En el primer cuatrimestre

El 43,3 % de las empresas rafaelinas declararon que sus ventas aumentaron

En términos de empleo casi el 20 % declaró tener una estructura de recursos humanos menor a la necesaria, en tanto que preocupan el costo salarial y de materias primas.

Agencia Rafaela

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Según los resultados, más del 40% de las empresas declararon que sus ventas aumentaron en el primer cuatrimestre del año. En cuanto a las inversiones, la expectativa resultó favorable, ya que se vio un aumento de casi 6 puntos comparado con los valores de la encuesta de los últimos cuatro meses de 2010. Tras la necesidad de medir y seguir monitoreando las diferentes expectativas del empresariado local, el Instituto de Capacitación y Estudios para el Desarrollo Local (Icedel), la Asociación Civil para el Desarrollo y la Innovación Agencia Rafaela (Acdicar) y el Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región (CCIRR) presentaron los resultados de la segunda Encuesta de Expectativas Empresariales realizada durante el primer cuatrimestre de 2011. En esta oportunidad el relevamiento se llevó a cabo en 55 empresas, de Rafaela, representativas del 80% del empleo local.

Con la presencia de Gustavo Segnini, presidente de la Comisión de Industria del CCIRR, Roberto Mirabella, secretario de Gestión y Participación y director del Icedel, Germán Burcher, secretario de Desarrollo, Innovación y Relaciones Internacionales y el representante del sistema de información territorial de Acdicar, Mario Garrapa, se presentaron los resultados de la segunda encuesta empresaria realizada en la ciudad.

Según el sondeo, en los últimos cuatro meses, el 43,3 % de las empresas declararon que sus ventas aumentaron en este período del año, contra el 54% que no registraron modificaciones. En cuanto a las expectativas sobre la evolución de ventas para el cuatrimestre venidero el relevamiento indica que sólo el 25 % de los empresarios consultados opina que se incrementarán y un 69 % que no se modificarán, lo que determina una caída de las expectativas en función de que en el trabajo anterior casi un 44 % creía que aumentarían.

En relación a la evolución económica del país para los próximos meses la encuesta establece que un 62 % percibe que las condiciones “se mantendrán igual”, un 22 % que mejorará y el 16 % restante proyecta un empeoramiento.

Sobre futuras inversiones, la expectativa resultó favorable, ya que se vio un aumento de casi 6 puntos comparado con los valores de la encuesta anterior, alcanzando un 32,5 %. En oposición, 18,9 % de los empresarios asegura no tenerlo en sus planes y el resto, casi la mitad de ellos, indica que “quizás” lo haga.

Por el lado de recursos humanos, más de un 16,7 % de empresas declaró tener una estructura menor a la necesaria para su empresa, casi un 70 % manifiesta tener la “adecuada” y el 13,9 % sostiene que es mayor a la necesaria. De todas maneras, un 21 % piensa que aumentará el nivel de empleo y un 76 % que se mantendrá igual.

El aumento del costo de la mano de obra, las presiones inflacionarias y la suba en las materias primas e insumos, son factores de alerta para el sector empresario cuando son consultados sobre las causas que podrían limitar el ritmo de crecimiento de la actividad económica. El primero de los casos es motivo de preocupación para el 84 % de los hombres de negocios consultados, en tanto que el segundo lo es para el 78 % y en el tercer ítem llega a un 65 %.

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Clima positivo es lo que arrojan los datos de la encuesta de expectativas empresarias en Rafaela. Foto: Agencia Rafaela

Tasas aún altas

Por último, en el tema de financiamiento el 61% de los encuestados consideran que las tasas son elevadas y 3 de cada 4 empresas no esperan que haya alguna modificación al respecto.

En la presentación del relevamiento, el presidente de la Comisión de Industrias, Gustavo Segnini, indicó que los “empresarios están empezando a pensar a mediano y largo plazo” y que se ve “un clima de negociación positivo”.

Para Segnini, “las alertas en el sector no sólo están en el aumento de los costos laborales sino también en la falta de parámetros en cuanto al impacto de la inflación, que hace que se mida con sensaciones y no con valores reales”.