Sus dos goles de cabeza le dieron una notable victoria a Colón ante San Lorenzo...

Lucas le gana a los silbidos y la incredulidad

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El día del debut. Lucas, con el pelo corto producto de la tradicional “pelada” hacia los que realizan la primera pretemporada, en el partido ante Independiente con el Huevo de técnico.

Foto: Luis Cetraro

Acosta fue el héroe de la tarde en el Nuevo Gasómetro. Resistido por muchos, empezó a recorrer un nuevo camino. Desechó ofertas, la dirigencia no quiso que se fuera, Gamboa también y ahora asoma como una interesante alternativa.

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

Iban 19 minutos del segundo tiempo de ese sábado 5 de agosto de 2006. Era el primer partido de Julio César Toresani como entrenador de Colón, debutaba Jorge Burruchaga en Independiente y era el partido inaugural de la nueva etapa dirigencial, con Germán Lerche a la cabeza. Colón caía 2 a 1 (el resultado final fue 4-1 para Independiente), cuando el Huevo decidió su ingreso. Lucas Acosta era un jovencito de 18 años que venía asomando como una promisoria figura en la reserva. Le tocó entrar por Giovanni Hernández, ni más ni menos. Jugó muy poco en aquel torneo, primero con Toresani, luego con Mántaras y por último con Falcioni. Sólo tres partidos e ingresando como sustituto.

El torneo que más jugó fue el Apertura 2008, donde estuvo en 12 partidos y marcó el primero de sus goles. Uno de los cotejos que más se recuerda es aquel de octubre de ese año (el 25 más precisamente) en la cancha de Vélez. Cuenta la historia que, en el vestuario, el Turco Mohamed le dijo a los jugadores esa tarde que si el equipo no ganaba o no mejoraba sustancialmente su producción, se iba. Colón llevaba siete partidos sin ganar y venía de un torneo durísimo, en el que Mohamed consiguió salvarlo de la Promoción con aquella recordada victoria ante Racing, la noche del gol de Pirulo en el Centenario. El encuentro ante Vélez era parte de la undécima fecha de ese torneo y el objetivo era alcanzar los 25 puntos, cosa que estuvo a punto de concretarse. Pero después llegó un 2009 estupendo, con dos torneos impresionantes que lo llevaron a Colón a jugar la Copa Libertadores a principios del 2010.

Lucas la rompió aquella tarde en Liniers, al igual que Alfredo Ramírez. Y Tito —Ramírez, obvio— fue el encargado de marcar los primeros dos goles que cayeron como baldazo de agua helada sobre el equipo que, por ese entonces, dirigía Hugo Tocalli. En el segundo tiempo, Lucas armó una linda jugada por izquierda y clavó el remate al palo izquierdo de Barovero. Fue el gol que selló un 3-0 en el que pocos creían.

Y apareció Bertoglio

En ese interín apareció otro chico de grandes condiciones llamado Facundo Bertoglio. Y Lucas pasó a un segundo plano. “Son distintos”, decía el Turco Mohamed. Y hubo algún partido en el que intentó juntarlos, poniendo al Bichi sólo arriba. Era una delantera muy particular: los pibes llegaban tocado y el más grande esperaba para definir. Muchos empezaron a frotarse las manos con la concreción de esa sociedad, pero la realidad superó a esas ganas. Mientras Bertoglio tuvo la explosión adecuada que le permitió ser convocado a la selección e irse al Dynamo de Kíev generando un ingreso sumamente importante en dólares a la institución, Lucas se quedó, relegado, a veces yendo al banco, cuestionado por el hincha sabalero, entrando pocos minutos o directamente jugando en reserva.

Parecía que se le pasaba el “cuarto de hora” a Acosta. Jugó 15 partidos en todo el 2009, algunos entrando como titular pero en la mayoría de las veces como suplente. Y cuando terminó el Clausura 2010, el Turco (que alguna vez tuvo palabras elogiosas hacia él y dijo que era “el mejor jugador que tengo en el plantel”) pidió la llegada de Damián Díaz para darle al equipo un salto de calidad.

De Patronato y Lima

Lucas Acosta estuvo a punto de pasar a Patronato, recientemente ascendido del Argentino A a la B Nacional. La amistad de ambas dirigencias hizo que los paranaenses pusieran los ojos en él y en Alfredo Ramírez. Había muchas dudas respecto de cederlo o no, por aquél entonces. Y también en Perú lo apuntaban. A mitad del año pasado, Salvador Capitano lo había querido llevar a Universitario. Y seis meses después, a fines del 2010, otro técnico pero del mismo club peruano lo quiso. José Guillermo Del Solar, más conocido como “Chemo”, recibió las mejores referencias de Esteban Oscar Fuertes para que el volante sabalero se pueda calzar la “10” de la popular “U” peruana.

El diario deportivo El Bocón publicó una entrevista: “Desde la tranquilidad de su casa en Santa Fe, Lucas Acosta sueña estar el 2011 vestido de crema y con la “10’ en la espalda. El habilidoso volante argentino de 22 años es la posibilidad más concreta que maneja la “U’ para ese puesto”, informaron en aquel entonces.

Luego, aparecieron las declaraciones de un eterno olvidado al que Gamboa puso en el último partido y con un terrible cabezazo le dio a Colón tres puntos valiosos frente a Newell’s: “Hace una semana el “Bichi” Fuertes me llamó y me dijo que “Chemo” Del Solar se había comunicado con él y le dijo que me quería llevar a Universitario porque tiene en mente armar un equipo muy fuerte y le faltaba un jugador de mis características. El ‘Bichi’, que es como un padre para mí, le dio buenas referencias de mi juego y me contó que el técnico de la “U’ había visto varios videos míos y que quedó conforme. Ahora es cuestión de que la “U’ cierre mi pase con la dirigencia de Colón”, agregó.

Lucas no tenía arreglado su contrato y podía quedar en libertad de acción a mediados de este año. Sin embargo, la dirigencia —y el presidente como principal estandarte de esta decisión— se empeñó en no regalar el patrimonio. No sólo que no se fue a Perú, sino que se acordó la renovación del vínculo —el otro que demoraba la firma era Alfredo Ramírez, hoy lesionado y descartado por casi todo el 2011— y Lucas empezó otra vez a pelearla desde adentro, aferrándose a esa nueva posibilidad de ganarse un lugar en el equipo. El gol que le dio el triunfo a Colón ante Newell’s, fue el mejor pasaporte para seguir en el equipo. Gamboa necesitaba como agua esa victoria ante el equipo que lo vio nacer futbolísticamente y debutar siendo un joven entrenador. En este torneo, las dos veces que apostó a Lucas desde el arranque, le rindió. Golazo desde afuera del área ante Godoy Cruz en Mendoza y dos cabezazos letales para sorprender a todos en el Nuevo Gasómetro ante 30.000 “cuervos” que todavía no terminan de digerir ni entender por qué se perdió el partido.

Lucas Acosta, como alguna vez pasó con Bertoglio, con Quilez, con Alfredo Ramírez, con Lucas Mugni, con Lessman, con Luque o con ese banco de suplentes repleto de chicos de inferiores que armó Gamboa en el partido ante Boca y en el que él estaba, son los destellos que entusiasman a la dirigencia y a los que trabajan en las inferiores de Colón. Se necesita un técnico con suficientes convicciones para ponerlos, darles confianza y dejarlos. Gamboa, parece, va en camino de sacarle lo mejor a Acosta. Y Lucas empieza a dejar en claro que no es poco lo que tiene para dar.

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Con el amigo. Junto a Alfredo Ramírez, con la tapa de El Litoral aquel día de la victoria ante Vélez en el Amalfitani, donde fueron figuras. A propósito de Alfredo, lo operaron el viernes de los cruzados.

Foto: Alejandro Villar

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Su visión de juego. En un partido ante Tigre en el Centenario, con todos los sentidos puestos en hacer algo diferente y desequilibrante.

Foto: Mauricio Garín


Reconocimiento

El campeonato 2011 de la Liga Galvense, que se inició el fin de semana pasado, lleva el nombre de Germán Lerche, el titular sabalero.

La razón es el reconocimiento a quien realizó las principales gestiones para que la liga logre la federación ante la Asociación del Fútbol Argentino. El 28 de diciembre del año pasado, el Consejo Federal otorgó la afiliación, fijando una “jurisdicción deportiva de carácter transitorio conformada por las localidades en las cuales tiene clubes afiliados (Gálvez, Coronda, Desvio Arijón, Arocena, Colonia Belgrano, Casas, Centeno, Bernardo de Irigoyen e Irigoyen)”.

A dos de la Sudamericana

Esta campaña inestable e irregular de Colón, que gana de visitante y pierde de local, igualmente lo puso en una colocación muy expectante de cara a la clasificación para la Sudamericana de este año.

Hoy, los equipos que están consiguiendo dicho honor son Estudiantes, Vélez, River, Godoy Cruz, Racing y Arsenal. Los sabaleros están a dos puntos de los dirigidos por Russo y Alfaro, que han perdido terreno en las últimas fechas, sobre todo Racing, que acumula tres derrotas consecutivas.

Colón tiene 39 puntos en la acumulada de la temporada, al igual que Lanús, en tanto que acecha Argentinos, de buena campaña, con 38 y logró superar a San Lorenzo, con la victoria del domingo, que cuenta con 37.

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La noche del desahogo. Colón no podía ganarle a Newell’s y Gamboa pensó en él para cambiar la suerte del partido. Gol de Lucas y triunfo rojinegro, la noche que quebraron a Curuchet. Comparte el festejo con Quiroga.

Foto: Pablo Aguirre

/// EL DATO

Una duda

Es la que puede tener Gamboa para armar el equipo que recibirá el sábado a Olimpo, desde las 14. Es que al haber sido expulsado Ledesma, tendrá que buscar su reemplazante. Una alternativa es que juegue Bellone; la otra es que lo haga Quilez y Moreno pase al medio. Se aguardará también la evolución de los dos defensores lesionados (Candia y Goux). Por su parte, Higuaín y Garcé cumplirán sus sanciones y estarán a disposición para el partido con Vélez, también en Santa Fe. Una mala noticia: Franco Toresani, el hijo de Julio César, sufrió una rotura de ligamentos cruzados en una de sus rodillas y deberá ser operado. Venía jugando en reserva y Gamboa lo observaba para llevarlo al plantel.