Una gran inspiración

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Agustina Ponce Jermou, Mariana Denise Nadalich, María Florencia Ordiz, Franco Romero y Gastón Ponce Jermou, son uno de los grupos ganadores de “Ingenia, Fondo para el desarrollo de iniciativas juveniles”. Ellos nos cuentan su proyecto orientado a la realización de un taller de expresión para niños de la comunidad toba del Barrio Las Lomas.

Somos un grupo de jóvenes provenientes de distintas disciplinas: teatro, comunicación social y abogacía. Mariana Nadalich y Agustina Ponce Jermou son estudiantes de la carrera de Comunicación Social y están iniciando su tesis de grado basada en la comunidad toba del barrio Las Lomas.

Gastón Ponce Jermou, abogado, participa fundamentalmente en las actividades vinculadas a los derechos de los pueblos originarios y de los niños. En lo que respecta a las artes escénicas, Florencia Ordiz y Franco Romero, realizan talleres y participan en producciones teatrales de la provincia.

Nuestra motivación fue generar un espacio de intercambio cultural, brindando herramientas que propicien una valoración de sus tradiciones, permitiéndonos conocer y entender sus prácticas, creencias y costumbres.

El proyecto consiste en la realización de un taller de expresión dirigido a niños de entre 4 a 15 años, que pertenecen a la comunidad toba del Barrio Las Lomas. Éstos niños, al igual que sus padres hablan su lengua fluidamente, sin embargo solo algunos saben escribirla. Es importante y nos interesa destacar que con el paso del tiempo la comunidad toba de la ciudad no perdió su medio de comunicación y de identidad más importante: su lengua madre y originaria.

Actualmente Andrés Sosa, miembro de la comunidad, se desempeña como educador realizando tareas de apoyo escolar y enseñando la lengua Qom a los niños.

Es importante mencionar el apoyo que nos brindó la Fundación Arqueológica del Litoral (FUNDARQ). Con ella estamos planificando muchas actividades en conjunto, desde donación distintas donaciones, hasta la posibilidad de que en el barrio se puedan volver a crear espacios de taller de cerámica, cestería, etc, que realizan los padres de los chicos de la comunidad como salida laboral. También la posibilidad de que los chicos de la comunidad tengan un paseo por la ciudad, en parques, eventos culturales, entre otras.

Lo que nos proponemos es brindarles a los chicos un espacio para la expresión, a través del juego. Por eso es primordial escucharlos, estar atentos a lo que surge en los encuentros, a las problemáticas de la comunidad que afectan directamente a los chicos. Creemos que los frutos de este taller se darán a  largo plazo y sostenidos mediante una constante entrega. Es importante que desde nuestro lugar hagamos visibles las necesidades de la comunidad en la que estamos desarrollando el taller.

Lee la nota completa en osea.ellitoral.com.