Robo en una agencia de quiniela

Dos ladrones en bicicleta se llevaron 20.000 pesos

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La agencia asaltada ayer en calle Quintana 3393. Foto: Pablo Aguirre

Los delincuentes aterrorizaron a las víctimas. Temblaban, gritaban y las encañonaban con armas de fuego.

 
Redacción de El Litoral

Dos delincuentes armados que se conducían en bicicleta irrumpieron en la agencia de quiniela “La Ganadora” y tras reducir a los presentes mediante amenazas de armas de muerte -empuñaban sendos revólveres- se hicieron de un botín cercano a los veinte mil pesos.

El golpe se registró ayer cercano el mediodía momentos antes que el dueño del establecimiento ubicado en calle Quintana 3393 se dirigiera a depositar el dinero recaudado como lo hace habitualmente, en la sucursal Barranquitas del Banco Santa Fe.

Marisa, esposa del agenciero, dijo que ella atendía el mostrador al momento del asalto y que a su entender los delincuentes no buscaban esa suma de dinero, sino la plata de los clientes o teléfonos celulares y alhajas, “cualquier cosa de valor”.

“Uno quedó en la puerta para apuntar a los tres clientes. Estaba muy excitado, gritaba, temblaba y les pedía la plata. El otro avanzó hacia el mostrador donde yo estaba junto a mi mamá. Ese también temblaba entero, gritaba y me exigía que le diera “todo el oro’”.

“Le estaba explicando que no tenía nada de oro, ni pulsera, ni cadena, ni medalla, cuando uno de mis perritos se acercó a él. Entonces lo apuntó con el revólver y me dijo “Sacálo o lo quemo’”.

“Así que fue cuando me agaché para levantar al perro que el bajó la vista y vio el sobre de papel madera que estaba detrás del mostrador. El sobre tenía el dinero que mi esposo vendría a retirar para hacer el depósito del día”.

Marisa dijo que cuando desde la calle alguien advirtió la inminencia de una acción delictiva contra la agencia, llamó al Comando, pero así y todo los delincuentes actuaron tan rápidamente que cuando la policía llegó ellos ya se habían retirado. Una persona los siguió en la retirada los perdió de vista en San Lorenzo y Goyena. Los delincuentes se internaron en las calles del barrio Los Hornos.

Marisa agregó que aparte de la pérdida del dinero sufrieron un momento terrible porque los malvivientes se mostraron totalmente descontrolados. En ese estado todos temieron que se escapara un tiro. “El nerviosismo fue tal -dijo la mujer-, que después que se fue la policía tuvimos que llamar médico y enfermera porque mi mamá se descompuso”.