Cuestión sentimental o comercial

Dos preguntas tras el

crimen del profesor

Los investigadores creen que se trató de un crimen por encargo, relacionado a una vieja amenaza por cuestiones sentimentales o a sus últimas actividades comerciales.

(Télam).-

Los investigadores del asesinato del profesor de tenis Pablo Aiziczon, cuyo cadáver apareció ayer con dos balazos dentro de su auto en la capital tucumana, creen que se trató de un crimen por encargo relacionado a una vieja amenaza por cuestiones sentimentales o a sus últimas actividades comerciales.

Si bien el jefe de Policía, comisario Hugo Sánchez, aseguró que no descartarán ninguna hipótesis, los pesquisas se inclinan en principio por un hecho vinculado a una relación de pareja que habría tenido la víctima.

Según trascendió, hace tres años un hombre amenazó a Aiziczon (40) porque había comenzado una relación con su esposa, pero tampoco se descarta que el profesor haya sido asesinado por alguien que se vio perjudicado por un emprendimiento comercial que encaró la víctima en los últimos días.

El móvil del robo ya quedó descartado para los investigadores porque entre las ropas de la víctima había dinero, efectos personales y el automóvil Suzuki de su propiedad tampoco había sido saqueado.

A partir de los elementos obtenidos por los pesquisas, se sospecha que el crimen fue cometido en alguna vivienda, donde le dispararon a Aizicson provocándole la muerte, y luego el cuerpo fue trasladado en el asiento trasero del auto, envuelto en una manta y una colcha que fueron encintadas, hasta el lugar donde se lo encontró.

Última llamada

El profesor tenía que dar clases el lunes a las 14.30, pero se comunicó con un alumno para informarle que se iba a retrasar 45 minutos porque tenía que llevar el auto al taller mecánico.

Ahora se procura determinar a quién llamó antes de comunicarse con su alumno, ya que ese llamado puede ser clave para avanzar con la investigación.

La primera medida tomada por los investigadores fue pedir el listado de los titulares de las líneas telefónicas con las que Aizicson se comunicó desde su celular antes de ser asesinado.

La Policía procura determinar la ubicación desde la que se hicieron las llamadas, lo que daría pistas más firmes que podrían conducir al asesino.

Por el momento, nadie de la familia Aiziczon quiere arriesgar una hipótesis ni acusar a alguna persona, pero se pusieron a disposición de la Justicia para colaborar con la investigación.

“Pedimos que nos llamen a declarar, que nos pregunten todo lo que nos tienen que preguntar y averigüen todo, pero que al final nos digan qué pasó y que encuentre al que le hizo esto a mi hermano“, señaló Paola Aiziczon.

“El jamás le hizo mal a nadie, estaba siempre con su familia, no tomaba alcohol, era deportista, no tenía idea de lo que era la droga y los que lo conocían, lo querían”, añadió la hermana de la víctima.

Tres balazos

Los peritos determinaron que el profesor de tenis murió a causa de tres balazos y que su deceso se produjo antes de que se intentara quemar el cuerpo en el interior de su automóvil.

Aiziczon era buscado por sus familiares desde el lunes pasado, cuando salió de su casa para trabajar en el club Unidad Sionista, donde daba clases de tenis, y el cuerpo sin vida fue encontrado ayer en el interior de su auto, que fue abandonado en Saavedra Lamas al 800, en el barrio Horco Molle, de Yerba Buena.

Luego de dejar el cuerpo en el asiento trasero, se intentó incendiar el auto para eliminar rastros, pero el fuego se consumió rápidamente.

Aiziczon era profesor de tenis y había estudiado marketing, pero ejerció muy poco esta profesión.

De estado civil soltero, estaba de novio desde hace un par de años y vivía en la casa de su madre.

Desde hace mucho tiempo enseñaba en el club de la Unidad Sionista, en avenida Aconquija 946 de Yerba Buena, donde todas las tardes dictaba clases junto con su hermano Fernando.

Los restos de profesor de tenis fueron sepultados hoy en el cementerio Israelista de la capital tucumana, en medio del dolor de familiares y numerosos amigos.