Sabios consejos

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¿Problemas con el corrector de ojos? ¿El trazo del delineador se resiste? No te preocupes, es habitual. El maquillaje requiere práctica y destreza. Los expertos ofrecen soluciones.

TEXTO. CARMEN MARTÍN. FOTOS. EFE REPORTAJES.

Ya en el siglo XXI nadie viene a revelar a la mujer actual -y por qué no también al hombre más coqueto- que el maquillaje es su mejor aliado para mostrar su mejor cara, además de dulcificar el gesto, potenciar el rubor en las mejillas, avivar la mirada y dibujar una boca irresistible.

No es necesario recurrir a maquillajes vanguardistas y sofisticados para conseguir ese efecto de buena cara, fresca y descansada, sino apostar por gestos sencillos que permitan estar bella desde primera hora de la mañana.

EN MANOS EXPERTAS

¿Cómo se consigue ese sutil color que transforma el porte facial y apenas revela que se está maquillada? José Miguel Belmonte, subdirector de maquillaje de Cibeles Madrid Fashion Week, aporta soluciones.

“Antes de comenzar el maquillaje es imprescindible limpiar, secar muy bien la piel e hidratarla en profundidad para que los productos se asienten con seguridad”. El mercado ofrece muchísimos jabones limpiadores; lo ideal es escoger el que mejor se adapte al tipo de piel.

A continuación, los correctores, ligeramente más claros que la base de maquillaje y que el tono de la epidermis. “Es conveniente utilizar un precorrector para borrar los tonos verdosos y azules de las ojeras antes de poner el corrector, encargado de aportar luz en las zonas oscuras y hundidas”.

“En ocasiones, resulta muy efectivo aplicar primero la base de maquillaje y después los correctores para igualar el tono de piel y camuflar las manchas, enrojecimientos, granitos o imperfecciones que asaltan el cutis”, añade Belmonte.

“Sea cual fuera el momento que se elija para poner el corrector, hay que tener en cuenta que se tiene que utilizar poca cantidad y evitar las arruguitas porque se evidenciarían más”, explica el maquillador Pedro Cedeño, a quien le gusta aplicar la base de maquillaje con la yema de los dedos “porque penetra mejor y el resultado es mucho más natural”.

EL RUBOR

Otro producto clave para mostrar buena cara es el colorete. ¿Qué color se debe elegir? Ambos maquilladores coinciden en afirmar que “hay que conseguir ese tono que queda en las mejillas tras ruborizarse o cuando se hace ejercicio”.

Independientemente de la fisonomía del óvalo facial, la forma correcta de poner el rubor es sonreír y posar la brocha grande sobre la manzanita de las mejillas y difuminar el color hacia la línea del pelo y las orejas y luego hacia abajo para evitar que se vean líneas divisorias.

Para aquellas mujeres que deseen remarcar los pómulos y no quieran renunciar al maquillaje, los polvos con efecto bronceado resultan ideales. “Con una brocha tamaño XXL, se aplica el producto haciendo hincapié en la frente, las mejillas, el caballete de la nariz y barbilla”, cuenta Cedeño.

OJOS Y LABIOS

En esa idea de la búsqueda del aspecto saludable y fresco no se pueden pasar por alto los ojos. Las cejas, creadas para enmarcar la mirada, debe presentarse cuidadas, sin pelitos en el entrecejo, bien diseñadas y peinadas hacia arriba con un cepillo especial para ellas. Si resultan rebeldes, fijalas con un gel. Cuando hay zonas despobladas en las cejas, se pueden rellenar -según el color de la piel- con lápiz marrón o gris con trazos suaves y ligeros.

El delineador ayuda a enmarcar, agrandar y resaltar la mirada. En ocasiones, aplicarlo resulta complicado pero, según José Miguel Belmonte, el secreto está en tirar un poco del párpado hacia arriba y hacia fuera, y dibujar la línea lo más pegado a la raíz de las pestañas. Desde el lagrimal hacia el exterior, la línea debe ir en ascendente.

Las sombras de ojos tienen la obligación de iluminar la mirada y resaltar el color de los ojos. Resultan más atractivos si se aplica un color claro en todo el párpado, uno medio u oscuro en el móvil y en la zona superior, junto a la ceja un tono claro para agrandar la mirada.

Un maquillaje no se da por terminado hasta que los labios adquieren el protagonismo que se merece. Esta temporada se llevan bañados en colores tan rotundos como el fucsia, el naranja o el rojo.

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