El 2-1 fue importante

El buen triunfo ante Newell’s inyectó más optimismo y solidez

Indudablemente, el amistoso del viernes en Rosario fue una excelente medida de cara a la competencia oficial.

Alberto Sánchez

(Enviado especial a Rosario)

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El mismo Fernando Gamboa lo manifestó en una extensa charla brindada en el Roque Otrino luego de la fácil y lógica victoria sabalera contra el conjunto alternativo de Atlético Rafaela por 3 a 0 el martes en el Brigadier López: “Al partido contra Newell’s lo tomaremos como otra prueba, seguramente más exigente, por lo que significa Newell’s”.

Sabemos que el equipo rosarino siempre está obligado a ganar, aunque sea un encuentro preparatorio. Lo señalaban los hinchas “leprosos” que se hicieron presentes en el estadio Marcelo Bielsa, que luego de aplaudir al “Pulga” Rodríguez cuando abrió el marcador, maldijeron (léase putearon) a Roberto Sensini durante todo el complemento, cuando sus dirigidos ya perdían 2-1 por “culpa” del “Bichi” Fuertes y Germán Cano, autores de los goles rojinegros santafesinos en los últimos diez minutos de la primera parte.

Quizás como una buena estrategia, los únicos momentos en los cuales no lo insultaban fueron cuando Claudio Bieler, la nueva incorporación rosarina, pasaba delante de los simpatizantes realizando diferentes movimientos junto al preparador físico, y de paso, el ex delantero de Colón escuchaba algunos gritos implorándole los necesarios goles.

La realidad de Colón es muy similar, si el cotejo se hubiese llevado a cabo en el Centenario y hubiera sido derrota del local, la gente hubiese manifestado su descontento, máxime teniendo en cuenta los resultados en Mar del Plata, que si bien fueron minimizados por la mayoría, al técnico y sus colaboradores lo dejaron algo preocupados, no tanto los mascadores en sí, sino el rendimiento colectivo mostrado.

Pero frente a Newell’s, el viernes, y siendo el último ensayo previo al debut en el Clausura ante Quilmes, la cosa cambió por completo, porque el adversario de turno es de mayor nivel. Fue una prueba, es cierto, pero indudablemente mucho más seria, como lo había anticipado el “Negro” Gamboa, hijo dilecto de la “Lepra”.

Inyección óptima

Lo cierto es que Colón mostró mucho más aplomo a lo largo de los 80 minutos jugados, aún cuando se encontraba 1-0 abajo. Siempre supo a qué quería jugar, algo totalmente distinto a lo que había realizado contra Aldosivi y Olimpo en “La Feliz”.

Sin detallar rendimientos individuales, que por supuesto son importantes, lo fundamental para el entrenador sabalero seguramente fue observar que su equipo impuso el ritmo de juego, aún sin poseer el balón, ya que no es absolutamente necesario disponer de él para manejar los tiempos de un partido.

Si los resultados no “preocuparon” cuando se perdió en Mar del Plata, tal vez para la plantilla rojinegra de nuestra ciudad, el buen triunfo ante Newell’s no sea considerado un parámetro demasiado valedero para el futuro, no obstante, ha inyectado un real y bienvenido optimismo en el plantel, como así también solidez en la idea que pregonan los dirigentes.

Hablando de solidez, sólo un error se repitió un par de veces contra Newell’s, y que terminó en el gol local uno de ellos. A la defensa colonista le duele los pelotazos “llovidos” a espaldas de los tres centrales que la conforman, algo para corregir por Fernando Gamboa, quién más que el “Negro”, para hacerlo, ¿no?