Ganados y carnes

Los precios no aflojan

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Campos vacíos. Hay un número de ganaderos que han desaparecido y muchos pequeños productores que hoy no pueden volver a la actividad. Hay miles de campos vacíos que, aunque sus propietarios reducen mes a mes, sus pretensiones no logran alquilarse

Foto: Campolitoral

Los frigoríficos y supermercados esperan que aparezca una pata más para forzar una baja de los valores. Una reducción en las cotizaciones permitiría recomponer, aunque sea parcialmente, los márgenes de la intermediación.

 

Ignacio Iriarte

Se ha retenido mucho, a favor del buen estado de los campos y de la baja carga. De acuerdo con la estacionalidad debería ir apareciendo algo más de hacienda para faena.

Comenzó a salir la vaca de los tactos, como así también el novillo de veranada del centro-norte del país y el novillo de las islas, que huye de la creciente. Un mercado climático, donde puede aumentar la oferta en la medida de que se sucedan las primeras heladas, o que puede con lluvias óptimas, hacer que se prolongue la retención estacional.

Todos los operadores, desde los frigoríficos hasta los supermercados, desde los matarifes hasta los exportadores, están esperando que aparezca una pata más para forzar una baja de los precios e intentar así recomponer, aunque sea parcialmente, los márgenes de intermediación.

Desde el año 1999, apogeo de la convertibilidad, el Índice de Precios al Consumidor (no adulterado) se multiplicó por cuatro, un índice ponderado de insumos ganaderos lo hizo por ocho veces y el precio del novillo en Liniers se multiplicó por once. El novillo, que en noviembre del 2009 se cotizaba a 3,42 pesos por kilo vivo, subió a lo largo de todo el año pasado, hasta tocar un máximo de ocho pesos por kilo a fines de octubre, que parecía un techo. A fin de año, la demanda no respondió y a principios de enero había retrocedido a siete pesos por kilo.

Pero a mediados de febrero, el valor comenzó su recuperación y, al día de hoy, con ocho pesos por kilo, el novillo vale un 135 por ciento más que en noviembre de 2009.

Precios

Los precios podrían aflojar en los meses próximos, porque la estacionalidad indica que a partir de marzo la oferta se recupera hasta tocar su máximo anual en octubre.

Pero este año la faena podría evolucionar de manera diferente, porque los feedlots están en su punto más bajo de ocupación en 10 años y porque la brecha de compra-venta es tan grande que la mayoría de los corrales podrían estabilizarse en los bajísimos niveles de ocupación actuales.

Para este año, que ha comenzado con una caída del 15 por ciento en la faena con respecto al año pasado, y un 35 por ciento con respecto al 2009 (el año de la liquidación) podría preverse que el stock ganadero experimente un tímido incremento. Será producto de una faena muy baja y de una marcación que seguramente mejorará, después de dos destetes muy bajos y casi idénticos (11,5 millones de terneros).

Hay una vigorosa retención de terneras y vaquillonas, especialmente de aquellas explotaciones cuyos propietarios viven de otra cosa.


Ganadores y perdedores

Hay un porcentaje muy importante del stock que está en manos de empresarios que no tienen limitaciones de capital y que viven de otra actividad (son mayoría entre los más grandes propietarios de hacienda del país). Estas explotaciones, en su mayoría entre grandes y medianas, van a recuperar rápidamente los vientres perdidos. Pero hay un número de ganaderos que han desaparecido y hay una cantidad también muy significativa de pequeños productores que habiendo perdido parte o todo del rodeo de vientres que tenían, hoy no pueden volver a la actividad. Hay miles de campos vacíos que, aunque sus propietarios reducen mes a mes, sus pretensiones no logran alquilarse. En algunos casos, los dueños, además de haber bajado hasta en un 40 por ciento el alquiler en kilos de novillo, ofrecen hasta hacerse cargo del cuidado de la hacienda. No obstante, ni así logran alquilar.