llegan cartas

Padre José

Orlando Agustín Gauna de Villaverde

Señores directores: La parroquia de San Juan Bosco se ha visto colmada no sólo de alegría y algarabía, como de tanta gente jóvenes y no tan jóvenes- provenientes de diversos puntos de la provincia salesiana a fin de acompañar y agasajar a José, quien de las manos de Mons. José María Arancedo ha sido ordenado presbítero.

Los padres de José lo han acompañado con mucha emoción-, junto a sus cinco hermanos, cuñados y sobrinos. Asimismo han concurrido salesianos encabezados por el mismo padre inspector, religiosos, sacerdotes y seminaristas de la diócesis santafesina.

El obispo ha comentado durante la homilía- lo “lindo que es presidir la ordenación de un salesiano como vos (José) que es acompañado por tanto jóvenes”. En otro momento le ha recordado “hijo ya no te perteneces, sino que le perteneces al Señor y en Él a toda la juventud necesitada”.

Luego que los padres Fidel Yamanouchi y Oscar Poos lo revistiesen con los ornamentos sacerdotales: estola y casulla -concluyendo así los ritos mediante los cuales Fuji comienza a ser sacerdote- José se unió en un emotivo abrazo a sus padres quienes se quebraron en una gran emoción. Al mismo tiempo se oía un imponente y juvenil “olé, olé, olé... Fuji, Fuji...”.

El padre Manuel Cayo ya en la post comunión- ha agradecido a los padres, y les ha obsequiado una medalla salesiana, y un ramo de flores a la madre de aquél. Luego el desde ahora- padre José ha agradecido a todos por haberlo acompañado en toda esta etapa. Al concluir la celebración los presentes se abocaron a saludar al recién ordenado.

Más tarde se realizó el infaltable agasajo al querido Fuji. Ahí quedó en evidencia la gran estima a éste, pues algo más de medio millar de almas se hicieron presentes junto a la mesa del novel sacerdote. Y donde los “locales” han sacado a relucir lo mejor de sí, pues no sólo se ocuparon de la logística: comida, bebida, animación, tortas, mesas de dulces, sino también de la acogida a los venidos desde los distintos puntos de la Argentina.

Al día siguiente, el padre Lara Alcántara presidió su primera misa, donde fue acompañado por su familia y un grupo importante de amigos y fieles. Y concelebrada por los padres Manolo, Mariano director de la casa-, Fidel formador- y Ricardo capellán del Batallón de Exploradores-.

Ya de entrada nomás se excusó por los inconvenientes en que podría incurrir durante la celebración, pues explicó entre sonrisas- que ésta era su primera misa. En el momento de la homilía comentó sobre la fiesta que celebra este domingo la Iglesia: la Santísima Trinidad, un misterio teológicamente hablando- como el de su misma vocación sacerdotal a la que ha sido llamado.

Asimismo hizo propicia la ocasión-, agradeció el don de la vida de la que sus padres fueron copartícipes. A sus hermanos, cuñados y sobrinos, por haberlo “bancado” durante su caminar. Y entre los salesianos al padre Tkachuk, quien fue su mentor allá por los años 1996/7 y el que lo llevó de la mano para ingresar al aspirantado salesiano de Funes (Santa Fe).