Setenta años no son nada

El representante del folk-rock más comprometido sigue subiéndose a los escenarios de todo el mundo, a pesar de ser considerado por muchos como un auténtico mito viviente de la música, un gran poeta y uno de los artistas más influyentes del siglo XX.

TEXTO. ÁNGELA SEGURA. FOTO. EFE REPORTAJES.

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Bob Dylan ha sido definido por la revista especializada en música, Rolling Stone, como “el segundo artista en importancia de todos los tiempos, después de los Beatles”.

En los años sesenta fue luz y guía del movimiento antibelicista contra la guerra de Vietnam y su compromiso con la injusticia social le llevó a escribir letras emblemáticas, presentes en la memoria colectiva.

“Blowing in the Wind”, “The Times They Are a-Changin” o la célebre “Like a Rolling Stone”, siguen siendo un éxito asegurado en sus conciertos. Precisamente, a finales de 2010, el manuscrito de la canción “The Times They are A-Changin”, escrita en 1963, fue vendido por 442.500 dólares durante un subasta organizada por la firma británica Sotheby’s. La icónica canción ha sido versionada a lo largo de los años por artistas como Nina Simona, Bryan Ferry, pasando por Eddie Vedder, líder de Pearl Jam o Bruce Springsteen.

Se le ha definido como un “mito viviente en la historia de la música y faro de una generación que tuvo el sueño de cambiar el mundo”.

Sin embargo, durante su último concierto en China, se le criticó que no hiciera alusión al artista, actualmente encarcelado, Ai WeiWei, y que no entonara ninguno de los himnos políticos más emblemáticos de su discografía, algo a lo que él restaba importancia y argumentaba entonces que no se ha tratado de un acto de censura sino de pura organización de la gira. Parece que esas canciones no estaban previstas.

RECOPILATORIO

En octubre de 2010, salió al mercado un álbum recopilatorio “The Bootleg Series Volumen 9-The Witmark Demos” con 47 canciones, de las que 15 eran inéditas. Entre ellas, “Ballad for a friend”, “Guess I’m doing fine” o las inspiradas en la época de lucha por los derechos civiles “Long ago far away” y “The death of Emmett Till”.

Otras de las canciones del próximo álbum del artista ejemplifican el crecimiento de este autor. En él estarán, desde sus primeras obras como “Man on the street”, “Masters of war” o “Mr. Tambourine man” hasta, por supuesto, los clásicos Blowin’ in the wind” y “The times are changin”.

Nacido en Minnesota (Estados Unidos) hace 70 años -los cumplió el 24 de mayo-, el cantautor tuvo claro que quería ser artista y a los 20 años recogió su guitarra y se dedicó en cuerpo y alma a escribir e interpretar canciones.

Se instaló en Nueva York, y conocer al cantautor Woody Guthrie le cambió la perspectiva. Fue con él con quien inició su trayectoria musical, aunque su gran oportunidad se la ofreció la University Folk Society al contar con él en el Festival folk de Bradford. Después de ello, el sello Columbia le contrató para grabar su primer disco.

Su segundo trabajo, The freewheelin Bob Dylan que incluía la célebre “Blowing in the wind”, le dio a conocer al mundo. Fue su etapa más prolífica como compositor.

LA RELIGIÓN COMO BANDERA

Nació en una familia judía, pero a finales de los setenta se convirtió al cristianismo y se unió al movimiento religioso norteamericano de carácter fundamentalista llamado Born again (Nacido otra vez). El resultado de esta transformación fue la aparición de varias obras de carácter espiritual: “Slow train coming” (1979), “Saved” (1980) y “Shot of Love” (1981).

A mediados de los ‘80 su carrera se estancó, pero al final de la década un disco “Traveling Wilburys”, junto a otros míticos de la música como George Harrison, Roy Orbison, Tom Petty y Jeffe Lynne, le devolvió a la actualidad.

Sus 30 años como profesional los celebró en un mítico concierto en octubre de 1992 en el Madison Square Garden de Nueva York. Cinco años más tarde una crisis cardiaca le obligó a cancelar una gira por Europa, aunque ese mismo año actuó frente al Papa Juan Pablo II en Roma, con ocasión del Congreso Eucarístico Nacional.

“Things Have Changed”, fue su más exitosa contribución al cine, pues se incluyó en la película “Jóvenes Prodigiosos” y por la que ganó un Óscar a la mejor Canción Original, así como el Globo de Oro en la misma categoría.

ARTISTA INTEGRAL

En 2009 sacó el primer disco de villancicos de su carrera, “Christmas in the Heart”, del que destinó parte de sus ingresos a fines benéficos, entre ellos, al Programa Mundial de Alimentos de la ONU.

Su afición a la pintura no es solo un mero pasatiempo. Su obra se ha expuesto en museos como el Nacional de Arte danés. El músico cultiva su interés por la pintura desde la década del ‘60, pero no había mostrado su obra hasta 2007, cuando decidió dar a conocer su obra en una muestra en Alemania, que recorrió otros puntos de Europa y de Estados Unidos.

“Las pinturas de Bob Dylan están marcadas por la misma constante necesidad de renovación que caracteriza su música. No parece satisfecho con agarrarse a una forma de expresión que ya ha cultivado, sino que prefiere experimentar y probar nuevas formas artísticas, calificó su obra Karsten Ohrt, director del museo danés.

“Dibujo lo que me interesa y después lo pinto. No pretendo hacer crítica social ni satisfacer la visión de nadie, sino que puedo encontrar un tema sobre el que pintar en cualquier parte”, relataba el autor sobre esta nueva vertiente de su arte en un medio de comunicación de Dinamarca.

Apenas cumplidos los 70 años, el cantautor nacido en Minnesota (EE.UU.) decidió a los 20 años abandonarlo todo por la música. Es, para muchos, un auténtico mito viviente.