Grupo Extensión 1

“Ifigenia en” entre ficción y realidad

1.jpg

Los integrantes del Grupo Extensión 1 son los hacedores de una propuesta teatral de sólidos resultados.

Foto: Gentileza producción

Roberto Schneider

El criterio de realidad no está contrapuesto al de ficción. Lo que comúnmente se denomina como real también es una forma de ficción, porque allí se ponen en juego códigos, mandatos y roles que son representados. La realidad no es más que la más reputada de todas las ficciones. Además, como el sueño, la ficción conlleva las claves más profundas de cómo somos. Un sueño nunca miente y es mucho más revelador que el pensamiento o la razón. Las ficciones llevadas al teatro o al cine son una manera de compartir un viaje. En el caso de una obra de teatro, donde los actores están presentes, es una experiencia colectiva de mucho impacto que posibilita, también, una experiencia privada, única e intransferible, porque cada espectador le dará una interpretación diferente en función de su subjetividad. Todo esto y mucho más puede percibirse cuando se asiste a una función de “Ifigenia en”, de la joven dramaturga argentina Agustina Gatto, con dirección de Mariano Dufour.

La inauguración de un nuevo espacio teatral es siempre bienvenida. Sobre todo cuando su apertura se realiza con un buen espectáculo. Estudio Rouge -ubicado en pleno este de barrio Candioti- es una salita preciosa, muy bien equipada, con una capacidad máxima limitada y un espacio escénico que puede albergar puestas de características especiales. Y algo muy importante: está climatizada.

Antes del estreno, los hacedores de la propuesta sostuvieron que el texto de Agustina Gatto logra actualizar la historia familiar de dos hermanos (Orestes y Electra) separados por su madre (Clitemnestra), que vuelven a encontrarse después de mucho tiempo. El desértico regreso de El Forastero que llega a la casa familiar junto a un amigo, se transforma en la posibilidad de ayudar a su hermana a realizar su ansiado proyecto: un video-documental autobiográfico en tiempo real. La documentalista está obsesionada con encontrar la verdad de su familia y conocer su pasado, escudada con una cámara en la mano y su discurso. Junto con su hermano, busca encajar en su rompecabezas incompleto, a una madre que le confiesa que nunca la amó.

Gatto estructura códigos de plena teatralidad que Dufour potencia con su trabajo de dirección. Desde el inicio de la puesta en escena, con la delirante secuencia del cantante mexicano y su acompañante, se ofrecen claves y códigos para desentrañar, sin desdeñar el humor. Corrosivo, lacerante. “Ifigenia en” también habla de vínculos afectivos, de la tolerancia en las relaciones, del arte de vivir, del derecho a decir la verdad a alguien que uno ama, del conflicto moral que esto genera. La totalidad también apunta a desentrañar otras cuestiones que hacen a nuestra naturaleza, a cómo somos. Se habla de la realidad y de la ficción, de cómo estamos presos de nuestra subjetividad, para bien o para mal.

El soporte más fuerte del espectáculo está en las actuaciones. María José Percara obtiene excelentes resultados en la composición del rol de la madre. La actriz construye su personaje sobre la base de una entrega sin artilugios, con mucho de verdad teatral. Varinia Zelko dejó de ser la promesa del teatro joven santafesino para erguirse en una de las actrices más completas. Su belleza conmueve y suma cuerpo y voz intensos, para concretar una labor de muy buenos resultados. Mariano Dufour también suma calidad a partir de un rol de difíciles características y Mauricio Vilche tiene aciertos de valor. Los recursos técnicos son un buen soporte -como las proyecciones de Emiliano Hynes- para una totalidad estructurada con un cuidado manejo del diálogo y con psicologías muy definidas, de tal modo que puedan modificarse, perturbarse, dañarse y amarse entre sí sin la menor piedad.

“Ifigenia en” es un espectáculo del joven teatro santafesino. Su público quizás lo sea y es probable que disfruten más de los nuevos códigos que la propuesta contiene. La verdad rotunda es que Dufour conduce a su grupo por un camino de sólido andamiaje, con brillantes resultados.