Pertenece al Complejo Evangélico Oscar Abdala

Con esfuerzo, un grupo de alumnos pudo viajar a EE.UU.

Los 17 adolescentes compartieron vivencias escolares, hábitos familiares y culturales diferentes, además de practicar el idioma. Varios de ellos pudieron hacer el viaje gracias al enorme sacrificio económico que hicieron sus familias.

De la Redacción de El Litoral

[email protected]

“Mi papá es toldero y herrero, trabaja por su cuenta y no tiene empleo fijo, así que mi familia sacó un préstamo para que yo pudiera viajar a los Estados Unidos”, contó Micaela Luzardo, que cursa 5to año en la escuela secundaria Ecea Nº 3044, perteneciente al Complejo Educativo Evangélico “Dr. Oscar Abdala”.

Diecisiete adolescentes cumplieron el sueño de viajar a Los Angeles para poner en práctica su nivel de Inglés. Si bien está ubicado en barrio Candioti, el Complejo Abdala recibe a 1.000 chicos -desde el nivel inicial al secundario- provenientes de barrios periféricos de la ciudad, en su mayoría.

“Para mi familia fue un esfuerzo enorme porque mi esposo y yo somos empleados. Por suerte, todos colaboraron y ahorraron para que Karen pudiera cumplir este sueño”, dijo Marcela Franco, madre de otra de las jóvenes que hizo el viaje. El sacrificio de juntar dólar por dólar, tuvo su recompensa. “A mi hija se le abrió el mundo al conocer otro país, otra cultura. Y para nosotros hubiese sido inalcanzable sin esta oportunidad que le dio la escuela”, destacó.

El viaje tuvo el propósito de ser un intercambio educativo y cultural. La meta era que los estudiantes del secundario que asisten al taller optativo de Inglés que ofrece el colegio, pudieran poner en uso sus aprendizajes en un país donde se hable el idioma.

Walter Gálvez, director institucional del Complejo Educativo, junto a la directora del nivel secundario, Silvina Abdala, y a la docente responsable de la modalidad bilingüe Patricia Tenutta, acompañaron a los alumnos a EE.UU. “El programa de intercambio consiste en que los chicos se alojen en hogares de ese país para compartir vivencias y aprender más acerca de otras costumbres, idiomas y formas de vida”, destacó Gálvez.

Lengua en uso

En enero de 2008 se realizó el primer viaje a Newport Beach (California) y este año se efectivizó la segunda estadía. El grupo de estudiantes partió desde Ezeiza el pasado 11 de enero hasta Los Ángeles, y desde allí al lugar en el que los esperaban las familias anfitrionas, Newport Beach, una próspera y moderna ciudad situada al sudoeste del Estado de California sobre la costa del Pacífico. Algunos de los estudiantes se hospedaron en casas de familias y otros en una casa alquilada por el colegio.

“En el taller de Inglés del colegio vimos fonética, y me sorprendí mucho al ver que realmente usamos esas expresiones. A veces decís: nos enseñan esto pero andá a saber si lo hablan. Y es tal cual lo aprendimos: las expresiones idiomáticas son las mismas, la forma en que hablan. Pudimos aplicar todo”, comentó la alumna Solange Cardona.

Micaela agregó que la necesidad de comunicarse en Inglés se presentó en todo momento, así que fue un desafío interesante.

Educación y cultura

Los 17 alumnos convivieron por 20 días con familias estadounidenses, asistieron al Calvary High School -una secundaria evangélica de Irvine-, visitaron la UCLA (Universidad de California), concurrieron a las Iglesias Cristianas Evangélicas, y recorrieron la Fundación Evangélica “Rescue Mission”, una organización que brinda vivienda digna y asistencia personal y espiritual a personas en condición de pobreza.

A los estudiantes les llamó la atención la organización del secundario. “Allá los alumnos tienen una clase y luego se trasladan al aula de otro profesor, así que cambian de compañeros a lo largo del día. Las clases son cortas, de 40 minutos; la educación es muy distinta”, contaron.

Catalina Mussio remarcó que la familia que la hospedó se toma seriamente la educación como forma de progresar en la vida. “El papá nos aconsejaba que siempre nos esforcemos en el estudio, y el hijo se pasaba mucho tiempo con los libros, aunque también salía con amigos y hacía deportes”, dijo la joven.

No todo fue cultural y educativo. El grupo tuvo la oportunidad de visitar los parques y las atracciones más importantes de Estados Unidos como Disneylandia, California Adventure, Universal Studios, Hollywood y Beverly Hills; disfrutar de las bellas playas del Pacífico, recorrer el Estado de Nevada y conocer la imponente ciudad de Las Vegas.