Ampliación

Declaración por el crimen de Betinelli

De la Redacción de El LItoral

Este martes, a partir de las 9 de la mañana, el juez de Instrucción Séptima, Diego Andrés De la Torre, le tomará una ampliación de declaración indagatoria a Alberto Miño, de 30 años, acusado por el crimen de Rodrigo Betinelli ocurrido el 14 de enero de 2006.

El acusado se encontraba prófugo desde hacía más de cinco años y fue atrapado el 1º de abril, cuando intentaba realizar un retiro de un giro postal de $ 200 en una sucursal del Correo Argentino, de calle la Candelaria al 172 del partido de Temperley.

Una investigación de la Tropa de Operaciones Especiales de la provincia pudo dar con Miño luego de varios meses de trabajo, hasta que lo localizaron en una villa ubicada en las inmediaciones de Temperley y Quilmes Oeste. Cuando lo atraparon estaba solo, llevaba el teléfono celular pinchado y el DNI de otra persona.

Desde entonces, Miño está alojado en el pabellón 5 norte de “Los Hermanitos”, en la Cárcel de Coronda, resguardado de otros internos a causa de sus antecedentes y del historial delictivo de su padre, apodado el “Pata”.

Su abogado particular, Daniel Rocca, se reunió con él en el penal la semana pasado y a raíz de ello contó que “está bien” y “está tranquilo”. “Estuvimos hablando y vamos a tener una nueva charla previa a la indagatoria en tribunales”, aseguró el profesional.

La ampliación se debe a un “pedido de la defensa”, ya que “le tomaron el sábado cuando no tuvo comunicación previa con el abogado que pidió y no había defensor de oficio”. Ese día “se abstuvo de declarar que es lo que corresponde” y aunque “el acto indagatorio se cumplió Miño no hizo uso del derecho a defensa”.

En cuanto a las medidas que pueda tomar el juez De la Torre tras la indagatoria, el abogado Rocca sostuvo que “un reconocimiento y rueda de persona no tienen sentido porque la foto de él ya salió en los diarios y los denunciantes ya han tendido fotos en su poder; en todo caso se hará un careo si es que el juez así lo entiende”, concluyó.

Rodrigo Betinelli tenía 28 años cuando fue asesinado de un disparo en la cara, en el frente de su casa de calle Boneo al 3800, en el barrio San José, luego de que su padre discutiera con un conductor que arrolló a su perro.