Colón fue goleado por Racing en Santa Fe

El estadio mejora y el equipo empeora

El estadio mejora y el equipo empeora
 

Servido en bandeja Racing, 6 años después. La Academia no festejaba en el Cementerio de los Elefantes desde el año 2005, cuando ganó 2-0 con goles del “Mago” Capria y el “Pipa” Estévez. Ayer, con el 4-0 logró romper el embrujo en el Brigadier López. De fondo, la nueva bandeja norte. Foto: Mauricio Garín

Gamboa dijo tener fuerzas para salir adelante y el partido del sábado con All Boys en Floresta será determinante para su continuidad.

 

Darío Pignata

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Se disfruta desde arriba, a la vista, un estadio cada vez más lindo en Colón de cara a la Copa América 2011. Se sufre, allá abajo en el verde césped, un equipo que se achica cada vez más con su propuesta de juego. Porque está claro que el estadio mejora casi al mismo tiempo que el equipo empeora. Es cierto que no jugó nunca bien a la pelota en cinco fechas, pero el peor pecado de este ciclo es tirar la chata de local, en casa, ayer otra vez con un estadio repleto que hacía cálculos: “Cualquiera le gana a cualquiera, perdió Estudiantes y si le ganamos a Racing, podemos quedar punteros”. Ningún punto y siete goles en el Brigadier López volvieron a dejar al entrenador en un callejón sin salida, aunque con un atajo llamado All Boys en seis días.

El 50 por ciento de los puntos en su ciclo no logran contener los reclamos por la falta de juego asociado para atacar y por el desequilibrio defensivo: nueve goles en tres partidos. O diez en cinco fechas, lo que lo transforman hoy en el equipo más goleado del fútbol argentino. “Somos vulnerables”, dijo el arquero Diego Pozo sin pelos en la lengua.

La actuación maradoniana de Esteban Oscar Fuertes hace una semana en Mendoza pareció darle un poco de oxígeno a un equipo que viene entubado, con un doctor que tiene un diagnóstico exacto pero no logra acertar con los medicamentos que le cambia sistemáticamente al paciente. Entonces, se sabe, no hay cuerpo que resista ante tanto empastillamiento innecesario.

Particularmente estaba convencido que sería costoso reemplazar a Antonio Mohamed después de una continuidad en la idea futbolística durante dos años y medio en el fútbol de Colón. Lo que no pensaba es que sería tan traumático. Porque hoy la crisis sabalera es una mezcla de sensaciones: Gamboa tiene su cuota de responsabilidad pero la gente viene vacía de fútbol desde hace un año y pico. La frase futbolera más habitual sería “además, Gamboa no tiene chapa”. En este punto hay que tener cuidado y saber hacia dónde camina el fútbol argentino. Porque es el momento exacto de la renovación en la camada de entrenadores. ¿Qué experiencia y/o chapa tiene Berizzo para dirigir a Estudiantes, Schurrer a Lanús, Méndez a Banfield, Pompei a Huracán, Arruabarrena en Tigre, Da Silva con Godoy Cruz o Sensini a Newell’s?

Sacando Russo, Ramón Díaz, Cappa y Falcioni, la llamada camada vieja está en extinción. En una línea intermedia quedan Alfaro, Troglio, Mohamed y Caruso. Hago la excepción de Romero (All Boys) y De Felipe (Olimpo) porque creo que, viniendo de la “B”, en parte fueron premiados por ascender.

Conclusión: la mayoría está haciendo camino al andar, como pasa con Fernando Gamboa en Colón. Digo esto porque en los pasillos sabaleros daba vueltas ayer el nombre de Diego Cagna y es uno más de la misma nueva camada. Por algo los dirigentes pensaron, cuando se fue Mohamed, en Gallego y el no del “Tolo” llegó antes que la pregunta.

Analizar el 0-4, que por momentos se decoró con “toqueteo” de Racing, no resiste el menor análisis. A Colón cualquiera le hace goles y en Colón es Fuertes el único que hace goles. Así, jugar bien es imposible.

No soy de los que piensan, para quedar bien, “que la gente siempre tiene razón” y abrir un paraguas avalando cualquier cosa. Mucho menos en una cancha de fútbol, donde todo se siente y nada se piensa.

Puedo escribir honestamente que Gamboa está perdido y no sabe dónde está —tácticamente— parado su equipo. Pero no puedo legitimar que se pare un tipo atrás del banco y le rompa la cabeza con un botellazo. Si esperan encontrar sangre, aconsejo dejar de leer el comentario en esta misma línea.

Gamboa es responsable de lo mal que juega Colón y de la inexistencia de los refuerzos que él trajo: Cano, Mendoza, Zaracho. Pero este plantel tiene vicios formativos que vienen de arrastre. Por empezar, para lo que requiere el fútbol moderno, es un equipo que quedó alto en el promedio de edad. Y de los grandes el único que justifica, hoy por hoy, estar en campo es el “Bichi”. Un Fuertes que es el jugador insignia de una institución que tiene un estadio cada vez más mejor con un equipo que fecha a fecha juega cada vez peor.

 
 

 

/// EL DATO

Pasión por nacer

Santino José Acevedo es, desde hace un par de horas, el socio número 168591 en los padrones del Club Atlético Colón. A simple vista, un dato más. Lo curioso es que tiene fecha probable de nacimiento para el 28 de mayo y su abuelo Daniel González Bertero (hermano de Rafael, que fuera dirigente sabalero) ya lo hizo socio. En lugar de la foto, puso la imagen que arroja la ecografía en la panza de su madre.

/// SÍNTESIS

COLÓN 0

RACING 4

Colón: Pozo; Quilez, Candia, Garcé y Quiroga; Graciani, Prediger, Ledesma e Iván Moreno; Damián Díaz; Esteban Fuertes. DT: Fernando Gamboa.

Racing Club: Jorge De Olivera; Cáceres, Martínez y Cahais; Pillud, Yacob, Toranzo y Licht; Lugüercio, Gutiérrez y Hauche. DT: Miguel Angel Russo.

Goles: en el primer tiempo: 15m. Lugüercio (RC) y 41m. Gutiérrez (RC).

Goles: en el segundo tiempo: 26m. Gutiérrez (RC) y 39m. Hauche (RC).

Cambios: en el segundo tiempo, 7m. Martín Luque por Graciani (C); 18m. Federico Higuaín por Quiroga (C); 36m. Lucas Aveldaño por Lugüercio (RC); 41m. Franco Zuculini por Toranzo (RC); y 42m. Valentín Viola por Gutiérrez (RC).

Árbitro: Saúl Laverni.

Cancha: Colón.

El estadio mejora y el equipo empeora

Goles made in Colombia. Teo ya tiene 5 gritos. El delantero cafetero Teófilo Gutiérrez hizo dos, le anularon mal un tercero —lo habilitó el pase de un defensor de Colón— y debió irse expulsado porque estando amonestado se colgó del alambrado para festejar el 2-0. No está Gio pero está Teo: de puntín el 3-0. Foto: Luis Cetraro

El estadio mejora y el equipo empeora

Estás hecho un “Demonio”. Hauche, Teo y Lugüercio. El trío ofensivo de Racing se hizo un pic-nic con la defensa de Colón en Santa Fe. Los tres la rompieron, los tres anotaron y Hauche terminó picando con mucha calidad la pelota por arriba del cuerpo de Pozo para clavar el 4-0 final. Foto: Luis Cetraro

 
 

BAJO LA LUPA

POZO (4): no tiene responsabilidad exclusiva en ninguno de los cuatro goles, pero como él mismo dijo, “nunca es bueno para un arquero llevarse tantos goles”. Recibió 9 goles en las últimas tres fechas.

QUILEZ (4): no logró marcar bien ni proyectarse mejor, cosas que habitualmente —juntas o por separado— sabe hacer. Lo complicó la movilidad de Lugüercio y también la llegada de los volantes.

GARCÉ (3): quedaron varias veces mal parados, achicando mal o directamente todos en una misma línea, siendo responsable como ordenador de la defensa zonal sabalera. Perdió la solidez que había mostrado en otros momentos.

CANDIA (4): la rotación permanente de los tres puntas de Racing lo desacomodó por completo al paraguayo en la zaga. En varios pasajes, salió a buscar lejos de la zona y mal, dejando el hueco.

QUIROGA (3): pierde la marca de Hauche en el arranque del primer gol y no toma la decisión de cortar al mismo “Demonio” en la diagonal cuando nace la pared del segundo de Racing.

GRACIANI (4): fue reemplazado por el zurdo Luque, otro producto de las inferiores, en el mismo arranque del complemento, pasando Moreno a la derecha. Le costó mucho imponerse a Licht en el carril.

LEDESMA (4): cuando un equipo va perdiendo, la “pisadita” termina siendo improductiva para el equipo. No aporta marca y tampoco es determinante con la pelota. De un error suyo, nació el 3-0.

PREDIGER (5): uno de los pocos que salvó la ropa en Santa Fe, en base a entrega, quites y amor propio. Quedó tempraneramente condicionado por la amarilla, sin embargo no se achicó.

MORENO (4): totalmente extraviado desde lo posicional, como si no supiera qué hacer adentro de la cancha. No logró cortar el circuito Pillud-Toranzo que arrancaba en sus narices. Desconocido.

DAMIÁN DÍAZ (3): increíblemente impreciso, nervioso e intrascendente para el juego colectivo sabalero. Tomó todas decisiones equivocadas y por momentos le quemó la pelota.

FUERTES (4): le quedó una sola, de zurda y a la carrera en el primer tiempo, pero tampoco le pudo entrar bien. Fue, de a ratos, el más claro con la pelota. Esta vez no pudo en soledad.

LUQUE (4): no ayudó el contexto del equipo para su debut profesional, porque como suele ocurrir en este tipo de circunstancias, el chico quiere hacer todas las cosas juntas para demostrar y no le sale nada.

HIGUAIN (3): desde afuera del área pateó al arco y la pelota ni siquiera salió por los costados del fondo de lo mal que le pegó. No logra aportar nada de nada el “Pipita”.