CIRCO SAFARI

Más que tradición circense

Con treinta artistas en escena, la carpa emplazada en Bv. Pellegrini 3300 propone “que los chicos vivan su ilusión y los padres vuelvan a ser niños”.

Más que tradición circense

Chicharrín y Richar, los payasos chilenos, son parte de la magia de esta compañía dedicada a mantener el espíritu del circo tradicional. Foto: Gentileza producción

De la redacción de El Litoral

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En el predio de la Sociedad Rural (Bv. Pellegrini 3300), se erige un mundo de ilusiones que promete en afiches “emoción, destreza y alegría”: el Circo Safari, uno de los circos más grandes y antiguos del país, que recorre el continente Sudamericano desde hace más de cien años.

Bajo la lona de su imponente carpa, late el mundo mágico de su compañía, compuesta por cincuenta personas y “dedicada a mantener el espíritu del circo tradicional”, expresaron quienes sus integrantes. En detalle, Safari reúne en un mismo espectáculo a treinta artistas uruguayos, chilenos, brasileños, venezolanos, colombianos y argentinos. En palabras de Fernando Dresdner, integrante del circo, “todos los artistas que salen a escena son muy ovacionados. Cuando el circo estuvo en gira por Chile se sumaron a esta compañía Chicharrín y Richar, nuestros payasos para la temporada 2011, que entusiasman y arrancan sonrisas a grandes y chicos”.

De la risa al asombro

Además del clásico show de los payasos, Safari también propone a Sabrina y su numero de caniches comediantes, a la brasileña Nadia y sus danzas exóticas y al contorsionista Paúl Dresdner, quien despertó asombro también en la pantalla chica al lograr dislocaciones con su cuerpo en Show Match.

Al asombro se suma también el vértigo de las acrobacias aéreas y del “Globo de la muerte”, en que un grupo de los motociclistas arriesgan su vida al acelerar sus motos y girar en el interior de una esfera de meta, a más de 90 km por hora.

“Todos los números tienen algo muy especial -agregó Fernando-, todos son muy sorprendentes, no hay uno que sea mejor que otro. Cada uno tiene sus emociones, vértigo y riesgos... es un verdadero circo, con un espectáculo de casi dos horas para que los chicos vivan su ilusión y donde los padres vuelven a ser niños”.

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Funciones Todos los días a las 21.30, y sábados y domingos a las 16, 18.30 y 21.30. Los espectáculos no se suspenden por lluvia.