“El último cuaderno”

Obra póstuma reúne textos de Saramago

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El escritor supo aunar su vocación literaria con su faceta de hombre comprometido que nunca dejó de denunciar injusticias. Foto: DPA

 

Son cerca de cien trabajos que el autor escribió en su blog hasta 16 días antes de su muerte.

 

De la redacción de El Litoral

Bajo el título “El último cuaderno”, llegó a las librerías un libro que reúne cerca de cien textos que el escritor portugués José Saramago escribió en su blog desde el 23 de mayo de 2009 hasta el 2 de junio de 2010, 16 días antes de su muerte.

“El viaje no termina jamás. Sólo los viajeros terminan. Y también ellos pueden subsistir en memoria, en recuerdo, en narración... El objetivo de un viaje es sólo el inicio de otro viaje”, aseguró alguna vez el autor de “La muerte de Ricardo Reis”, que a pesar de su ausencia física reaparece ahora en este puñado de escritos que reflejan sus afinidades y fobias.

Creador de uno de los universos literarios más personales y sólidos del siglo XX y merecedor del Premio Nobel de Literatura en 1998, Saramago supo aunar su vocación de escritor con su faceta de hombre comprometido que nunca dejó de denunciar las injusticias que veía a su alrededor o de pronunciarse sobre los conflictos políticos de su tiempo.

“El último cuaderno”, la flamante obra póstuma publicada por Alfaguara, incluye comentarios de actualidad, reflexiones sobre cine y literatura, relatos de viajes y notas sobre autores que ilustran la “práctica de la indignación cotidiana”, como define el italiano Umberto Eco en el prólogo.

La última entrada de blog sólo tiene dos palabras “Obrigado, Mankell” (“Gracias, Mankell”), sobre la flotilla de ayuda a Palestina que fue atacada por el Ejército israelí y en la que viajaba el escritor sueco Henning Mankell.

Elogio de la honestidad

Eco destaca en el prólogo del libro que, en su crítica moral y social, Saramago “no se toma los problemas a pecho sino que los trata poéticamente, de una manera fantástica y alegórica”.

Además, elogia la honestidad del portugués que “no hace cumplidos, dice las cosas a la cara” incluso en temas tan controvertidos como la política del gobierno de Israel, el sentimiento anticristiano y lo absurdo de las religiones.

Tras la publicación de “El viaje del elefante” (2008), “Caín”, “El cuaderno” (2009) y “Saramago en sus palabras” (2010), este volumen vuelve a mostrar a Saramago como un pensador “incisivo” que pone toda su ironía y precisión al servicio de su prosa.

En las páginas de su último cuaderno, el escritor refleja sus pasiones y sus fobias, ya sea recordando a sus numerosos amigos, denunciando la injusticia o censurando la actitud de personajes como el primer ministro italiano Silvio Berlusconi.

“No es un libro de circunstancias, es la despedida de un ser humano excepcional que abrió los ojos de muchos, un regalo inesperado que nos hace ocho meses después de su muerte”, aseguró Pilar del Río, viuda de Saramago, durante la reciente presentación del libro en Barcelona.

En aquella oportunidad, Del Río adelantó que el 18 de marzo, a nueve meses del deceso del escritor, se abrirá al público la casa de Lanzarote, en las islas Canarias, donde el autor de “Ensayo sobre la ceguera” y “La caverna” instaló su residencia en 1993.

Aunque él nunca dio su autorización o habló de esa posibilidad, su compañera y traductora considera que si “se desnudó en sus libros”, es posible igualmente abrir su casa y mostrar a sus lectores la mesa en la que escribía, donde leía o su biblioteca.

Por otra parte, la viuda de Saramago está trabajando en la edición de una novela inédita, que se titulará “Alabardas, alabardas, espingardas, espingardas”, aunque poco ha podido avanzar, porque tiene que conocer exactamente lo que dejó escrito sobre esta obra.

Hijo y nieto de campesinos, Saramago nació en 1922 en la pequeña aldea de Azinhaga y publicó su primera novela en 1947, “Tierra de pecado”, pero el reconocimiento mundial no le llegó hasta los 60 años, con “Memorial del convento”.