al margen de la crónica

Asado con polémica

Una nube de polémica se vive por estas horas en General Pico ya que desde ayer es la “Capital del Asado”. En efecto en un opíparo almuerzo servido en la Sociedad Rural de la ciudad pampeana se prepararon 13.713 kilos de carne cruda devenidos luego en 9.132 kilogramos de jugoso asado. Con esta cifra General Pico ingresó en el Libro Guinness de los Récords, superando la marca que ostentaba la capital uruguaya, Montevideo, desde 2008.

El fuego fue encendido por 45 parejas de asadores a las 8.20 de la mañana, informó la web local Infopico.com. La iniciativa partió del frigorífico local “Pico” y fue apoyada por las autoridades locales y organizaciones no gubernamentales.

Para los organizadores del evento, se trató de ‘una demostración de lo que se puede lograr con la unión y cooperación de los distintos sectores sociales que componen la ciudad‘.

En Montevideo se usaron, en el año 2008, 12.000. Además, se consumieron 25.000 kilos de leña y se utilizaron 950 cruces de asadores en las que se colocaron los costillares.

Pero el asunto es que más allá de la alegría de quienes fueron los comensales y los se comieron un asadazo histórico -que pagaron a un precio módico- hay quienes no se sintieron muy a gusto con el invite y la comilona porque mantienen el recuerdo del “asado del siglo” que tuvo lugar en Victorica -otra ciudad de La Pampa ubicada a pocos kilómetros de General Pico- en la que para festejar el centenario de la ciudad hubo otra humareda similar.

El problema fue que el de Victorica fue el 12 de febrero 1982 cuando la Junta Militar que gobernaba el país buscaba apoyos civiles y simpatías entre la población. Por tal motivo la fiesta del pueblo se convirtió rápidamente en un gran encuentro político al que habían concurrido varios gobernadores de provincia, dirigentes de algunos partidos políticos y el general Leopoldo Fortunato Galtieri, presidente de la Nación, se cayó con el Tango 01 y una enorme comitiva.

La gente de General Pico ni quiere oír hablar de Victorica y consideran que esto es otra cosa, absolutamente diferente y que sólo busca establecer un récord mundial avalado por Guinnes.

Pero los detractores, infatigables, también castigan la decisión por la cantidad de carne utilizada o por las toneladas de leña que fue quemada. Hasta defienden a las lechugas y los tomates.

En realidad la gente del frigorífico quedó helada por las críticas cuando en realidad habían hecho la convocatoria con la simple intención de divertirse y marcar un hito.

Afortunadamente ha pasado casi 30 años del de Victoria y el país hoy es otro. Al menos en lo que hace en relación a dictaduras y dictadores. La coincidencias están dadas en el humo y la carne, pero las cenizas muestran lo efímero de las propuestas.