Esto es un spam

Como si no fuera suficiente lidiar con la basura real y concreta, la de todos los días, ahora uno debe encarar la basura tecnológica, y hacer asquerosidades como “remover la papelera”. A mí me preocupa el destino final de toda esa basura. Pueden, desde luego, eliminar esta nota.

TEXTOS.NÉSTOR FENOGLIO. [email protected]. DIBUJO. LUIS DLUGOSZEWSKI. [email protected]

Sin ir más lejos, hoy mismo, en la casilla de mi mail laboral (porque todo el mundo tiene otras cuentas de mail, varias, más las redes sociales: todo el día abriendo mensajes para ver si desde el universo viene algo a nuestras pobres y atribuladas vidas...), donde ingresan unos doscientos correos, más de la mitad de ellos son “basura”, “spam”, correos en cadena, propaganda de algo, cosas descartables sin miramientos. Lleva tiempo hacer eso, pero hay que hacerlo para detectar en el medio los diez o veinte mensajes reales, verdaderos y útiles.

Dos o tres invitaciones a considerar o reconsiderar el tamaño de mi pene, otros tantos para mejorar su performance o solucionar problemas sexuales específicos (más precoz será tu abuela), otros tantos para ofrecerme Viagra y otros tanto para mostrarme una chica imperdible en Oagadugu, si es que justo ando por allí este fin de semana, conforman el paquete sexual que va a la papelera.

Luego está el grupo de los mensajes tramposos relacionados con la economía. Mirá que justo a mí me va a escribir Mirna Kachundus, de un principado más o menos asiático o africano, para pedirme mi cuenta bancaria -no se hubieran tomado ese trabajo: no hay nada allí- en la cual depositarán no sé cuántas rupias, libras, yenes o algo así porque ella debe liberar fondos de su país oprimido.

Uno piensa que si alguien genera mensajes así es porque alguien también los cree o responde... En esa línea están los pseudo bancos que tienen livramentos en mi contra (a mí me pone loco eso), o que requieren la actualización on line de mis datos o vienen esos correos que -por fin- me juran que fui el único afortunado en ganar en la lotería un millón de dólares que, a fin de cuentas, no es tanta plata...

Está el rubro de los cursos de lo que fuera, los CD que te enseñan hasta lo más inverosímil, los que pretenden venderte los álbumes de los Beatles o de Roque Arándano -un cantante fabuloso que nadie conoce pero que vos tenés la oportunidad de disfrutar por módicos sesenta mangos: no seas tan rata y aceptá-; los que quieren que aprenda a hacer un telescopio o a armar mi propia huerta...

Está el paquete religioso y el médico, desde el que te augura catástrofes o éxitos inmediatos si reenviás o no el santito de turno; hasta el que te dice que Dios fue demasiado amable con él justo hasta el momento en que su hijita padeciera tal o cual enfermedad.

Y están los productos, todos los productos, desde el último chiche tecnológico hasta el viaje a las islas somorgujas que quedan en la conchilaló, pero son hermosas y económicas en baja temporada, es decir, cuando justo por ahí pasa el huracán fulanita o hay una camada nueva de tiburones antropófagos.

Yo saco la basura de casa a las diez de la noche, clasifico y todo eso y luego viene el señor empleado de la basura y se lleva todo y luego aterriza el material en un relleno sanitario. ¿Dónde se amontona la basura electrónica, el spam, el correo no deseado y eliminado de un impiadoso dedazo?

Desconfío del papelito que vuela hacia un cesto, o “papelera de reciclaje”, que es un primer mecanismo de almacenaje aunque no de exterminio total de la basura. Luego uno vacía la papelera y, nuevamente, ¿dónde corno va todo eso y los todoesos de todoelmundo...?

Me abruma pensar que a un metro o cien o mil de nuestras cabezas andan por el espacio, por el “éter” todos esos correos eliminados a las vueltas generando una suerte de chatarra virtual -una mezcla de cuerpo desnudos, palabras, falsos énfasis y paisajes pintados- que reíte de la capa de ozono. Ahora mismo me entró una especie de responsabilidad y de miedo por el destino final de cada correo que elimino. Me siento una basura y debo advertir a todos sobre esta cuestión. Ya mismo preparo un mail masivo y se los mando.

Esto es un spam