Elecciones en Perú

Humala y Fujimori disputarán la presidencia en una segunda vuelta

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Ollanta Humala

Foto: EFE

El ex militar superó el 29 % de los votos mientras que la hija del ex presidente preso obtuvo 6 puntos menos. El balotaje se hará el próximo 5 de junio.

 

De la Redacción de El Litoral

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DPA - EFE

La segunda vuelta por la presidencia del Perú será disputada por el nacionalista Ollanta Humala y la derechista Keiko Fujimori, según las cifras dadas a conocer al cierre de esta edición por el organismo que fiscalizó las elecciones generales disputadas ayer.

El último reporte de la Oficina Nacional de Procesos Electorales -con un 72,3 % de votos escrutados- indican que Humala obtuvo 29,2 por ciento de los votos emitidos, mientras que Fujimori logró el 22,8 % y un 21 % fueron para Kuczyniski. Tras ellos se sitúan el ex presidente Alejandro Toledo (15,1 %) y el ex alcalde de Lima Luis Castañeda (10 %), más cinco candidatos que en ningún caso llegan al 1 % de votos.

Por su parte, el conteo rápido de actas de la organización civil Transparencia, habitualmente muy preciso, da como resultado final a Humala un 31,1 por ciento, a Fujimori un 23,2 y al liberal Pedro Pablo Kuczynski 18,7 por ciento.

Aunque no explícitamente, Pedro Pablo Kuczynski admitió esta mañana que quedó fuera de la segunda vuelta electoral por la Presidencia de Perú y, aunque no lo confirmó taxativamente, se mostró más predispuesto a apoyar en el balotaje a la derechista Keiko Fujimori que al nacionalista Ollanta Humala.

“Mi impresión es que, salvo que el voto extranjero sea muy grande a mi favor, nos estamos acercando a una situación en que es casi evidente que la segunda vuelta es entre Keiko y Ollanta”, señaló en breves declaraciones a un grupo de periodistas, aunque afirmó que reconocerá la situación sólo una vez que ella sea confirmada por los resultados oficiales.

A diferencia de la actitud que había adoptado anoche, esta vez Kuczynski no se mostró eufórico y sí aceptó hablar sobre la hipótesis de un balotaje sin él.

En ese sentido, afirmó que en la segunda vuelta apoyará a aquel candidato que cumpla tres condiciones: “compromiso con los derechos humanos y la libertad de prensa”, y “un quiebre con la corrupción del pasado”.

Al respecto, recordó que la plataforma electoral de Humala postula “control de los medios, cambio constitucional y estatización”, y sostuvo: “Creo que estas cosas nos van a hundir”.

“Creo que Ollanta es más peligroso, pero eso no quita que el partido de Keiko también tiene sus bemoles”, agregó Kuczynski.

El ex primer ministro advirtió que “si ellos van a querer el apoyo de fuerzas democráticas no sólo se van a tener que vestir como demócratas sino también demostrar que lo son”.

No obstante, pese a sus críticas a Humala reconoció que en Perú “falta mejorar la situación social y lo que promete Ollanta parece atractivo para un grupo de gente que supera el 30 por ciento, que equivale al mismo porcentaje que no tiene agua en su casa”.

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Keiko Fujimori

Foto: EFE

Descalabro oficialista

El gobernante Partido Aprista Peruano (PAP), el más antiguo y generalmente considerado el más sólido y mejor organizado del Perú, sufrió el domingo uno de los más grandes descalabros en la historia.

Las proyecciones calculan que el partido del presidente Alan García solo tendrá cuatro de los 130 parlamentarios, lo que el dirigente Javier Barreda se anticipó a definir como uno de los peores resultados en 80 años de historia.

El descalabro se da en el marco de una gran impopularidad de García, quien adolece de un elevado rechazo a su gestión pese a sus buenos números macroeconómicos. Para analistas, se trata de una cuestión personal, pues el mandatario hartó a sus compatriotas con su ego y su discurso exagerado, como que el Perú es un país en camino hacia el Primer Mundo al que todos los demás envidian.

Además, el partido acrecentó su fama de corrupto y de que tiene dificultades para posicionar candidatos cuando el hábil García no está directamente en campaña.

El PAP ni siquiera tuvo candidato presidencial, pues Mercedes Aráoz renunció después de que no se le aceptara su condición de que en las listas al Congreso no hubiera investigados o procesados por corrupción, Según analistas, fue una salida honrosa que buscó Aráoz cuando los sondeos le perfilaban una humillante derrota.

Barreda dijo que el partido debe entrar en una fase de reevaluación y recomposición que incluirá la necesidad de que algunos de sus líderes históricos “den un paso al costado”.