Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton

Todo listo para la boda real

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La pareja se mudará a una casa campestre de Harewood Park, en el condado de Herefordshire, propiedad del príncipe Carlos. Foto: EFE.

Los novios reales tendrán mil novecientos invitados. La ceremonia será a las 11 del 29 de abril y, tras la boda, la pareja se instalará en una residencia campestre valuada en siete millones y medio de euros.

 

De la redacción de El Litoral

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El 29 de abril, la Abadía de Westminster de Londres habrá albergado el enlace entre Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton.

La comitiva real llegará unos minutos antes de las 11 de la mañana. Asistirán todas las casas reales, familiares y amigos, entre ellos David y Victoria Beckham. No así Sarah Ferguson, ex mujer de Andrés de Inglaterra tras sus últimos escándalos. Guillermo, muy vinculado a las obras sociales -tal como su madre, la fallecida Princesa Diana-, quiere que ochenta personas de organizaciones sociales lo acompañen, entre ellos personas sin hogar y miembros del Royal Marsden Hospital del que lady Di fue mecenas. En total, serán unos mil novecientos los invitados a la boda real.

La posterior celebración será mucho más restringida. La comida, ofrecida por la reina Isabel, será en Buckingham Palace para seiscientas personas. Por la noche el padre del novio, el príncipe Carlos, será el anfitrión de una cena y baile donde sólo estarán presentes trescientos invitados.

Recién casados

Luego de la boda, Guillermo de Inglaterra y Catherine Middleton vivirán en el norte de Gales: vivirán sus primeros años de matrimonio en la romántica isla de Anglesey, donde hace ya más de medio año la pareja se instaló provisionalmente en una casa de fachada blanca de alquiler, con el fin de estar juntos y de que el Príncipe pudiera seguir atendiendo sus obligaciones en el ejército, ya que se encuentra muy cerca de RAF Valley, donde el heredero del Heredero está destinado como piloto de helicóptero de búsqueda y rescate.

Su hogar conyugal cuando no se encuentren en Gales será una casa de campo propiedad del príncipe Carlos, que se encuentra en Harewood Park, en el condado de Herefordshire. La residencia, completamente restaurada y equipada con la última tecnología ecológica, consta de dos pisos y cuenta con un gran comedor, seis dormitorios, cinco baños y un vestidor. Como la mayoría de las fincas campestres inglesas, el complejo -valorado en siete millones y medio de euros- cuenta con capilla propia, establos, una granja, un invernadero y un enorme jardín.

Como dos vecinos

La nueva vida de Catherine Middleton en esta pequeña ciudad costera se encuentra a años luz de la acostumbrada por la joven en Chelsea, el barrio más chic, elegante y elitista de la capital inglesa. Ha renunciado a las exclusivas firmas de moda, las fiestas de sociedad y las grandes avenidas por pequeños comercios, una reducida oferta de ocio y sus angostas calles. Sin embargo, todo parece indicar que la pareja se ha adaptado rápidamente, parece que al príncipe Guillermo y la futura princesa no les costará vivir unos años alejados de la agitación londinense sino que disfrutan al máximo de su privacidad en Harewood Park, donde hacen vida de pareja como dos vecinos más.

Ya se los ha visto acudiendo al supermercado de Holyhead, la ciudad más cercana a la RAF Valley, para realizar la compra semanal y como cualquier pareja de enamorados llenando el carrito de productos de uso diario. Una imagen que se convertirá en algo habitual durante los próximos años.

La vida palaciega deberá esperar, pero no les faltará oferta cuando llegue el momento de decidir palacio. Unos apuntan que dispondrán un apartamento en Clarence House (Londres), domicilio actual del príncipe Carlos y la Duquesa de Cornualles; otros que se mudarán al palacio de Kensington, antigua residencia de la princesa Diana, y hay quienes aseguran que la reina Isabel ha ofrecido a su nieto y a su prometida la posibilidad de vivir con ella en el palacio de Buckingham. De aceptar el ofrecimiento, los recién casados coincidirían con la Reina y el Duque de Edimburgo de lunes a jueves, pero los fines de semana serían sus únicos inquilinos. No parece probable esta opción, ya que “el príncipe Guillermo está decidido a hacer vida normal tras su boda”, en su caso algunos apuestan por un apartamento en el palacio de St. James. Casado, casa quiere y los novios reales tendrán donde elegir.

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La Casa Real inglesa cursó mil novecientas invitaciones a la boda. Foto: EFE