La voz del técnico, ya más tranquilo y luego de un triunfo que le dibujó una amplia sonrisa...

“Estos muchachos quieren entrar en la historia de Unión”

“Estos muchachos  quieren entrar en la  historia de Unión”

El festejo del gol de Montero, anoche en Alta Córdoba. El tanto llegó en eun momento en el que el partido se había equilibrado y ya no dominaba Unión como había acontecido en el arranque del partido. El tanto le dio la tranquilidad suficiente, pero el equipo supo cuidar el resultado con una notable seguridad. Foto: gentileza la mañana de córdoba.

Darío Kudelka habló del árbitro, de su expulsión, de la actitud del rival y del coraje que le vio a su equipo.

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Córdoba)

Darío Kudelka es una persona equilibrada, tiene muy arraigado su perfil docente y junto con su personalidad, le permiten mantener una postura prudente. Se le nota no sólo en sus declaraciones sino también en sus gestos, en su semblante. Pero anoche había algo diferente. Se percibía con sólo observarlo que la de ayer no fue una victoria más, sino que se sumaron tres puntos de los que se consideran luego, si la campaña llega exitosamente al final, como clave para conseguir un objetivo. Y mucho de esto se notaba en el rostro de Kudelka y también en el de Jorge Molina, Fernando García, Marcelo Piazza y el resto de los directivos —no se lo vio al presidente Luis Spahn en Córdoba— que festejaban con mucha prudencia un triunfo trascendente en una cancha especial como es la de Alta Córdoba, donde hace casi 15 años se consiguió el último ascenso.

Y ahí estaba Kudelka, después de haber vivido 90 minutos muy especiales. Primero, porque fue expulsado prematuramente (vio el partido desde un palco); y segundo, porque se las tuvieron que ingeniar con la “Pepa” Armando (otro de los que se tuvo que ir antes de tiempo), para “aguantarse” entre sí y para pasarle las indicaciones a Gustavo Nepote, el único del cuerpo técnico que quedó indemne en el banco de suplentes junto con el profesor Cerutti.

—¿Una victoria clave, Darío?

—Sí, porque el equipo mostró mucha madurez, coraje, y supo moverse en un entorno muy sobre el límite del reglamento o pasando esos límites, que nos propuso el rival. La actitud de Instituto fue de provocación táctica, por mencionarlo de alguna manera. Y nosotros no entramos en esa, razón por la cual me voy muy conforme con lo que hicieron los jugadores.

—¿Qué fue lo que más te calentó?, ¿el gol anulado?, ¿la manera en que Alfonso lo marcó a Rosales?

—Hubo muchas jugadas que eran fáciles de resolver y que no se hizo. Por eso me enojé mucho con el árbitro y le protesté. Pero te debo admitir algo: no me siento bien porque me hayan expulsado, lo digo públicamente y le pido disculpas a la gente de Unión. Ya me había dicho que me iba a echar antes de empezar el partido porque el equipo entró tarde. Pero hablé con él y le pedí que me dejara. Lo hizo, pero por muy poco tiempo. Te repito: no me siento bien por haberme ido antes de tiempo de la cancha.

—¿Qué pasó en el segundo tiempo, fue mérito de Instituto o decisión de Unión la de retroceder un poco para jugar de contragolpe?

—Ellos metieron cualquier cantidad de delanteros con buen juego aéreo, pero nosotros nos defendimos muy bien. La idea fue siempre la de tener la pelota, pero el partido se hizo muy trabado y luchado. Si vos me preguntás qué es lo mejor para nosotros, te digo que es tener más la pelota. Pero el partido se dio así y nos defendimos muy bien.

—Levantó Montero...

—Son ciclos y ya sabíamos que a Memo le podía venir un bajón porque siempre se da así con los chicos. Memo estaba viviendo una etapa de su vida diferente a la de antes y sabíamos que eso podía llevarlo a tener algún bajón. Se dio como lo suponíamos, lo bancamos en el equipo y esta noche volvió a jugar como en aquellos primeros partidos y hasta nos dio, con su gol, la victoria.

—¿Esperabas una marca personal sobre Rosales como la que orquestó Vivas?

—De ninguna manera, me sorprendió totalmente. Hacía años que no veía una cosa así, pero nos favoreció porque ellos quedaron un poco abiertos en el medio ante la posición que adoptó Paulo. Lo que pasa es que Alfonso jugó con la idea de agredir a Rosales desde el primer minuto. Y eso fue lo que no me gustó para nada.

—¿Creés que Instituto jugó al filo del reglamento?

—Muchas veces lo pasó a ese límite, pero la culpa no se la echo a Instituto, sino al árbitro. Alfonso le pegó una trompada en el estómago a Paulo en el arranque del partido y tras cartón nos anularon el gol legítimo del Flaco Quiroga, así que me enojé mucho e hice cosas que no debo hacer. Pero lo que digo es que hay que estar muy atentos, sumamente atentos. Máxime en este momento en el que empiezan las definiciones.

—¿Qué rescatás del equipo, además de ese coraje que mencionaste al principio de la charla?

—Madurez, inteligencia y esa convicción enorme que tienen de ser alguien en la historia de Unión.

NI LESIONADOS NI SANCIONADOS

Unión puede repetir el equipo porque se dan tres circunstancias: 1) los que juegan andan bien; 2) no se lesionan (el único de los titulares que debió quedarse afuera tres partidos fue Correa) y 3) no hay expulsados ni sancionados con cinco amarillas. De todos modos, hay cinco titulares que están en “capilla”. ¿Se “dosificará” el partido de descanso para cada uno de ellos?

Secuencia

Imágenes de una noche trascendente en Alta Córdoba

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Casado no tuvo la misma incidencia que el otro “10” del partido. Y Pablo Pérez lo marcó bien. Foto: Gentileza La Voz del Interior.

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El Changuito Cárdenas, de gran segundo tiempo, se esfuerza por llegar a marcar a Bergesse. Como fondo, la tribuna del estadio de Instituto que el 13 de julio de 1996 estuvo colmada por una multitud tatengue. Foto: Télam.

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Pudo ser gol de Instituto. Fue sobre el final, cuando Furios se anticipó a la salida fallida de Limia (único error del arquero tatengue) y la pelota se fue cerca. Foto: Javier Ferreyra.

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Duelo calentito protagonizaron Klimowicz y Avendaño. Lo ganó con creces el de Unión, figura del partido. Foto: Javier Ferreyra.

4

amarillas

Tienen Avendaño, Cárdenas, Montero, Rosales y Velázquez. Ninguno de ellos fue amonestado ayer, así que estarán a disposición de Kudelka para el sábado.

Total

paridad

Hay en el historial entre Unión e Instituto. Jugaron 24 partidos, con 8 victorias para Unión, otras tantas para Instituto y la misma cantidad de empates.

5

años

Pasaron, prácticamente, de la última victoria lograda por Unión en Alta Córdoba. Se dio en septiembre de 2006. Sin dudas que el gran recuerdo, en esa cancha, es el del 13 de julio de 1996 (último ascenso), más allá de haber perdido el partido.

Agenda

tatengue

Unión jugará para la TV los próximos tres partidos. El sábado, a las 17, ante Atlético Tucumán en el 15 de Abril. El viernes de la semana que viene, a las 18, ante Tiro Federal en Rosario y el jueves 31 de marzo, a las 21, ante Patronato en Paraná.

Cábalas y otras “yerbas”

Desde hace un tiempo, hay cábalas que se vienen respetando en Unión. Por un lado, se utiliza la misma camiseta desde que arrancó el año. Así, la rojiblanca tradicional tendrá que seguir esperando ya que con la blanca que se usa de alternativa, el equipo viene consiguiendo excelentes resultados y trepó hasta lo más alto de la tabla.

“Que el fútbol es un ambiente cabulero nadie lo duda y todos lo practican. En Unión piden que vayan los mismos choferes cuando hay que viajar”, señaló un allegado a la comisión directiva.

Por otra parte, de la delegación de 20 jugadores que viajó el domingo a la mañana a Villa Carlos Paz, quedaron afuera de los 18 que entraron a la cancha el delantero Rodrigo Mannara (ya recuperado de la tendinitis) y el defensor Mauro Maidana.

Por otra parte, la gente de Instituto saludó con una ovación al interminable Diego Klimowicz, quien ayer jugó por primera vez los 90 minutos desde su regreso para emular, en la Gloria, lo que, por ejemplo, está haciendo el mellizo Barros Schelotto en Gimnasia. De todos modos, cuando terminó el partido se escucharon los fuertes silbidos que despidieron a los hombres de la Gloria. Y no es para menos: Instituto hace cinco partidos que no gana en condición de local y sigue teniendo una preocupante anemia ofensiva.

Otro de los temas que llama la atención de esta campaña, más allá de que el equipo viene sacando más puntos como visitante que de local, es que se han ganado siete partidos. No es común que un equipo, por más buena campaña que realice, tenga semejante nivel de eficacia. Máxime atendiendo al detalle que en la temporada anterior, Unión ganó los primeros dos partidos de visitante y después no pudo repetirlo en los 17 encuentros restantes que jugó el equipo en esa condición.

Una última curiosidad del partido de ayer: Kudelka y Armando se fueron a un palco y desde allí le transmitían, vía radio, las indicaciones a Gustavo Nepote. “Gustavo nos conoce de memoria, pero se puso el radio en el bolsillo y no lo escuchaba”, dijo sonriente Kudelka luego del partido.

 

/// EL DATO

Por Internet.

A partir de hoy, el hincha que quiera asociarse podrá hacerlo a través de la página oficial de Unión: www.clubaunion.com.ar y así evitar colas y demoras.

/// LA CLAVE

Presencias.

Más allá de los dirigentes, también estuvieron en Alta Córdoba algunos jugadores que no estaban en la lista de los 20 viajeros y que se trasladaron por sus propios medios a la cancha de Instituto. Además, se lo vio a Raúl Fernández, dirigente en uso de licencia, quien le dedicó el triunfo a “Quesito” Ramírez de Villa Yapeyú y le dijo a El Litoral: “La clave de este equipo es que viene jugando así, con este nivel, desde hace siete partidos. Y eso no es común en esta categoría”. También se los vio a los integrantes de la filial Coronda de Unión, con Ricardo Ramírez (Bachi) y otros ocho compañeros, quienes no sólo estuvieron ayer en Córdoba, sino que anteriormente lo habían hecho en Mendoza, cuando el equipo venció a Independiente Rivadavia.