Le queda una “vida” más a Gamboa

Colgado de los cables

Colgado de los cables

Se cuelga Teo Gutiérrez del alambrado donde estaba “La Guardia Imperial” para festejar el 2-0 (debió irse expulsado). Con el 0-4, el que quedó colgado es Gamboa.

Foto: Mauricio Garin

El DT no habló con los jugadores y tampoco con la prensa. Hubo una mini-reunión con Lerche, Moncagatta y compañía: All Boys es determinante.

 

Darío Pignata

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Seguir promediando una cosecha del 50 por ciento de los puntos desde que llegó a Colón, tener enfrente dirigentes (Lerche, Moncagatta y compañía) más propensos a bancar entrenadores para que cumplan proyectos que aplicar el rápido “rey muerto, rey puesto” y la frase anti-Bielsa —justo Gamboa, un pollito de ese riñón— que largó ayer de “me siento con energía para sacar al equipo de esta crisis” le dieron a Fernando Gamboa una fecha más para sobrevivir al temblor dominguero.

El técnico, que no habló con sus dirigidos en el recinto sagrado del vestuario y tampoco enfrentó la prensa por cuestiones más que obvias, consumió los 30 minutos más calientes con los dirigentes sabaleros.

Acaso curtidos por los porrazos que se pegaron en el 2006 cuando tomaron los destinos del fútbol sabalero, Lerche y Moncagatta están acostumbrados a contar hasta mil. Es que el dirigente no puede actuar al compás del hincha a la hora de la toma de decisiones y tampoco puede gobernar de espaldas a la gente en un club de fútbol. Equilibrio, ésa es la palabra necesaria para este tipo de tormentas.

El 4-0 fue, para muchos, desencadenante por sí solo. Un resultado fuerte puede, en algunas ocasiones, descabezar a un entrenador a cambio de 90 minutos. Le pasó a Fossati, por ejemplo, cuando era técnico de Colón contra Independiente. No era un desastre su ciclo, pero ese 7-1 lo borró de un plumazo.

Gamboa, apesadumbrado por otra decepción en casa, llegó a deslizar una especie de “si el problema soy yo, me voy”, una frase que es recurrente en este tipo de circunstancias. Fue en ese punto donde los dirigentes sondearon lo que antes les tocó pasar con Astrada, Falcioni y Mohamed.

—Fernando, ¿tenés fuerzas, ganas y energías? ¿Creés que podés sacar a Colón adelante?

—Sí, me sigo teniendo confianza para ganarle a All Boys y arrancar.

Palabras más, palabras menos, fue el diálogo imaginario durante esa mini-cumbre después del revés. Porque así como el 50 por ciento de los puntos sumados le juegan a favor, hay datos que se clavan dolorosos en cl corazón sabalero: hay que remontarse hasta el 6 de diciembre de 1997, cuando Colón perdió 4-0 con Gimnasia de Jujuy para buscar una derrota tan abultada en casa. Antes, el mismo año pero el 31 de mayo, Independiente con Menotti goleaba 6-0 al Colón de Ferraro. Es la tercera derrota más abultada en casa desde la vuelta a Primera, contra un Racing que hacía 6 años no podía en el Cementerio de los Elefantes.

Los 9 goles en las últimas tres fechas y los 10 goles en este 2011 lo transforman en el equipo más goleado de la Argentina. Pero, además, el juego está lejos de lo que los dirigentes quieren.

No será Gamboa el único técnico que se juegue la vida que le queda en un solo partido, el del sábado en Floresta. Le pasó alguna vez —casualmente en el mismo escenario con un 3-3 agónico del “Loco” González— al uruguayo Nelson Chabay: zafó y terminó ascendiendo a Colón en el ‘95. Lo mismo a “Pancho” Ferraro, primero cuestionado y después subcampeón.

En principio, contra un rival que pelea la permanencia, Gamboa necesita uno de los tres resultados: ganar en Floresta. Arranca el “Negro” su semana más dura desde que llegó a Colón post Mohamed: deberá elegir el mejor planteo y los mejores jugadores. Deberá mejorar la propuesta. Ganar por ganar será prolongar la agonía, porque ya pasó en Mendoza. Algo debe quedar claro: Gamboa necesita ganar para sobrevivir pero Colón, como equipo, necesita jugar de manera inteligente a la pelota. Sino ganar por ganar será “pan para hoy, hambre para mañana”.

 

/// EL DATO

Reserva: 0-1

El partido de reserva entre Colón y Racing se jugó ayer a la mañana en la cancha auxiliar, para preservar el estado del campo principal. Ganó la visita 1-0 con un remate que se desvió en el colombiano Humberto Mendoza.

Lamentables pintadas

Algunos lugares donde trabajan los dirigentes de Colón, domicilios particulares e —increíblemente— incluso las paredes en los colegios donde mandan a sus niños, amanecieron hoy lunes con pintadas amenazantes, haciéndolos responsables de este momento futbolístico después del 0-4 contra Racing.

Más allá de los pasos a seguir por la Comisión Directiva, son repudiables estas pintadas anónimas, considerando que ayer la gente de Colón se expresó libremente en el estadio —silbando, insultando, cantando— y donde hace algunos meses los socios se pudieron expresar libremente en las urnas de la institución con los comicios para elegir autoridades. Al cierre de esta edición, se analizaba en la actual conducción rojinegra la posibilidad de realizar la denuncia correspondiente.