La guardería fue clausurada el viernes

Hace tres años que en la Municipalidad hay denuncias contra el jardín Mi Casita

1.jpg

On line. En la página web de la Municipalidad puede buscarse el expediente de Adriana Montagnini y verificar en qué estado se encuentra actualmente. Foto: Captura de imagen realizada por El Litoral.

Una madre advirtió en 2008 varias irregularidades y alertó sobre situaciones de “daño psicológico”. Mientras ese expediente está “en curso”, el municipio decidió cerrarlo la semana pasada tras recibir denuncias de vecinos de la institución.

 

Mónica Ritacca

[email protected]

“La Municipalidad hizo la vista gorda durante tres años”. Con esas palabras, Adriana Montagnini, una abogada de la ciudad, se refirió a la clausura del jardín maternal Mi Casita realizada por el municipio el viernes pasado. Su afirmación se sustenta en dos notas presentadas en abril y agosto de 2008, que según consta en el Sistema de Información de Expedientes Municipal aún se encuentran en curso, para denunciar, además de varias irregularidades edilicias, distintas situaciones de maltrato físico y psicológico en la institución donde concurría su hijo de 2 años.

La subsecretaria de Educación de la Municipalidad, Rossana Ingaramo, indicó al respecto que en los escritos presentados por la mujer “no se denuncia maltrato hacia los niños concretamente y que de haber existido los inspectores que concurrieron al lugar posteriormente no lo constataron”.

De acuerdo con los dichos de Adriana Montagnini fue en septiembre de 2007 cuando decidió enviar a su hijo a la guardería emplazada en Esquiú al 2600. Por entonces, la matrícula de alumnos estaba integrada por tres niños. Más tarde se incrementó y fue ahí cuando comenzó a notar cambios en la conducta de su hijo.

“Llevé a mi hijo al jardín Mi Casita desde septiembre de 2007 hasta abril de 2008. Lo dejaba entre 2 y 3 horas. Durante ese período noté que tenía problemas para dormir y que, cuando lo buscaba, se desesperaba por salir corriendo. También me llamaba la atención que la única responsable cambiara permanentemente de docente. Ocurrió que en uno de esos cambios ingresó una conocida mía a trabajar que me contó lo que verdaderamente ocurría en ese lugar”, dijo. Y detalló: “Los niños permanecían encerrados en una habitación de 3 x 3 metros, cuando en el garage había espacio para jugar; todos compartían la misma cuchara para comer y el mismo vaso de agua, cuando cada madre enviaba la merienda correspondiente para su hijo; ninguno podía desarrollar actividades para no desordenar; y, entre otras cosas, los dejaban orinados durante todo el tiempo y los cambiaban cuando uno de los padres iba a retirar a su hijo”.

Cabe señalar que tales situaciones fueron referidas por la mujer en las notas presentadas en 2008 en la Municipalidad. Consultada sobre si en los escritos ella denunció “maltrato hacia los niños concretamente”, Montagnini consideró que “no hay que ser demasiado inteligente para darse cuenta de que sí son hechos concretos que reflejan maltrato”.

“En curso”

Luego de que la principal responsable de la guardería, sin negarle nada, le dijera que si no estaba de acuerdo con las condiciones del lugar cambiara de guardería a su hijo, la abogada optó por presentar una nota en la Municipalidad el 14 de abril de 2008 (Expediente Nº 0448-00504248-6) y otra el 13 de agosto del mismo año (Expediente Nº 448-00529243-8) con nuevas denuncias. En esta última alertó que la titular del jardín vivía con su hija en el mismo lugar donde se desarrollaban las tareas de guardería y que en el horario donde había niños se recibían visitas.

“Cuando solicité que verificaran lo que pasaba, en la Municipalidad me dijeron que no tenían personal y que si quería sacara yo las fotos y las certificara con un escribano. Ante semejante respuesta envié un correo a la oficina donde se investigan actos de corrupción o irregularidades en la administración municipal, desde donde me llamaron para que narrara lo acontecido pero nunca pasó nada”, señaló Adriana Montagnini. Y finalizó: “Cómo es posible que la subsecretaría de Educación municipal, Rossana Ingaramo, diga que desde que asumió Mario Barletta como intendente se incorporó una perspectiva más educativa y pedagógica para habilitar jardines maternales. Esa es una afirmación terriblemente falaz; de haber sido así, cuando en 2008 denuncié lo que sucedía en Mi Casita, hubiesen actuado en consecuencia y las notas que presenté tres años atrás no estarían en curso”.

/// EL DATO

Otro mensaje

La sección Línea Directa de El Litoral recibió otros mensajes de papás, desde que la Municipalidad difundió la noticia el viernes pasado. Hernán contó que envió durante un año y medio a su hijo al jardín mencionado y dijo: “Siempre tuve sospechas de que en el lugar no se lo atendía como corresponde. Lo llevaba todos los días, era un sufrimiento para él, entraba llorando y cuando lo retiraba salía llorando. A veces salía con algún golpecito y la maestra me decía que se había golpeado jugando. Mi hijo cambió mucho, desde que empezó a asistir a ese lugar no quiere separarse de los padres y le cuesta expresarse”.