Informe de Ecolatina
El crecimiento de la industria es fuerte pero acusa desequilibrios
El impulso de las grandes terminales es bueno. Pero no todos los sectores muestran el mismo comportamiento.
Foto: archivo el litoral
Según la consultora, automotrices y alimenticias evolucionan a buen ritmo. Pero son cada vez más los sectores que crecen menos o involucionan. Tipo de cambio atrasado, más importaciones y reglas inestables desalientan la inversión productiva.
De la redacción de El Litoral
DyN
La industria crece a ritmo “fuerte” pero “con mucha disparidad”, advirtió la consultora Ecolatina y planteó que “sería deseable acompañar el desarrollo industrial con reglas más claras que redunden en una base productiva más amplia”.
“Si bien de los doce rubros manufactureros en los que se divide a la industria, sólo tres registran caídas en términos interanuales, cerca del 75 por ciento del crecimiento exhibido en el primer trimestre es explicado por la performance de apenas dos rubros :automotriz y alimentos”, indicó.
El informe precisó que la producción manufacturera trepó en el primer trimestre del año 10,2 por ciento con respecto al mismo lapso de 2010. Al respecto, puntualizó que ese incremento permite que el nivel de producción “supere en 7,7 por ciento el récord previo para un primer trimestre, alcanzado a inicios de 2008”.
Sin embargo, evaluó que “pese a que la performance general es muy buena, es heterogénea entre cada uno de los sectores industriales, incluso más que en períodos anteriores. En el primer trimestre de este año seis sectores crecen por encima de 5 por ciento interanual, mientras que en igual período de 2008 lo hacían ocho sectores, y en los primeros tres meses de 2007, nueve”.
Contrapunto
Como contrapartida, en el primer trimestre de 2007 sólo tres sectores caían o crecían menos de 5 por ciento, uno menos que en igual lapso de 2008, mientras que en el inicio de este año seis sectores muestran esa dinámica”, ejemplificó.
Asimismo, señaló que en la dinámica del comercio exterior ocurre “algo similar”. “El fuerte crecimiento de la demanda mundial impulsa fundamentalmente a los productos de la química y la automotriz”, sostuvo, y detalló que estos dos rubros “practicante explican la totalidad del incremento de las exportaciones industriales en el primer cuatrimestre”.
Para Ecolatina, si bien el crecimiento de la demanda interna contribuye a mejorar la posición de varias industrias en el mercado doméstico, la apreciación cambiaria en términos reales también abarata las importaciones, al tiempo que explicó que “las trabas aduaneras no llegan a ser un aliciente ya que se expone a otros sectores a represalias comerciales”.
A su vez, advirtió que “la incertidumbre sobre las reglas de juego, los controles de precios, las distorsiones en las tarifas y el desequilibrio en la provisión de energía, entre otros puntos, son factores que siguen afectando a la industria, fundamentalmente en las actividades donde las inversiones maduran en el largo plazo”.
/// EL DATO
Advertencias
La consultora Ecolatina remarcó que el empleo en el sector industrial “no avanza”, y la inversión “no alcanza para acompañar el ritmo de la demanda” de bienes, lo que pone en cuestión la sustentabilidad del crecimiento económico. Aclara la consultora que “además es poco probable que las actuales tasas de expansión se sostengan en estos niveles: las restricciones energéticas seguramente condicionarán la producción fabril en los meses de invierno”, auguró.
Redrado habla de “inconsistencias”
El economista y presidente del partido Renovación Federal, Martín Redrado, advirtió que “Argentina se encuentra en una encrucijada económica” y auguró que, por primera vez desde la salida de la convertibilidad, este año desaparecerán el superávit fiscal y de cuenta corriente.
“El año 2011 exhibirá por primera vez desde la salida de la convertibilidad la desaparición del superávit fiscal y de cuenta corriente, trayectorias ambas que se tornarán deficitarias hacia adelante”, vaticinó.
En una columna de opinión en el diario La Nación, Redrado planteó que la “inconsistencia de la política económica posee consecuencias ampliamente conocidas en la Argentina: falta de inversión, fuga de capitales, inflación creciente, desbordes salariales, precios relativos distorsionados y trabas comerciales, entre otros”.
“A la creciente erosión de los pilares del ‘modelo’ se ha sumado con mayor contundencia el atraso cambiario y un esquema de financiamiento, que ya se está agotando”, alertó. Según su visión, “esto sólo se resuelve con un plan integral y un equipo cohesionado”.
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