Grupo 4 Mujeres Rouge

Mujeres solas que buscan el amor

Se estrena este sábado 14, a las 22, en La 3068, el nuevo espacio teatral de la ciudad, “Qué hiciste del amor”, una producción galardonada por el Ministerio de Innovación y Cultura.

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Hacia el estreno, los integrantes del nuevo grupo confían en los resultados tras un largo período de elaboración.

Foto: Luis Cetraro

 

Roberto Schneider

Una nueva producción teatral se presentará este sábado a las 22, y luego en futuras funciones los mismos días y a la misma hora, en La 3068 -la nueva y feliz iniciativa de un grupo de teatristas santafesinos-, la coqueta sala ubicada en San Martín 3068, el espectáculo “Qué hiciste del amor”, premiado por un jurado especializado en el reciente concurso de coproducciones teatrales del Ministerio de Innovación y Cultura de la provincia.

Cuatro portentosas actrices santafesinas son las autoras y las intérpretes de la propuesta. Ellas son -en estricto orden alfabético, para evitar conflictos estelares- Yanina Bileisis, Claudia Correa, Gabriela Feroglio y Mariana Mathier. En diálogo con el responsable de la puesta en escena, el joven creador Pablo Thibalt, nos formula una pregunta urticante: ¿qué hiciste del amor? (el mismo título del montaje). Esta, nos dice, es la pregunta central que cada una de las protagonistas de la obra se hace a sí misma, porque la propuesta habla de cuatro mujeres solas, en la intimidad más profunda, hablando con ellas mismas un día antes de cumplir años: 30, 40, 50.

“El proyecto -sostiene Thibalt- comienza a articularse a partir de cuatro monólogos separados, trabajados por las actrices en el marco del Taller de Teatro de Raúl Kreig en 2010. Estos monólogos representaban a cuatro mujeres diferentes, de distintas generaciones, con personalidades y fisonomías opuestas y complementarias que posibilitaban cuatro instancias posibles de abordar a la mujer (argentina contemporánea). Similitudes y diferencias que sostenían la premisa filosófica de que una mujer puede ser todas las mujeres y viceversa”.

Sobre la cama

El peso de la soledad y la locura en cuanto contenidos literarios de los monólogos fue el atractivo inicial para armar un espectáculo con estos trabajos. Desde ese punto de partida se fue configurando una propuesta en torno de dualidades tales como el amor y el odio, la soledad y la compañía, la soledad y la locura, la mujer y el hombre, la seguridad y la urgencia, la realización personal y el fracaso, entre otras.

El espectáculo propone cuatro intimidades superpuestas, desdibujadas, atravesadas por otras intimidades. La cama único elemento escenográfico- sostiene el concepto, potenciando el universo de significados de la puesta, y su presencia se completa con lo velado y lo develado en un espacio escénico despojado, blanco, simple, soporte para la complejidad de los personajes.

La integración de técnicas teatrales como el melodrama, el realismo, el distanciamiento sostiene este juego de intimidades y es instaurada sobre una partitura de movimientos asistidos por la danza y la danza teatro. Y un universo sonoro refleja la intimidad, la denuncia, la confunde y la completa. Es en el plano auditivo en el cual aparece el bolero como el género musical y discursivo más visceral relacionado a las dualidades de la obra y al amor entre hombres y mujeres, entre mujeres y entre hombres.

Los hacedores

Como ya se dijo, las autoras y actrices son Yanina Bileisis, Claudia Correa, Gabriela Feroglio y Mariana Mathier. Las cuatro se inspiraron en textos de Graciela Ferraris, Mario Benedettti, Gabriel García Márquez, Marisa Silva Schultze y Clarice Lispector. Y cabe consignar que se trata de una creación colectiva con la dirección actoral de Raúl Kreig y la puesta en escena de Pablo Thibalt, con iluminación de Alejandro Prieto.

Thibalt hace hincapié en destacar que “las interpretaciones de estos cuatro monólogos de la muestra de Raúl y los textos han sido el puntapié inicial para interesarme en este proyecto. Cuando convoqué a la Negra Correa, Yanina Bileisis, Gabriela Feroglio y Mariana Mathier para producir los monólogos ni imaginaba la posibilidad de hacer lo que ahora aparece en la difusión como la puesta en escena, ni que nos presentaríamos al concurso de coproducciones y mucho menos que cada uno de los ensayos sería un espacio para poner mucho de mí en la escena. Pero todo esto ha ido ocurriendo naturalmente, ha sido un proceso conjunto creativo sumamente enriquecedor”.

“En algún punto es hasta mágico, porque al mismo tiempo todo lo que aparece en el espectáculo es material que ellas fueron poniendo en juego y que yo fui eligiendo y combinando, para dar forma a lo que hoy se ve. Las cuatro actrices son muy creativas, prolíficas en la generación de imágenes, en la proposición de ideas y soluciones escénicas. Por lo que materia prima había, tenía un abanico casi inagotable de opciones.

“La bisagra dentro del proceso fue la incorporación de la cama en la propuesta. Con este elemento empezó a configurarse algo nuevo, que cohesionó y dio nueva fuerza a los monólogos iniciales. Alrededor de la cama están ellas, sus textos, sus voces y sus cuerpos, fundamentalmente sus cuerpos. Con una contundencia que a mí me ha sorprendido siempre. En esto sin dudas está presente el aporte de la danza, que vino de la mano de Bileisis y Correa. Es un valor agregado que ha enriquecido enormemente el trabajo de sus compañeras y el resultado total.

“Me ha tocado trabajar con cuatro actrices extraordinarias -dice con felicidad finalmente Thibalt- que venían de ser dirigidas durante un año por el maestro Raúl Kreig. Soy un privilegiado, porque además mi amigo, Sergio Abbate, ha acompañado el proceso y ha confiado en mí para esto desde el primer momento con una fe que yo no tenía. Siento que hemos preparado una comida con los mejores ingredientes, ahora nos resta saber si el resultado sabe bien. Es la gran incógnita, la ansiedad por lo que sienta y piense la gente, el público. Espero que no sea mal visto hacer el servicio sobre la cama...”.