Taller en Rosario

Los flamencos altoandinos en la agenda científica

Buscan su alimento y se aparean en las lagunas ubicadas en el sur de Santa Fe y en Córdoba; luego migran hacia las altas cumbres de la cordillera en la Puna, Chile y Perú. Científicos estudian cómo preservar la especie en peligro.

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Los flamencos altoandino en las cumbres de Bolivia. Foto: Archivo/El Litoral

 

Teresa Pandolfo

No se habían acallado las repercusiones de las elecciones primarias en Santa Fe en el plano nacional cuando ingresó, vía el gobierno de la provincia, una gacetilla de prensa que indicaba la realización de un taller con científicos de nuestro país, Chile y Perú sobre “los sitios de invernada utilizados por los flamencos”.

La noticia generó curiosidad en esta periodista: por qué estudiar los flamencos cuando se asiste, por ejemplo, a un problema de proporciones mayores con las palomas, que perjudican las cosechas.

¿Habitan tantos flamencos en el territorio o su presencia causa daños?, interrogantes que simultáneamente se intercalaban con las imágenes de sus estilizadas siluetas o la belleza de la panorámica que regalan cuando en conjunto levantan vuelo.

La Secretaría de Medio Ambiente había organizado para ayer en Rosario, un taller en el marco de las actividades que se desarrollarán por el Día del Medio Ambiente. A medida que avanzaba con la reflexión sobre los propósitos de la jornada, el tema se iba convirtiendo en un relax luego de la pasada contienda comicial; de las maraña de dificultades que emergen para el armado del frente progresista nacional con la participación prevalente de Hermes Binner o de las informaciones negativas relativas al intercambio con Brasil, por citar algunas de las aristas noticiosas de la semana. En otras palabras la imagen de estas aves zancudas se imponía sobre los demás.

De nuestras pampas a la Cordillera

El director de Medio Ambiente del sur de la provincia, Ing. Edgardo Seguro dio una primera aproximación al por qué del tema: “Los flamencos altoandinos -dijo- se alimentan, cortejan y aparean en las lagunas ubicadas en el sur del territorio santafesino (en la zona de Melincué) y en la laguna de Mar Chiquita, en Córdoba, y luego migran a tener sus crías en la Puna argentina y en la Cordillera de los Andes en Chile y Perú. Se trata de aves migratorias en peligro de extinción y la especie más rara es la que encuentra en el sur santafesino. Debemos proteger los ambientes naturales en los que se localizan para su subsistencia”, dijo el funcionario.

Relató que el Grupo Conservación Flamencos Altoandinos se formó en 1996, como una iniciativa de científicos y especialistas en conservación de Argentina, Bolivia, Chile y Perú. Desde su comienzo, el grupo orientó su acción al monitoreo de las poblaciones de flamencos, protección de sus colonias, estudio de distribución, uso de hábitat y estado sanitario; todo ello en coordinación con actividades de capacitación para guardaparques.

Por su parte, secretario de Medio Ambiente, César Mackler, explicó que la jornada tenía como propósito generar un espacio de análisis y discusión de los resultados obtenidos hasta el momento en las distintas líneas de investigación y adelantó que se trabaja en el proyecto de un libro sobre “Humedales Salinos del Sur de Santa Fe”.

El trabajo científico está centrado en los humedales de llanura, como por ejemplo en la laguna Melincué, a fin de determinar su composición físico-química. Se citó como importante determinar la disponibilidad y calidad de los recursos alimenticios de los cuales se nutren, además de evaluar la abundancia y la distribución de dos especies de flamencos: andinos y australes. Como línea paralela de trabajo, se ubica el estudio de otras aves acuáticas para una mejor caracterización del ambiente de estos humedales

Especie vulnerable

Los flamencos altoandinos son aves gregarias y longevas, con eventos reproductivos temporalmente muy espaciados. Sólo se reproducen en grandes colonias, las cuales se concentran en lagos salinos y humedales, en los cuales se alimentan de caracoles, moluscos y plantas acuáticas. Estas aves están capacitadas para volar grandes distancias hacia los humedales de reproducción y en busca de alimento, aún durante la incubación y la cría de los pollos.

Entre las principales amenazas de los flamencos altoandinos figuran la contaminación de los lagos por la industria minera y presión sobre el uso de aguas subterráneas; los proyectos de agua potable, irrigación y derivación de aguas; la producción y transporte de energía; el turismo sin regulación; extracción de huevos y destrucción de colonias y el mal manejo de los pastizales ubicados en las orillas en humedales.

Para asegurar la sobrevivencia

Un paper que on line envió el Ing. Seguro indica que la abundancia de esta especie “está asociada tanto a las variaciones en la densidad, calidad y disponibilidad de las presas potenciales como de las características físicoquímicas del agua, especialmente la salinidad”.

“Estas condiciones -continúa- proporcionan situaciones que permitirían analizar los factores que determinan la coexistencia de estas especies. Tanto los humedales altoandinos como los de tierras bajas, son ambientes vulnerables y con una alta prioridad de conservación a nivel regional en Sudamérica”.

Los científicos entienden que “estos ambientes se encuentran amenazados por diversas actividades antrópicas, que pueden afectar la composición y la morfología de los lagos, o directamente, son capaces de eliminarlos”. Y dicen que los flamencos junto con otras aves dependen exclusivamente de estos ambientes para su reproducción y alimentación, “por lo que entender la dinámica de estos ecosistemas, así como la respuesta de estas especies a variaciones en las condiciones del hábitat y los recursos, puede servir para predecir pérdidas de diversidad asociadas a las distintas actividades humanas y para proponer medidas de mitigación, monitoreo o manejo de los humedales donde estas aves habitan”.


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Estas aves de alimentan de plantas acuáticas, moluscos y caracoles que encuentran en lagunas salinas.

Foto: Archivo / El Litoral