Arturo Puricelli pasó por Santa Fe

“La política de defensa va a contribuir

a la solución pacífica de Malvinas”

“La política de defensa va a contribuir  a la solución pacífica de
Malvinas”

Puricelli, entre Eduardo Wagner y Agustín Rossi en ATE - Casa España. Los candidatos locales lo habían acompañado antes en la charla sobre defensa.

Foto: Luis Cetraro

El ministro de Defensa destacó que hoy la Argentina no tiene hipótesis de conflicto con los países vecinos. Aseguró que está en marcha la radarización de fronteras después del fracaso de gobiernos anteriores en la materia.

 

Mario Cáffaro

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“No tenemos ninguna hipótesis de conflicto del Atlántico Sur; lo que no quiere decir que no pensemos en la defensa del Atlántico Sur. Estamos trabajando mucho por su defensa, la defensa va a contribuir a la resolución pacífica del conflicto”.

La frase fue pronunciada ayer en Santa Fe por el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, sobre el cierre de una semana donde hubo un fuerte choque de declaraciones entre la Argentina y el Reino Unido sobre el archipiélago. Además, en estos días se recordó un nuevo aniversario de la rendición de nuestras tropas en Puerto Argentino.

“No entendemos la tozudez de Gran Bretaña de mantener cautivos a 2.000 habitantes malvineros, a los que someten a la jurisdicción del Reino Unido, distante 14.000 kilómetros, y cuando tienen un problema de sanidad deben salir a Uruguay o a Chile porque no quieren venir a Argentina. Los dejaríamos venir pero a ellos les da vergüenza porque es el efecto demostrativo de la injusticia y de la ilegitimidad de la usurpación de las Islas. Estamos convencidos y -nuestra presidenta trabaja para esto- en recuperar las islas por la vía diplomática. La seguridad del Atlántico Sur excede el tema Malvinas, tenemos un territorio marítimo, una pampa azul que es tan importante como el territorio continental, son 5 millones de kilómetros cuadrados a defender”, agregó el ministro, santacruceño de origen y graduado en 1973 en Ciencias Jurídicas de la UNL.

Puricelli disertó en ATE - Casa España sobre “Economía y Defensa Nacional” junto al candidato a gobernador del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, a quien vino a apoyar con el eslogan de campaña “si Argentina puede, Santa Fe también puede”. Antes, había estado participando del cierre del operativo “Inundaciones 2011” realizado por el Estado Mayor Conjunto con las provincias de Santa Fe y Entre Ríos en adyacencias del Túnel Subfluvial.

Para el funcionario, la actitud del premier David Cameron de intentar cerrar el diálogo “es de una soberbia inaceptable ante la comunidad de naciones que hace 40 años dice que hay que sentarse a conversar. A nadie le cabe en la cabeza que Malvinas puede ser una posesión del Reino Unido. Las usurparon hace 150 años y hoy las tienen en el ejercicio de una posesión de poder que ahora la estén reconsiderando en función de la potencialidad de riquezas en hidrocarburos, biodiversidad, y en la proyección antártica, pero es una pretensión injusta que Inglaterra venga a pretender espacio territorial antártico en esa zona del Atlántico Sur”.

Avión y radares

En la charla y luego en la rueda de prensa, destacó que hoy “la Argentina no tiene hipótesis de conflicto con los países vecinos” y subrayó el acto del martes último donde junto a su par chileno presentaron al secretario general de Naciones Unidas la fuerza de paz combinada conjunta para actuar donde lo requiera el organismo.

También se refirió al incidente con el avión norteamericano al cual la Aduana esta semana debió devolverle el material incautado en Ezeiza. “El incidente enojó a los yanquis porque hicimos lo que hacen en sus fronteras. Si uno lleva a Estados Unidos un frasco de dulce de leche que no declara, lo más probable es que lo detengan en Migraciones, le secuestren el dulce de leche, lo desnuden, lo hagan esperar dos o tres horas si no lo meten preso. Acá no trajeron dulce de leche, trajeron equipamiento sofisticado, armas sin declarar, medicamentos, estupefacientes sin declarar. La Aduana hizo lo que debía hacer, si no lo hubiera hecho seguramente sería pasible de un reproche de incumplimiento en los deberes de funcionario público. Eso enojó a los norteamericanos pero el que se enoja sin razón, se olvida rápidamente”.

Más adelante, defendió la política de radarización del país que lleva adelante el gobierno apuntando que fue iniciada por Néstor Kirchner mediante el decreto 1.407 del 2007. “Hoy, tenemos los viejos radares de la última etapa del gobierno de Perón que los estamos modernizando. Será otro gobierno, de la misma filosofía y del mismo signo político, el que le va a garantizar a los argentinos el control del espacio aéreo”. Para llegar a esa afirmación mencionó una serie de contratos y licitaciones en marcha, la tarea conjunta con el Invap y los fracasos de planes anteriores de radarización. “Se habla mucho, muchos lo hacen sin saber nada. Hay algunos que de gerente de Casa TIA (por Francisco De Narváez) pasaron a ser expertos en radares y no tienen la mínima noción. No se puede radarizar nada más que con voluntarismo. No es cuestión de decir que tengo 30 millones de dólares y compro un radar. Un radar de los que necesitamos tarda no menos de 30 meses en que lo fabriquen”.

En cambio, se mostró enfáticamente contrario a una ley de derribo de aviones. “Necesitamos detectar el tránsito ilegal, no sólo en función de la defensa nacional sino también para detectar contrabando y narcotráfico. No pensemos en la ley de derribo que es la condena a muerte por juicio sumario. Cómo vamos a tirar un avión yendo contra todas las normas internacionales y nacionales y valores de derechos humanos. Hay que identificar, tener convenios con países limítrofes para seguir aviones y detenerlo cuando aterrice. La ley de derribo tuvo malas experiencias en el mundo”, concluyó.


Formación

Puricelli aseguró que seguirán funcionando los liceos e institutos de formación militar “aunque adaptados y modernizados. No queremos mantener prácticas que hagan que nuestros hombres de armas se eduquen de manera particular, tengan su lugar donde practicar deportes, divertirse y que los separe de la sociedad. Quienes querían separarlos de la sociedad eran los que querían utilizarlos -como de hecho lo hicieron- como represores de los mismos pueblos. Los queremos integrar y no le vamos a regalar los militares a nadie. Trabajamos para integrar las fuerzas armadas y se han hecho modificaciones de planes de estudios, pero no para desmilitarizar, sino para que pierdan el espíritu corporativo que los llevó a estar enfrentados con su pueblo. En pocos años, nuestros hombres de armas serán el orgullo de la Nación porque no van a tener que cargar en sus mochilas los pesados recuerdos que tuvieran otros militares”.