“Nunca vi un presidente feliz”

¿Qué llevan en el bolsillo los hombres y las mujeres más poderosos del mundo? El dato podría formar parte de las mayores incógnitas o dar pie a la más fecunda imaginación. El periodista Jorge Elías fue más allá y, durante veinte años, se los preguntó directamente. El resultado revela mucho más que una enumeración (o ausencia) de objetos, y así lo muestra en su último libro.

TEXTOS. SOL LAURÍA. FOTOS. GENTILEZA JORGE ELÍAS.

missing image file

el periodista y escritor jorge elías.

 

Jorge Elías parece un tipo de mundo. Llega puntual, se sienta y acomoda con la misma naturalidad con la que escribe. Pide un fernet con coca y habla. Habla sin eufemismos y no dice frases armadas. Parece y es: vivió en Washington, Canadá y México, cubrió la guerra de Kosovo y algunas insurrecciones armadas, giras y elecciones presidenciales en tres continentes. Parece y es, digo, porque así, como si nada, ante cada líder mundial que entrevistó, soltó una pregunta simple, común, cero pretenciosa, que encierra mucho: ¿qué lleva en los bolsillos?

Hoy, con la duda que lanzó a más de 50 referentes de todos los países, revela cosas del universo de los que mandan en el libro “El poder en el bolsillo” (Grupo Editorial Norma).

- ¿Cuándo empezaste a hacer la pregunta?

- Con Mijail Gorbachov, cuando vino a la Argentina. Fue una recepción que hicieron en el hotel Hilton, entró saludando y alguien le hace una broma. Él no la entendió y yo aproveché para preguntarle... Me contestó: “Lo imprescindible”. Yo pensé qué será lo imprescindible para estos tipos. Tomándolo desde nuestra óptica, de un ciudadano común, cómo viven, hacen lo mismo que yo, cuando llegan a la casa a la noche sacan todas las cosas del bolsillo y al día siguiente acomodan todo de nuevo y demás. Y a partir de ahí seguí y bueno, pasaron los años.

- Es el detalle que muestra un mundo, ¿no necesitan nada?

- La cuestión más de fondo, creo, es cuán alejados de la realidad viven. Cuando a Zapatero le preguntan cuánto cuesta un café en Madrid y contesta 0,73 euros, lo que está diciendo es lo que cuesta en el Congreso de los Diputados, que es el único lugar al que va. Es decir, Zapatero no pisa un café en un bar en Madrid. Tampoco un presidente a veces puede saber cuánto cuesta un litro de leche, no todos lo sabemos, pero tener una noción de la realidad sí. Y viven en una burbuja, que es la burbuja que te crea el mismo poder. Y por esa burbuja hay mucha gente que trata de sostenerse alrededor de ellos, y se sostienen tratando de darles buenas noticias, diciéndoles que todo funciona fantástico, mostrándoles un mundo virtual, no el real. El mundo real es el que viviste hoy: saliste a la calle, no pudiste llegar a tiempo a ningún lado, agarraste un bache o viste que asaltaron a alguien. Ese mundo real no lo viven. Y creo que más que un defecto es una parte intrínseca del poder.

- ¿Algo que no se puede evitar?

- Son muy pocos los que tienen posibilidad de vivir el día a día del ciudadano común. Hay algunos que lo hacen, y que lo han hecho. Pero son muy pocos porque les queda poco tiempo y porque tienen tantas cuestiones que atender que de repente su mundo se resume en las estadísticas y en la visión de aquellos en los que confían determinadas tareas. Están en si el PBI da tanto, si las reservas dan tanto, si el tipo de cambio dice lo otro y la desocupación aquello, si la ecuación va bien o va mal. No se mide el estado de ánimo. La Argentina en los 90 tenía 8000 dólares de ingresos per capita. Menem inauguraba la Asamblea del Banco Mundial y daba discursos a los Ministros de Europa y, la verdad, es incomprensible porque había desocupación, pobreza, inequidad... Eso es un poco lo que te pinta la realidad que vive esta gente. Viven en una burbuja.

- ¿Lo de la burbuja también es universal o hay diferencias?

- Hay diferencias, sobre todo en las respuestas de las sociedades y de las instituciones. En América Latina en general las instituciones son débiles y no fiscalizan el poder. Nosotros tenemos la misma constitución que EEUU, pero la aplicación es diferente. Allá tienen un régimen que se respeta indefectiblemente desde la independencia. Y hay límites que no es necesario que estén escritos, te los impone el sentido común. La diferencia más grande es que las sociedades latinoamericanas son sociedades modernizadas pero no son modernas. Nuestro pensamiento mismo no es moderno. Somos más resultadistas, como esta manía del que tiene los votos manda. Eso es autoritario.

- En las respuestas, ¿viste diferencias según país? ¿alguno que se ofendiera, por ejemplo?

- Para preguntarle eso a algunos, tenés que pautarlo antes con los asesores, como con George Bush. En otros casos es la oportunidad, es encontrártelos en un pasillo y que te den pie para hacerla. Y en otros es sorprenderlos y que se lo tomen a bien o se lo tomen a mal. Fujimori se ofendió mucho. Otros, como Álvaro Uribe o Chávez, empezaron a vaciar sus bolsillos y pusieron todo sobre la mesa.

- ¿Y con las mujeres?

- La que me pareció más divertida fue la respuesta de Mary McAleese, presidenta de Irlanda, que no llevaba nada, ni bolso, nada. Y le pregunté ‘¿no lleva bolso?’. Y me dijo ‘no, para eso lo traigo a Martin’. Martin es el marido, con el que viaja, que es odontólogo y cerró su consultorio para estar con su mujer. Él lleva las cosas de ella en los bolsillos.

- ¿Todos disfrutan ese tipo de poder, pese a todo?

- Ellos pueden vivir sin reloj, sin tiempo. Pero yo no sé hasta qué punto lo disfrutan. Siempre los vi con vocación de poder, pero insatisfechos. Nunca he visto un presidente feliz, ni un ex presidente feliz. Dicen: “es que cuatro años no alcanzan” o “la gente no entiende” o “los medios distorsionan”. Nunca he visto un presidente que te transmita felicidad. Siempre he visto gente a la defensiva, porque saben que, entre bambalinas, alguien está o quiere serrucharle el piso, gente muy desconfiada y absolutamente controladora, que no puede delegar ni perder detalle.

- ¿Te quedó alguien pendiente?

- El tema es que cada vez hay menos contacto humano. Para el periodista es tremendo, porque te quita algo esencial: no podés describir. Están gobernando, aunque lo nieguen, con dos patrones: el resultado de su gestión y la adhesión popular que cosechan en el día a día. Todos los días rinden examen. Por eso hoy hay tanto asesor de imagen. Y por eso muchas veces se cierran y toman distancia, están a la defensiva. Me pasó mandar un cuestionario por escrito, porque era la exigencia, y que un Presidente me lea las respuestas. Yo le pedí que me de las respuestas para aflojarlo un poco. No había nada espontáneo.

- ¿Ya no encantan?

- Creo que hoy hay una crisis de seductores. No hay ningún poder de seducción en ningún candidato de ningún país.

missing image file

portada del libro editado por el grupo norma.

missing image file

con el ex presidente de ee.Uu. george w. bush.

UNO POR UNO

- Ángela Merkel (Alemania): “Todos los viernes le da la lista del supermercado al marido y, los fines de semana, cocina. Para las navidades también. Y cuando le critican el trajecito sastre que usa de la mañana a la noche, ella dice ‘consíganme un maquillaje que me dure 16 horas y yo me cambio’. En el fondo lo que te muestran es que algunos no dejan de ser humanos”.

- Carlos Menem (Argentina): “Es un encantador de serpientes. Además, no era el tipo que se paraba y daba un discurso. Era el tipo que estabas en Olivos y cambiaba los canales para buscar fútbol hasta las 3 a la mañana. El tipo que tiene una enorme capacidad, por ejemplo, para recordar caras y asociarlas a nombres”.

- Ricardo Alfonsín (Argentina): “Un día fui a hacerle una entrevista, ya como ex presidente, estaba durmiendo la siesta y me recibe en la habitación. Alfonsín era el tipo que dormía la siesta de camisón y padre nuestro, hasta durante semana santa”.

- Bill Clinton (EEUU): “Clinton tomaba coca cola light. Y cuando le hacías una pregunta que no le gustaba, sacaba la lata y la ponía arriba del escritorio. Eso significaba que había que pasar a otra pregunta”.

- Madeleine Albright (ex secretaria de Estado de EE.UU.): “Ella misma lo confesó una vez: ‘si quieren saber qué pienso, lean mis broches’ (tiene más de doscientos). Su humor, su predisposición en las negociaciones tenía por delante un misario: podía ser una libélula, una araña o una mariposa multicolor en la solapa. Lo que fuera, estaba dicho antes de pronunciar la primera palabra”.

- Hugo Chávez (Venezuela): “Es un gran bocón. Una vez convocaron a una reunión en Puerto Iguazú entre Néstor Kirchner, Lula, Evo y él. Como Evo no tenía avión, Chávez pasó a buscarlo, comió lo que Evo cocinó y a la noche fueron a Puerto Iguazú. Cuando llegó, delante de todos los que estábamos, empezó a contar: ‘ah, no sabes hermano las ministras cubanas que llevamos anoche’”.

- Nicolás Sakozy (Francia): “Trata de ser lo más dinámico y moderno que puede. Lo que pasa es que lo logra hacia fuera pero no adentro. Le tocó vivir un momento muy particular. Un tipo muy apegado a la imagen, muy pragmático, más pragmático inclusive que Chirac”.

missing image file

Luiz Inácio Lula da Silva y jorge elías.

missing image file

con ricardo lagos, presidente de chile entre los años 200 y 2006.

missing image file

junto a josé maría aznar, ex presidente de españa.

missing image file

junto al presidente de venezuela, hugo chávez.