Conmoción en Marruecos

Identifican la nacionalidad de 7 muertos en el atentado

Identifican la nacionalidad de 7 muertos en el atentado

Vista de la terraza del café Argana tras el atentado registrado ayer en la plaza Yemá el Fna de Marraquech. Al menos 15 personas, entre ellas nueve extranjeros, han muerto, y una veintena resultaron heridas, cinco de ellas de gravedad. Foto: AGENCIA EFE

En el ataque con explosivos a un café marroquí murieron ayer 15 personas.

 

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EFE-Télam

Dos marroquíes, dos franceses, dos canadienses y un holandés han sido identificados entre las 15 víctimas mortales registradas en el atentado del jueves en Marraquech, según informó hoy el Ministerio de Interior.

A través de un comunicado, el ministerio, que rectificó la cifra total de los muertos y aseguró que los fallecidos son 15 y no 16 como se había dicho en las últimas informaciones, apuntó que la Policía científica continúa el trabajo de identificación de las víctimas.

El secretario general del Ministerio de Sanidad, Rahal Makaui, dijo en el transcurso de una visita al hospital Ibn Tufail de Marraquech, donde han sido ingresadas parte de las víctimas, que ocho ciudadanos franceses, dos marroquíes y una ciudadana holandesa están siendo atendidos de sus heridas en ese centro.

Makaui agregó que los heridos evolucionan favorablemente y que el resto de los afectados por la explosión registrada en una cafetería de la turística plaza Yemá el Fna han sido atendidos en el Hospital Militar de esta ciudad y en clínicas privadas.

El cónsul honorario holandés en Marraquech, Mark Wintkel, confirmó que uno de los muertos es holandés, así como dos de los heridos, y todos ellos formaban parte de un grupo de ciclistas que habían llegado a la ciudad.

Por su parte, el wali (gobernador) de Marraquech, Mohamed Mehidia, visitó esta mañana a los heridos en el hospital Ibn Tufail junto a una delegación diplomática francesa.

Mientras, Wafiq Abdelghani, diputado del Partido Autenticidad y Modernidad (PAM, una de las principales fuerzas políticas en Marruecos), consideró en el mismo hospital que el momento en que ha sido cometido el atentado “plantea muchas preguntas sobre por qué tiene lugar” después de que, tras las protestas en las calles, Marruecos haya comenzado reformas profundas.

“El atentado es un intento de frenar las reformas y propagar la violencia”, dijo Abdelghani, quien insistió en que el Estado “seguirá vigilante ante quienes quieran hacer descarrilar el proceso”.

El pasado 9 de marzo, el rey Mohamed VI anunció una reforma global de la Constitución, aunque pese a esta decisión miles de marroquíes siguen manifestándose para pedir profundos cambios políticos y sociales.

Respecto a la investigación del atentado, Naciri indicó que “la está supervisando la Fiscalía General de Marraquech, y por el momento nos abstenemos de acusar a alguien”.

Este atentado es el más importante en Marruecos desde el 16 de mayo de 2003, cuando una cadena de atentados suicidas en la ciudad de Casablanca acabó con la vida de 45 personas, entre ellas cinco españoles.

Normalidad

La plaza Yemá el Fna de Marraquech, donde tuvo lugar ayer el atentado que costó la vida a 15 personas, recuperó esta mañana una relativa normalidad, y tan solo el café donde se produjo la explosión sigue acordonado mientras la policía científica investiga los hechos.

Un equipo de la policía recopila información en el lugar de los hechos, mientras que decenas de curiosos se pasean por los alrededores del café Argana, para observar los destrozos del local.

“Los que han perpetrado este atentado no son marroquíes y no merecen serlo. Nos quieren quitar nuestro medio de vida. Nosotros vivimos de esta plaza”, comentó un comerciante.

Pese al atentado de ayer, la normalidad vuelve a la plaza de Yemá el Fna, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, y a primera hora de la mañana los comerciantes se colocaban en sus respectivos lugares para vender sus productos a los turistas.

“Esto es feo. No dará ningún resultado”, explicó uno de los curiosos que llegó a la ciudad para observar lo ocurrido.

Mientras, al aeropuerto de Marraquech continúan llegando turistas de diferentes nacionalidades, algunos de ellos todavía ajenos a lo que sucedió ayer en la plaza.

La presencia policial en las inmediaciones del aeropuerto es algo más intensa de lo habitual, aunque las medidas de seguridad continúan siendo las mismas.

/// EL DATO

Sin responsables

El ministro de Economía y Finanzas de Marruecos, Salahedin Mezuar, dijo hoy en Madrid que de momento no hay información sobre los autores del atentado del jueves en Marraquech, ni tampoco sobre si detrás de esta acción ha podido estar algún grupo vinculado con Al Qaeda. También señaló que los servicios del Ministerio del Interior trabajan para recabar pistas que ayuden a esclarecer las circunstancias de lo ocurrido.

“Pero de momento y hasta ahora, no tenemos información cierta sobre el origen del acto y los responsables”, reiteró el ministro marroquí.

La explosión hizo temblar el edificio

Un cocinero y uno de los camareros del café-restaurante Argana, escenario del atentado que ayer se cobró la vida de 15 personas en la turística plaza Yemá el Fna de Marraquech, relataron que la explosión fue “terrible” e hizo temblar el edificio del local.

Abdelkader Lachab, de 23 años y cocinero del restaurante, que visitó hoy a un compañero suyo que se halla ingresado en el hospital Ibn Tufail de Marraquech, manifestó que tras la explosión vio restos humanos todavía en llamas cuando salió a la terraza.

“El trabajo por la mañana había sido normal, como todos los días. Cuando estábamos preparando las comidas del mediodía, escuchamos una explosión muy fuerte, y entró una corriente de aire muy fuerte durante diez segundos”, dijo.

“Pensamos que era una bombona de gas. Me entró pánico y escapé hacia la planta de arriba, y allí en la terraza me encontré restos humanos, algunos de ellos todavía en llamas, y cuatro personas que aun se movían”, narró.

El camarero Mulay Driss, de 28 años, explicó que un compañero de trabajo llamado Yasin murió en la explosión, y, que al igual que Lachab, se había acercado al hospital para visitar a otro que se encuentra herido.

“Escuchamos una explosión enorme que hizo temblar todo el edificio”, explicó Driss, quien todavía, según señaló tiene problemas de audición tras el atentado.

Un taxista que se hallaba estacionado a unas decenas de metros del café en el momento del atentado, y que prefirió guardar el anonimato, señaló que en un primer momento creyó que las ruedas de su coche habían explotado, que sintió “mucho miedo” y que la explosión fue “gigantesca”.