El candidato a gobernador de Unión Pro Federal, entusiasmado por los apoyos
Torres del Sel: “Hay que hacer feliz a la gente”
De lunes a jueves, el candidato está abocado a la campaña en Santa Fe, hasta tanto terminen los compromisos de Midachi en Buenos Aires y Rosario.
Foto: Flavio Raina
Admite que todavía no tiene definido un programa de gobierno, que lo están elaborando las Fundaciones Crecer y Libertad. Los contrastes de la provincia rica con grandes bolsones de pobreza. Críticas al gobierno nacional.
Mario Cáffaro
“La gente me tiene cariño, son treinta años de haberle alegrado la vida. El dinero me lo gané trabajando y para el más humilde eso vale. Soy conocido, tengo plata, capital y vengo a dedicarle cuatro años a la gente porque me ha dado mucho, pero a ésta hay que darle mucho más. Hay que hacerla feliz. No puede ser que algunos estemos bien y cada vez más enrejados, y que a los demás les vaya para el trasero”. Miguel Torres del Sel está muy entusiasmado con el apoyo que cosecha en su recorrido por la provincia como candidato a gobernador por la Unión Pro Federal. También lo sorprende el grado de recepción que tiene en sectores muy humildes de las grandes ciudades.
Se nota que le impacta la riqueza de algunos y las gravísimas condiciones de pobreza de otros muchos. “Me hablan de récord de producción, de ventas. A ese vaso no lo llenan nunca o nunca rebasó, hay miles que están esperando una respuesta. No creo en esas encuestas ni en la información que dan: hay millones de personas calladas, esperando el momento del voto y será la gran sorpresa”, afirmó cuestionando especialmente al gobierno nacional.
También tiene críticas para la provincia y, por ahora, espera que jóvenes profesionales de la Fundación Crecer y de la Fundación Libertad terminen de armarle los programas de gobierno para la provincia. “El jueves pasado tuve una larga jornada de trabajo con ellos, son pibes de entre 25 y 40 años, todos profesionales, talentosos que me están preparando lo que se puede hacer para la provincia”.
Entre nación y provincia
—¿Qué le pedís a tus colaboradores?
—Que me armen todo lo que se puede hacer en la provincia, sin mentiras, sin prometer grandes cosas. Les comenté lo que estoy viviendo, las reuniones que estoy manteniendo con comerciantes, industriales, con pobres, ricos, clase media. Me van planteando inquietudes: desde el problema de exportar, de empleo, del que tienen aquellos que tienen planes sociales y que no quieren estar en blanco... Quiero llevar soluciones, especialmente a los pobres.
Apunto todo a la educación que es lo único que nos puede salvar como país. Un pibe educado no roba, no se droga, consigue trabajo, el estudio es fundamental. Le pido más datos reales de la provincia para yo poder ir cada vez más contando lo que podemos llegar a concretar.
Se trata de poder concretar los sueños a la gente. No son grandes reclamos, son los reclamos justos de cualquier persona con necesidades básicas. La gente pobre reclama cloacas, que le corten los yuyos, agua. Los fabricantes de maquinaria agrícola tienen problemas de exportaciones, de precios. Estuve en Quickfood y en Friar que están trabajando a pérdida en el último año y medio, que le sacaron la Cuota Hilton o se la redujeron, que no los dejan exportar y que van a terminar echando gente.
—¿Hay planteos hacia temas provinciales y otros son incumbencia de la Nación?
—Habrá que reclamar como gobernante ante el gobierno nacional. Que los pibes conozcan lo que pretendo y les he puesto la palabra honestidad a 10 kilómetros adelante para que sepan cómo hay que trabajar. Me van a empezar a armar los proyectos concretos que puedan expresar lo que queremos como gobierno para la provincia. Esto nos llevará dos o tres meses.
Estoy viviendo cosas muy agradables y otras muy desagradables porque nos han mentido mucho; no vivimos tranquilos por todo lo que han dejado caer a la sociedad en valores, en respeto, en dignidad. Se pueden concretar todos los sueños por la riqueza que fui viendo cuando recorro las rutas. No me da la cabeza para pensar cómo puede haber tanta riqueza y tanta pobreza; falta que alguien una las dos partes y todo se acomode.
—¿Es una ventaja no tener interna?
—La gente tiene que votarnos el 22 de mayo para salir bien parados, la gente nos tiene que ver como ganadores. Noto el egoísmo político de los grandes partidos donde van con muchos candidatos cada uno; ni se han puesto de acuerdo para unificar candidaturas. Hay una ansia de poder de estos candidatos, de estar gobernando. Lo nuestro pasa por otro lado y la gente lo percibe día a día.
Mi participación es bien tomada, la gente se quiere sumar; tengo un muy buen candidato a vice (por Osvaldo Salomón) y en la ciudad he sumado a Chiquito Campanella a quien conozco desde hace años. En los barrios humildes está lleno de gente humilde, que quiere salir adelante y hay que darles una mano.