El conflicto podría agravarse la semana que viene

Amenazan con reducir más la frecuencia de colectivos

Los empresarios insisten en que el municipio consiga el gasoil que Nación dejó de pagar. Hoy se reunieron con el subsecretario de Transporte. El Litoral acompañó a pasajeros de cuatro líneas de colectivos: la espera promedio fue de 12 minutos.

De la Redacción de El Litoral

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El conflicto del transporte, que se originó por la falta gasoil y la reducción de subsidios que efectuó el gobierno nacional, amenaza con agravarse a partir de la semana próxima, de no mediar una solución a la medida de lo que reclaman las empresas de transporte que operan en la ciudad.

Esta mañana, representantes de Ersa Urbano, San Jerónimo y Recreo se reunieron con el subsecretario de Transporte municipal, Sergio Ludueña. El gobierno nacional manifestó el compromiso de pagar el 22 % de la reducción del 26 % de gasoil “pero no sabemos a qué precio ni cuándo”, señaló Roberto Albisu, gerente de Ersa. Lo que los empresarios piden es “el gasoil, no el dinero, porque es lo único que garantiza que podamos prestar el servicio como corresponde”. Si esto no se asegura antes del fin de semana, “desde el lunes vamos a hacer una reestructuración más fuerte, con menos frecuencias”, advirtió Albisu. A pesar de varios intentos, para conocer las medidas a tomar, Ludueña no respondió a los llamados de El Litoral.

Tres horas a bordo

El Litoral realizó una recorrida por el centro y norte de la ciudad, en cuatro líneas de colectivos (14, 9, 15 y 1), entre las 15.30 y las 18.30 del martes. En promedio los colectivos demoraron 12 minutos. El menor tiempo transcurrido entre una unidad y otra de la misma línea fue de un minuto, mientras que lo máximo que duró la espera fue de 17 minutos.

La recorrida comenzó a las 15.40 hs. en la parada de Rivadavia y Obispo Gelabert, donde el 14 demoró 12 minutos en llegar. El colectivo tenía bastante gente, sobre todo estudiantes. A las 16.02 ya estaba en Salvador del Carril y General Paz. Cuatro minutos más tarde pasaba un 9 por Salvador del Carril hacia Don Bosco, pero se esperó el siguiente coche, que tardó 14 minutos en llegar. A las 16.20, ya a bordo del 9, el colectivero aseguró que están trabajando con dos coches menos y que la situación es un desastre: “Antes andábamos cada 12-15 minutos; ahora cada 21”. Pese a la declaración del chofer, en los hechos constatamos que el 9 circula cada 11 minutos aproximadamente (o menos).

Arriba del colectivo María del Rosario confesó que ese día había esperado más de lo habitual. En el asiento anterior estaba Eliana Sánchez, una estudiante de la Escuela Industrial, quien dijo resignada: “Al 9 siempre lo espero una banda. ¡Una vez tardó 45 minutos! Ahora está mejor, pero el horario más complicado es al mediodía, cuando salgo de la escuela y está lleno de gente”. Por el contrario, a las 16.30 se podía viajar cómodamente, ya que sobraban varios asientos.

A las 16.40, El Litoral bajó en Castelli y Blas Parera (curva de Roces). El próximo 9 pasó 11 minutos más tarde. Mientras tanto, a las 16.43 pasó un 15 y a las 16.47, un 5. Éste último demoró sólo 7 minutos en volver a pasar, mientras en la parada se iba haciendo una cola larga de quienes esperaban al 15. Y lo hicieron durante 15 minutos.

Una hora más tarde, en la parada de Castelli y Gobernador Freyre (Don Bosco), pasó un 1 a las 17.32, que volvió a pasar a las 17.44 y a las 17.47. Después de 16 minutos de espera, a las 17.46 pasaron dos 9. Esta situación fue planteada por casi todas las personas consultadas: “El problema es que tardan en venir y después llegan 3 juntos”, se lamentó Fernanda Crespo.

Nuevamente el 15 tardó 15 minutos. Pese a estas demoras, la mayoría de las casi 30 personas consultadas consideró que las frecuencias están “igual que siempre”, con una espera de entre 10 y 15 minutos. “Siempre tomo el 9 desde Salvador del Carril hasta Pte. Perón. Por lo general tengo 10 minutos de espera. Los fines de semana pasan cada media hora o una hora”, comentó Claudia Varela, quien se dirigía a su trabajo. Muchos señalaron que el problema comienza pasadas las 20 y los fines de semana. “Yo vivo en Las FLores 2 y trabajo de noche, cuidando enfermos. Si no me tomo el 3 que pasa a las 21.15, ya sé que tengo que esperar hasta las 21.45”, se quejó Graciela Carvajal. Lo mismo planteó Jésica Gómez: “A la noche es un desastre”, resumió.

La frecuencia del 10 está igual que siempre. Lo más complicado es a las 16 hs y a la tardecita, que se llena el colectivo”.

Mónica Reinoso

Empleada

Estoy esperando el 4, el 10 o el 11. Siempre los espero 7 u 8 minutos. Creo que la frecuencia está igual que siempre”.

Pablo Andretta

Empleado

Me tomo el mismo cole todos los días para ir a la facultad. El problema es que tardan en venir y después llegan 3 juntos”.

Fernanda Crespo

Estudiante

El 11 es el único que me lleva a mi barrio. Suelo esperar bastante: a la tardecita-noche, cerca de media hora”.

María Rosa Aquino

Empleada de comercio