Llegan cartas

Las Cuatro Culturas

 

Roberto Ale - DNI 6.262.178

Señores directores: Santa Fe cuenta con un lugar histórico, bellísimo, en cercanías del Convento de San Francisco y de la Casa de Gobierno. Se llamaba el Paseo de las dos Culturas por el homenaje al aporte de la cultura aborigen y europea.

La Municipalidad cambia la denominación, ya que agrega la cultura afroamericana; en estos momentos la denominación correcta es: Paseo de las Tres Culturas.

Cuando leí sobre esta magnífica idea de incorporar a los afroamericanos pensé: qué lástima que no se tuvo en cuenta el aporte de la cultura asiática, ignorando tal vez por desconocimiento o descuido el aporte cultural de la inmigración árabe y turca, de países asiáticos como Palestina, Líbano, Siria, Marruecos, Turquía y la diversidad de inmigrantes de religiones como las: judía sefardí, cristianos melkitas, ortodoxos, católicos y los musulmanes chiítas, sunitas y alauitas.

Este colectivo representa en Santa Fe el tercer lugar en lo cuantitativo después de italianos y españoles, y sus integrantes son un sólido soporte para el quehacer de nuestra ciudad.

Es una pena sentirnos marginados, mas no creo discriminados como cuando esta inmigración llegó a finales del siglo XIX y principios del XX.

Nuestros abuelos lo fueron por la mismísima Constitución que privilegiaba a los europeos de ciertas regiones, que recibieron todo tipo de ayuda.

Para los árabes y judíos asiáticos la cuestión fue distinta, ni hoteles de inmigrantes, ni traslados al interior, ni tierras, ni créditos, tampoco herramientas, nada de nada.

La ayuda que recibieron los primeros fue de españoles e italianos y luego el apoyo entre connacionales, fundamentalmente en mercaderías que luego salieron a vender al menudeo para ganarse las primeras monedas.

De eso ya ha pasado un siglo, cuatro generaciones plenamente integradas y es como si todavía no fuéramos reconocidos.

El tema del Paseo de las Tres Culturas -que debería ser de las Cuatro Culturas para ser justos- no es un cargo solamente para el intendente y concejales que no nos tuvieron en cuenta; es una crítica incluso para nosotros los descendientes de árabes, que no nos preocupamos por difundir y hacer conocer lo nuestro; tampoco interesarnos como corresponde para no quedar al margen de lo que acontece.

Lo lógico es ocupar el lugar que como santafesinos y argentinos tenemos ganado. No debemos considerar que seamos mejores que nadie, pero tampoco resignarnos a la inacción, como si hubiéramos nacido de un repollo.