PABLO ZIEGLER

El tango, “distinto a todo”

De regreso en nuestro país, un año después de su última visita, el reconocido pianista que integró el quinteto de Ástor Piazzolla habló del género que lo apasiona y al que se dedica con éxito en Norteamérica.

De la redacción de El Litoral

Télam

El músico y compositor argentino Pablo Ziegler, que entre 1978 y 1989 integró el quinteto de Ástor Piazzolla, regresó recientemente a nuestro país para brindar un concierto. Con más de 15 años radicado en los Estados Unidos, desde donde exhibe las posibilidades estéticas del tango, consideró que la música ciudadana “llama la atención porque es muy especial y muy distinta a todo”.

El pianista, de 66 años, se presentó en el Centro Cultural Torquato Tasso de Buenos Aires, en el marco del VII Festival de Tango generado por ese espacio porteño. Allí mostró algunas de las obras que componen “Bajo Cero”, la placa ganadora como Mejor Álbum de Tango en la sexta entrega lo de los Premios Grammy Latinos, en 2005.

En una entrevista concedida a la agencia Télam días antes del show, aseguró que aprendió de Piazzolla “a desarrollar un lenguaje de la improvisación a partir de la música nuestra”; y expresó que “el tango tiene un lenguaje propio que no tiene absolutamente nada que ver con el resto de la música latinoamericana y que sorprende hasta a los mismos jazzeros en los festivales de jazz en los que participo”.

Impronta rioplatense

Ziegler realiza residencias en universidades norteamericanas y europeas donde enseña las claves del tango, que a sus ojos traduce como “una música bien urbana con una cosa propia y bien diferenciada. No es que se pueda abordar metiendo un blues arriba del tango”.

A un año de su último show en Buenos Aires, el pianista reconoció que “añoro mucho, el origen siempre tira. Siempre es un placer poder volver a mi lugar aunque también debo decir que, por suerte, mi carrera pudo desarrollarse desde Nueva York”. Contó que desde allí pudo compartir escenarios y registros con la cantante italiana Milva, el vibrafonista norteamericano Gary Burton y el vientista cubano radicado en Estados Unidos Paquito D’Rivera.

Sin misterios, consignó que “en Estados Unidos el movimiento artístico es inmenso, un fenómeno que se da gracias a la cantidad de sponsors que disfrutan de la desregulación impositiva”. De las actividades que desarrolla en Norteamérica resaltó el ofrecimiento para trabajar como productor artístico de Sony Classic (apartado de música académica del sello multinacional) que lo llevó a generar una placa para el reconocido barítono Erwin Schrott. “Odio a los cantantes líricos tratando de hacer lo popular, pero este desafío me resultó una grata sorpresa por cómo manejó su voz para hacer la música nuestra, quizá porque Erwin es uruguayo y tiene una impronta rioplatense admirable”, subrayó.

Sobre el repertorio que le hizo asumir al cantante, detalló que “hay tangos de Ástor —”Oblivion’, “Años de soledad’, “Chiquilín de Bachín’— y otros míos —”Milonga en el viento’ con letra de Eladia Blázquez y “Rojo Tango’ con letra de Oscar Balducci y otras músicas—”.

Otros de los temas presentes en el cancionero son obras de los brasileños Egberto Gismonti y Dorival Caymmi y, también, “Gracias a la vida” de la chilena Violeta Parra, y “Alfonsina y el mar” de Ariel Ramírez y Félix Luna, que conforman lo que vaticinó como “un trabajo que va a generar alguna sorpresa en el mundo de la ópera”.