Otro fallo por la memoria

Dictan severas condenas en la causa de Automotores Orletti

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Escuchan sus sentencias el ex agente civil de Inteligencia del Ejército Raúl Guglielminetti, el ex miembro de la Side Horacio Martínez Ruiz, el antiguo agente civil de inteligencia del Ejército Eduardo Ruffo y el ex coronel Eduardo Cabanillas. Foto: Agencia EFE.

Otro capítulo se cerró ayer al ser dictadas las sentencias para los partícipes del centro clandestino de detención Automotores Orletti entre los que se cuentan en el ex agente de Inteligencia del Ejército, Raúl Guglielminetti.

 

DyN

El ex general Eduardo Cabanillas fue condenado ayer a prisión perpetua y el ex agente civil de inteligencia de la Side Raúl Guglielminetti recibió 20 años de cárcel, al ser hallados culpables de crímenes de lesa humanidad cometidos en Automotores Orletti, el centro clandestino de detención que funcionó para el Plan Cóndor de las dictaduras de América Latina en los años ‘70.

El veredicto fue dictado por el Tribunal Oral Federal 1 de esta capital, que además impuso 25 años de prisión a los agentes civiles de inteligencia Honorio Martínez Ruiz y Eduardo Ruffo.

Cabanillas, de 68 años, fue condenado como partícipe necesario de cinco homicidios calificados y 29 casos de privación ilegítima de la libertad y aplicación de tormentos. En tanto, Guglielminetti, alias “Mayor Guastavino”, de 68 años, fue hallado coautor de 25 secuestros y 21 casos de aplicación de torturas. Ruffo, de 64 años, alias “Zapato”, y Martínez Ruiz, de 61 y apodado “Pajarovich”, fueron condenados por 65 casos de privación ilegal de la libertad y 60 aplicaciones de tormentos.

Guglielminetti, Ruffo y Martínez Ruiz fueron absueltos por cinco casos de torturas, entre los que se encuentran los del actor y dirigente radical Luis Brandoni y su ex esposa Martha Bianchi.

Los jueces Adrián Grunberg, Oscar Amirante y Jorge Gettas consideraron que los secuestros fueron agravados por ser cometidos por funcionarios públicos y en algunos casos porque duraron más de un mes.

Festejos y repudios

Tras la lectura del veredicto, en los tribunales de Comodoro Py 2002, en el barrio porteño de Retiro, familiares de víctimas de la dictadura e integrantes de organizaciones de derechos humanos celebraron las condenas con aplausos, vítores y cantos.

Por ejemplo, entonaron el ya clásico “como a los nazis/les va a pasar/adonde vayan los iremos a buscar”.

Entre quienes encabezaban el grupo de manifestantes estuvo Tati Almeyda, de Madres de Plaza de Mayo.

Por su parte, familiares y allegados a los condenados, encabezados por Cecilia Pando, esposa de oficial del Ejército y defensora de los militares de la dictadura, se pusieron de pie en la bandeja alta de la sala y cantaron el Himno. Mientras eso ocurría, y los condenados ya no estaban en la sala, Pando y otras dos mujeres sacaron un cartel rojo que colocaron sobre el blíndex que daba al lugar donde se ubicaron los jueces y los represores, que decía “Ayer terroristas, hoy en el Gobierno”.

Los cuatro acusados llegaron a juicio por privación ilegal de la libertad, imposición de tormentos y homicidio calificado en perjuicio de 65 víctimas.

Un largo historial

La audiencia había comenzado el miércoles a la mañana cuando el tribunal le dio a los acusados la posibilidad de decir sus últimas palabras antes del fallo, pero sólo Martínez Ruiz y Ruffo aprovecharon esa oportunidad.

Ambos enjuiciados expresaron su agradecimiento al tribunal y se mostraron esperanzados con que los magistrados, dijeron, “hagan Justicia”.

La Fiscalía y las querellas habían pedido para los acusados condenas que iban desde reclusión perpetua a 25 años de cárcel, mientras la defensa de los cuatro acusados -a cargo de la defensora oficial Pamela Biserier- planteó la absolución y libertad inmediata de los imputados.

En este juicio había un quinto imputado, el ex teniente coronel y ex jefe de la Side Rubén Visuara, quien murió el mes pasado. La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación había pedido la exoneración “post mortem” de Visuara, pero fue rechazado por el tribunal.

Martínez Ruiz, Guglielminetti y Ruffo -condenado en otra causa por robo de bebés-, fueron lugartenientes del fallecido Aníbal Gordon en la banda terrorista gubernamental Triple A de 1973 a 1976.

Luego del golpe de Estado de 1976 se pasaron a la “guerra sucia” de la dictadura, en el centro clandestino Automotores Orletti, donde colgaba un retrato de Adolf Hitler y había prisioneros extranjeros del llamado Plan Cóndor de coordinación represiva de las dictaduras latinoamericanas.

/// EL DATO

Algunos casos

Entre las 65 víctimas que pasaron por allí se cuenta a Marcelo Ariel Gelman, hijo del Premio Cervantes de Poesía Juan Gelman, y su esposa, María Claudia Irureta Goyena García; Carlos Santucho, hermano del dirigente del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) Mario Santucho, y los actores Luis Brandoni y Martha Bianchi.