y maíz desde julio del año pasado en adelante.

El contexto macroeconómico favorable, la participación compradora que siguen teniendo los fondos de inversión en estos mercados y, por supuesto, una oferta de granos y oleaginosas que comenzó a trastabillar en varios lugares del mundo, abonaron aún más este comportamiento de las cotizaciones.

La vorágine compradora de China no ha dado signos de relajamiento, más aún teniendo en cuenta que durante la visita de su presidente a los Estados Unidos en los últimos días acordó la adquisición de más de dos millones de toneladas de poroto de la próxima campaña. Tampoco cesaron las importaciones desde países del norte africano, cuyos gobiernos se vieron obligados a comprar grandes volúmenes, especialmente de trigo, para recomponer sus reservas y abastecer la demanda doméstica ante la crisis social provocada por el aumento del precio de los alimentos.

Así las cosas, parece ser que la escalada sólo terminará cuando empiece a ceder la presión sobre los ajustados stocks estadounidenses, lo cual está claro que no se logrará con una expansión de la oferta sobre todo si La Niña continúa afectando la evolución de los cultivos sudamericanos; o si el exceso de humedad recorta la cosecha australiana de trigo, por citar solo algunos ejemplos.

La idea entre los operadores es que la situación seguirá por la senda alcista hasta tanto comiencen a observarse reacciones negativas por el lado de la demanda.

Mientras esto sucede, en nuestro país tiene lugar un cese en la comercialización de granos a modo de reclamo por las distorsiones que genera en los valores internos la persistente intervención gubernamental. La imposibilidad de vender el trigo sin trabas colmó la paciencia de los productores, más aún cuando el cereal podría darles un buen respiro financiero previo a una cosecha gruesa que vendría con mermas sustanciales en los rindes presupuestados.

Las lluvias registradas durante la semana que pasó, trajeron alivio en numerosas zonas bastante comprometidas por la sequía, pero aún así hacen falta nuevos aportes de humedad para paliar esa situación. A esto se suma la preocupación por un posible agravamiento del conflicto con el gobierno que repita lo acontecido en 2008. En aquel momento, los precios tocaron sus máximos históricos, durante el paro desatado tras la resolución 125, pero los productores no pudieron aprovecharlos ante la imposibilidad de comerciar su mercadería.