Impresionante el marco, terrible el aliento...

La gente ya ascendió

La gente ya ascendió

El gran empuje previo: el juramento de los jugadores después del calentamiento previo y el marco multitudinario de las tribunas. La gente hizo que el equipo se “agrande”. Foto: Flavio Raina.

A pesar de las cuatro derrotas consecutivas y del terreno perdido, el hincha llenó la cancha y siempre eligió apoyar antes que cuestionar.

 

Darío Pignata

[email protected]

Ni Ravenna ni Cormillot. En Santa Fe, por estas horas, no debe haber un método más rápido para perder kilos en los últimos días que ser hincha de Unión. Claro que, así como tiene ese lado saludable, los mismos nervios pueden llevar al tabaquismo a gente que nunca tocó un cigarrillo en su vida. Es así y, por lo visto ayer, será así en las cuatro fechas finales que faltan. Bah, en realidad faltan cinco, porque todavía hay que “jugar” el partido de mañana en Mar del Plata frente al tele, donde cada tatengue “alambrará” por Aldosivi contra los sanjuaninos tanto o más que si estuviera jugando Unión.

De las uñas, claro está, ni hablar. El que no se las mordió en los minutos finales de ayer es un auténtico privilegiado tribunero. ¡Si hasta había gente que no quería ni mirar cuando llegaron los minutos adicionados del final en el 15 de Abril!

Y hasta el cambio de las cábalas: todo lo que se repitió al pie de la letra con la seguidilla positiva, los 13 partidos sin perder y la ventaja con los de abajo al lado de Rafaela se fue la basura. Ahora, hay que hacer todo lo contrario: sentarse o pararse al lado de otro o en otro lugar. Cambiar la ropa. Dejar el auto en otro lado. Todo vale, siempre y cuando en la cancha se pueda ver que la cosa cambia. Y anoche, desde el resultado, la cosa cambió. ¡Si hasta los mismos hinchas desplegaron la contra-cábala con una bandera gigante que no venía demasiado bien desde el punto de vista de los resultados! Sí, de no creer: hay gente que hasta sabe qué partidos se ganaron y cuáles se perdieron cuando se desplegó la bandera que ocupa casi media cancha en el 15 de Abril.

De la vestimenta de Unión, ni hablar. Con la excusa que enfrente llegaba el “Santo” tucumano con la rojiblanca a bastones, se cambió la pilcha: la tradicional estaba descartada, pero como la primera alternativa (blanca) no venía bien se quedó en la utilería y entonces Unión saltó al césped vestido de....¡¡¡azul!!!. En otro momento, alguien la hubiera criticado. Como se ganó y se le puso fin a la racha, a nadie debiera sorprenderle que Unión termine imitando a la Selección de Francia de acá hasta el final y juegue siempre con la segunda camiseta alternativa.

Claro que, cambiando las cábalas y con los nervios —y/o miedos— a cuestas, los hinchas peregrinaron como siempre hacia el 15 de Abril. Y cuando el azul Unión pisó el verde césped, el recibimiento fue espectacular en todo sentido. Esta vez, lo que no pudo la prohibida pirotecnia, lo hizo el griterío de la gente. Antes, en el calentamiento previo adentro de la cancha, los jugadores fueron bien recibidos por las tribunas. A pesar de la ventaja desperdiciada en la tabla y las cuatro derrotas consecutivas en la cancha, ni un solo grito de insulto ni reproche.

Nadie le dio la espalda a este momento. Fueron todos, como siempre. Y fueron, entendiendo el mensaje “K”: porque Kudelka pidió que a este equipo se lo juzgue en el final y no ahora. Entonces, lo único que recibieron los jugadores desde la tribuna fue cariño y empuje. Algo que, sin dudas, se notó por la manera que salió Unión a la cancha a presionar y acorralar a los tucumanos. Cuando se puso 1-0 a los 22 minutos ya había creado cuatro opciones claras de gol frente al arco visitante.

Cuando el partido se complicó en el complemento y volvieron los fantasmas, la gente entendió que era mejor —hasta para la salud, no— saltar y gritar que murmurar con cada pelota perdida estando apenas 2-1 y después de tres dolorosas derrotas consecutivas (Jujuy, Defensa, San Juan). Hasta que llegó el alivio del final, que fue como si cualquiera de los que estaba en la cancha se hubiera quitado diez años de encima.

Cómo irá a terminar esta novela que Unión escribió muy bien, complicó de manera innecesaria con cuatro derrotas al hilo y ahora intenta ponerle un buen final, sólo lo sabe el destino. Pero la gente, a pesar de la ansiedad por los 8 años en la “B” y lo inentendible del bajón de este equipo, hizo lo que tenía que hacer: ayudar a ganar. Como si fuera un jugador más. Todavía faltan cuatro fechas y en la tabla todo está por verse. Aunque en las tribunas y gracias al aguante que le puso su gente, Unión ya ascendió.

Domingo 29 en Arroyito

El próximo partido de Unión, en condición de visitante, será recién dentro de diez días, cuando el domingo 29 de mayo juegue frente a Rosario Central en el Gigante de Arroyito. El juego fue confirmado para las 15.35 de ese día y televisado a todo el país por la pantalla de TyC Sports.

En cuanto a los “canallas” de Omar Palma, jugarán recién el martes 24 por esta jornada de ascenso, visitando a Tiro Federal de Rosario en el Barrio Ludueña, también desde las 15.35 y por TV.