EL ANÁLISIS DEL RIESGO HÍDRICO

La altura del río Paraná crece pero todavía esta lejos del nivel de alerta

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Monitorear. La cantidad de precipitaciones que se produzcan en los próximos meses determinarán el impacto de la crecida. Foto: ARCHIVO/AMANCIO ALEM.

El patrón de lluvias aumentó por la llegada del otoño y porque se debilitó el fenómeno La Niña. La altura del río en el hidrómetro del puerto está 32 centímetros más alto que el promedio de los últimos 25 años.

 

Gastón Neffen

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El nivel del río Paraná creció en las últimas semanas. El hidrómetro del puerto de Santa Fe marca que el río está 32 centímetros (4,52 metros) por encima del promedio de los últimos 25 años (4,20 metros). Los funcionarios municipales aclararon que todavía no es una altura que genere riesgo hídrico para la población -ni siquiera en los barrios más vulnerables-, pero si es un momento para seguir de cerca la evolución de la cuenca.

En la ciudad de Santa Fe, el nivel de alerta está fijado en 5,30 metros y el de evacuación de las zonas más expuestas a las inundaciones en 5,70 metros (ver cuadro). Por eso, esta semana la Municipalidad comenzó a levantar la altura del camino de ingreso a la Vuelta del Paraguayo y también está colocando bolsas de arena.

Carlos Paoli, director del Centro Regional Litoral del Instituto Nacional del Agua (INA), le explicó a El Litoral que todavía no se puede saber con certeza si existe el riesgo de que se produzca una crecida significativa del río Paraná durante el otoño. “En realidad depende de la cantidad de lluvias que se produzcan durante los próximos meses en una cuenca que tiene más de 2 millones de kilómetros cuadrados”, destacó.

Este es el punto, la altura que el río tiene en el puerto de Santa Fe depende del régimen de lluvias en regiones tan diversas como el pantanal brasileño, la selva misionera, el río Paraguay y la cuenca del río Bermejo en Formosa, entre muchas otras zonas.

Para determinar escenarios de riesgo, lo que hacen los especialistas es analizar la tendencia climática de mediano plazo. El último informe del INA sobre los escenarios hidrológicos para la cuenca del Plata, que se realizó a principios de marzo, confirma que el fenómeno La Niña se está debilitando. Es importante porque esta tendencia supone lluvias inferiores a la media en el Litoral, el sur de Brasil y la Región Pampeana.

“Se pasó de la influencia de La Niña a una situación neutra”, precisa Paoli. Esto implica que puede llover un poco más, al menos durante el otoño que es más lluvioso, pero hasta ahora no se proyectan precipitaciones que superen las registros habituales para estos meses.

Los centros meteorológicos de Argentina y Brasil tampoco están emitiendo advertencias por lluvias extraordinarias para abril y mayo. “El patrón de lluvias para el Litoral, el sur de Brasil y Uruguay se estima inferior al histórico, con alta variabilidad espacial”, destaca el último informe del INA. Además, en las nacientes de los ríos Paraná y Paraguay, en territorio brasileño, se pronostica un nivel de precipitaciones normales. La misma estimación se hace para el río Paraguay.

A pesar de esta tendencia, no hay que confiarse. En los meses que vienen será clave seguir monitoreando la cuenca y el régimen de precipitaciones porque aun no se puede descartar una crecida. Y tampoco hay que olvidar que durante mayo y junio de 1983, 1992 y 1998 en Santa Fe se produjeron inundaciones importantes.

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La altura que el río tiene en el puerto de Santa Fe depende del régimen de lluvias en regiones tan diversas como el pantanal brasileño, la selva misionera y el río Paraguay, entre otras.