ESTE VIERNES EN EL FORO

Un silencio que sucede

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En “El silencio que nos sucederá” el espacio urbano se tiñe de situaciones absurdas. El espectáculo abre la programación formal de 2011.

Foto: GENTILEZA PRODUCCIÓN

DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL

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La Secretaría de Cultura de la UNL comienza nuevamente con las actividades teatrales del Foro Cultural, a partir de este viernes. Se presentará la obra dirigida por Mariano Dufour, “El silencio que nos sucederá”. La invitación es en la Sala Maggi, a partir de las 22, y las entradas tienen un costo de 20 pesos y 15 con descuento.

Dufour propone una historia que nos acerca al fin de semana de una familia que debe integrar a un visitante, perdido o abandonado, Johana. En esta casa, urge decir algo (para que el silencio no los nombre, no les hable de lo perdido, casi como una ausencia): para ello sus habitantes escriben, deciden olvidar o se abandonan a la inercia de la vida, diferentes formas de pasar el tiempo.

HISTORIA

La madre, a partir de una broma terminada en una violación por parte de unos muchachos del barrio, tiene una hija con una discapacidad, de la cual se separa y es separada hasta este fin de semana. Ella no recuerda mucho porque tiene una disminución visual. Su historia la constituye un mundo sonoro y bultos en el espacio incierto, casi como la protagonista de una telenovela de los ochenta.

En esta casa, antes de la llegada de Johana, ya había una joven, Rocío, la hermanastra y proyecto de cineasta que ensaya posibles finales de un corto sobre los modos de existencia de un gallinero rudimentario. Mientras tanto, escribir para cine es, para ella, un modo de evitar la fractura psíquica, de crear otra realidad que la ampare de ella misma. Hay un papá, el de Rocío, Rubén, quien pierde el arma reglamentaria y con ello la oportunidad de usarla de cualquiera de ellos. En estas condiciones iniciales, de gran inestabilidad, cualquier fluctuación por simple que sea hace imposible la previsión de un estado final.

En “El silencio que nos sucederá” el espacio urbano se tiñe de situaciones absurdas con animales de granja y los descampados de Monte Vera, recuerdos del pasado que no dejan de suceder, guiones cinematográficos, la dulzura de la telenovela de Grecia Colmenares y el desamparo a través del desopilante itinerario de las relaciones padre, madre, hijas, hermanastras, padrastros. Pero, ¿quién es el padre de Johana?, ¿quién ama a Johana? Johana es un peluche.