Unidos por el plurilingüismo

(EFE)

El español, el francés y el portugués se unen en defensa del plurilingüismo.

La lengua no es solo un instrumento de comunicación, sino un importante valor económico y, por ello, los responsables de los Tres Espacios Lingüísticos, una red de cooperación que une el español, el francés y el portugués, destacan la necesidad de trabajar juntos en defensa del plurilingüismo.

“Estamos en presencia de una nueva realidad, en la que la lengua juega un papel central”, ha recalcado Enrique Iglesias, secretario de la sección iberoamericana, destacando que “para navegar en ese mundo emergente que va a ir creciendo y va a formar parte cada vez más de un nuevo poder mundial, la lengua es el instrumento de ese nuevo poder”.

Los Tres Espacios Lingüísticos están integrados por 103 países y 900 millones de hablantes dispersos en los cinco continentes y sus lenguas juegan un papel fundamental en el mundo actual, pero “mucho más en el que vendrá”, ha recalcado Iglesias.

Estos tres espacios tienen, según ha señalado Iglesias, problemas comunes, como es tratar de hacer de sus lenguas instrumentos cada vez más utilizados en la economía, en la cultura, en el comercio y, especialmente, en internet.

Por ello, hay que identificar los valores comunes y realizar un análisis serio sobre la forma en que “la digitalización del mundo abre nuevas oportunidades para la expansión de estas lenguas, su consolidación y defensa”.

Las tres lenguas buscan también una mayor interacción, ha explicado Iglesias, que ha puesto como ejemplo la iniciativa de Brasil de incorporar el español como lengua obligatoria en la enseñanza secundaria.

Por ello, ha insistido en la necesidad de trabajar en la calidad y difusión de estas tres las lenguas y “vincularlas a las nuevas dimensiones económicas de las sociedades emergentes”.

José Luis Dicenta, secretario general de Unión Latina, ha advertido de que en la actualidad “ya no basta” con defenderse a base de escuelas, libros y educación: “Hay que penetrar en el mundo de la revolución tecnológica, en la que, si no estamos muy presentes, habrá un debilitamiento real” de estas tres lenguas.

El responsable de la Organización Internacional de la Francofonía, Abdou Diouf, ha considerado que el gran reto para estas tres lenguas, en su lucha por la diversidad lingüística y cultural, es su presencia en la sociedad digital. Diouf ha defendido una situación equilibrada, pues no se trata, ha dicho, de “destronar” a una lengua, aunque se ha referido a la paradójica situación que supone que, frente al aumento del número de francófonos, cada vez se habla menos este idioma en los organismos internacionales.

Como gran defensor de la diversidad cultural, Iglesias ha recordado la figura del recientemente fallecido Jorge Semprún y sus palabras: “La cultura implica la exigencia de mantener la diversidad y de reforzar todos los idiomas a fin de fortalecer la unidad sobre la base de la razón democrática”.