Hay más novillos, livianos y pesados

Más oferta y menos exportación

1.jpg

Merma. Ha caído mucho el precio de la vaca conserva, por mayor oferta y por los problemas por los que está pasando la exportación. Foto: Archivo.

Mejoró la situación en los feedlots, que hoy están con niveles de ocupación del orden del 60 por ciento. Se ofrecen más categorías provenientes de campos, pero con pobre terminación.

 

Ignacio Iriarte

Analista del mercado ganadero y de carnes

Estamos ante un mercado que por razones estacionales está pesado. Hay poco liviano de feedlot , que cotiza bien, y hay más novillos, livianos y pesados, y vacas de todo tipo que salen de los tactos. Hay poco de los corrales, cuya oferta todavía es moderada, y hay mucho de campo, con pobre terminación.

También hay más oferta, de animales más pesados, que el consumo sólo acepta con descuento. Y hay más carne proveniente de las grandes plantas exportadoras, que pugna desordenadamente por venderse en el mercado interno.

No sólo hay más carne vacuna. Porque también hay más pollo (38-39 kilos per cápita), a precios que fluctúan entre la mitad y la tercera parte de lo que valen los cortes vacunos.

Se dice que la venta de carne está muy floja, pero, en realidad, lo que pasa es que el consumo para comprar tres o cuatro kilos per cápita adicionales está imponiendo bajas en los valores de la hacienda. Más carne vacuna, más pollo, precios más bajos.

Ha caído mucho el precio de la vaca conserva, por mayor oferta y por los problemas por los que está pasando la exportación.

Sufre también el novillo muy pesado, porque, en el nuevo rol que el gobierno le impone a la industria exportadora, ésta busca novillos de menos de 480-500 kilos para abastecer a los supermercados, algunos de los cuales rechazan asados y otros cortes que exceden determinado peso o tamaño.

Más feedlot

Como el gordo liviano está escaso y caro, y la invernada en plena zafra ha bajado de precio, ha mejorado mucho la situación del feedlot , que hoy estaría con un índice de ocupación superior al 60 por ciento, contra un 40 por ciento de dos meses atrás.

Como consecuencia de la baja oferta actual de los corrales, el gordo liviano se paga 10,50-10,70 pesos por kilo, y como consecuencia del pico de oferta de la zafra, el ternero de invernada se puede conseguir a 10,50-11,00 pesos por kilo.

Al computar los gastos de comercialización y los fletes, se produce una pequeña pérdida de compra-venta, que es más que compensada por la diferencia entre lo que cuesta ganar un kilo en los corrales unos 7 pesos, y lo que se paga por el “ternero gordo” de 300 a 340 kilos, o sea, entre 10,50 y 11 pesos por kilo.

La mayoría descuenta que dentro de un período de entre 40 y 60 días la hacienda encerrada en marzo-abril comenzará a aparecer, y sus precios a ceder.

Y también se descuenta que, en pocas semanas más, el pico de la zafra tenderá a pasar, y el ternero de invernada a valorizarse.

Mejoras

Pero hoy la fotografía da bien y eso es lo que importa. Hay mucho menos hotelería, porque cuesta conseguir inversores, y hay menos hacienda pesada, porque la mayoría de los frigoríficos exportadores han retirado los novillos que tenían y no los han repuesto.

Incluso se teme que en la próxima primavera, si bajan las aguas del Paraná y pueden repoblarse las islas y campos bajos, la invernada vuelva a recalentarse, como sucedió el año pasado.

Al mismo tiempo, se exporta cada vez menos, por las trabas a la exportación (a través de los mecanismos de Pre-ROE, ROE) y por el hecho que, salvo unos pocos productos y destinos.