Se habría ocultado información sobre la Fundación Madres de Plaza de Mayo

Schoklender, el Central y 34 cheques impagos

a.jpg

Otros tiempos. Ayer Hebe de Bonafini acusó de “ladrón” y “traidor” a Sergio Schoklender.

Foto: Archivo El Litoral

Una investigación de Clarín sostiene que el Banco Central ocultó información. Habla de 34 cheques sin fondos, que no están en las listas de morosos.

 

De la redacción de El Litoral

[email protected]

El matutino Clarín subraya en su edición de hoy que “un día después” de que ese diario informara sobre el escándalo en la Fundación Madres de Plaza de Mayo, el BCRA ordenó “dar de baja de los listados de morosos a 34 cheques impagos, que complicaban a Schoklender”.

La nota firmada por Gustavo Bazzán dice que “el ‘prontuario’ financiero de la empresa Meldorek, propiedad en un 90 por ciento de Sergio Schoklender, fue sospechosamente ‘emprolijado’ por el Banco Central un día después de que Clarín reveló el escándalo que envolvía a la Fundación Madres de Plaza de Mayo y a su hasta entonces apoderado”.

Según pudo constatar ese diario “tras consultar bases de datos de riesgo crediticio, el 26 de mayo pasado la autoridad monetaria envió una orden para dar de baja de los registros de deudores a 34 cheques impagos emitidos por Meldorek, que sumaban en total 1.591.681,1 pesos. Lo curioso es que en ningún lado consta que esos cheques (y la multa correspondiente) fueron saldados. Varios de los cheques son de un mismo talonario, presuntamente emitido por el Banco Supervielle. Ese banco es acreedor de Meldorek en $ 227.500, según consta en los registros del BCRA”.

“La sugestiva orden que dio el Banco Central -sigue Clarín-, organismo que preside Mercedes Marcó del Pont, luce irregular y suena a protección política, toda vez que los registros de cheques impagos deben quedar a la vista de quien consulta la base de datos, aún después de que se hayan saldado los cheques”.

También en la gestión Redrado

El medio afirma que “pudo constatar que tres años atrás el Banco Central, por entonces conducido por Martín Redrado, ordenó eliminar de los registros cientos de cheques emitidos por Fundación Madres de Plaza de Mayo, que figuraban también como impagos. En este caso el Banco Central decidió darlos de baja en dos tandas: la primera en diciembre de 2007 y la segunda en julio de 2008. Entre los cheques “borrados” figuran varios emitidos en 2008 por el mismo monto: $ 90.329,51”. “Con todo, aún se pueden ver en la base de datos del Central una veintena de cheques emitidos por Meldorek, de los cuales 15 aparecen como impagos”.

En el caso de la Fundación Madres de Plaza de Mayo “hoy figuran cheques impagos en la base del Central: son 21 y suman $ 215.358,01. Schoklender, como apoderado de la Fundación, firmó esos cheques entre enero de 2007 y diciembre de 2008”.

Procedimientos

Las bases de datos de los morosos del sistema financiero se alimentan con la información que proveen los bancos y que administra el propio Banco Central.

“La ruta de la ‘información crediticia’ para el caso de un cheque impago, es así: Al momento de que se registra un cheque sin fondos, el banco emisor debe informar al Banco Central el monto impago y el nombre y apellido y demás datos personales (DNI, CUIT) de quien libró ese cheque. El moroso en cuestión tiene 15 días para ‘levantar’ el cheque y la multa correspondiente. Si efectivamente saldó la deuda antes de los 15 días, el banco tendrá dos días hábiles para dar de baja la infracción de la base de datos”, dice Clarín.

“Si el moroso se tomó entre 16 y 90 días para regularizar la situación, el episodio figurará en su registro durante un año. Si la deuda se saldó después de los 91 días de haber sido informado como moroso, el episodio igual permanecerá en la base de datos durante dos años. Los cheques que nunca fueron cancelados se darán de baja a los 5 años de la fecha de rechazo”, agrega el diario editado en Buenos Aires.

En cualquier caso, la orden de dar de baja la información parte, siempre, del Banco Central. Sólo en casos muy especiales un banco puede comunicarse directamente con las centrales de riesgo para dar de baja a un moroso, siempre, claro, que haya saldado la deuda.

Fernández Meijide: “era previsible”

La ex ministra de Desarrollo Social Graciela Fernández Meijide sostuvo hoy que “hay una responsabilidad mutua” entre la Fundación Madres de Plaza de Mayo y el gobierno en el presunto lavado de dinero y fraude que habría cometido Sergio Schoklender, ex apoderado de la organización.

“Las Madres son adultas, parece que hay una responsabilidad mutua. Lo que nadie le puede quitar a Madres es su pasado por lo cual se convirtió en un símbolo”, manifestó.

La ex funcionaria del gobierno de la Alianza afirmó que fue un “error que la Fundación Madres se transformara en una empresa” y, además, que haya “hecho un acuerdo político partidario” con el kirchnerismo. “Al inclinarse por algún partido político, sobre todo que sea del gobierno, pierde toda capacidad de objetividad”, analizó.

Dijo que “en la militancia por los derechos humanos, el símbolo Madres no puede ser opacado por nadie”. Respecto a que en la organización que conduce Hebe de Bonafini había sospechas sobre fraude y lavado de dinero por los movimientos que realizaba Schoklender, la ex ministra indicó: “Más tarde o más temprano esto iba a pasar, viene pasando por lo menos desde 2009, yo había oído algún tipo problema”. Fernández Meijide, quien formó parte de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep), remarcó que Bonafini “tiene una vida austera y nunca le interesó hacerse rica”.

“Hebe debe estar sufriendo un gran decepción, porque puso la confianza, -esto también es responsabilidad de ella-, en una persona con una ambición desmesurada (por Schoklender)”, puntualizó.

Bonafini: “Cuando son tantos, una confía”

La presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, volvió a apuntar al ex apoderado de esa fundación Sergio Schoklender, al sostener que “se fue de mambo” porque quiso convertir a la entidad “en una empresa”, al tiempo que denunció que el manejo irregular de fondos públicos investigado lo “armó” una “banda”. En ese sentido, destacó que “hay dieciséis o dieciocho” presuntos “implicados” en la administración de recursos estatales destinados al programa de la fundación Sueños Compartidos para construir viviendas sociales, en tanto que admitió que “es muy gordo” lo denunciado ante la Justicia.

Expresó que Schoklender había renunciado en diciembre pasado pero ella tuvo que “separarlo” de la institución unos meses después porque “no se iba”, pese que la fundación había emitido un comunicado con el que detallaba que el por entonces apoderado “expresó su decisión de renunciar” recién “el 6 de mayo último”.