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Aprestos para la boda

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Un operario del municipio monegasco pinta las antiguas farolas de la principal avenida de Mónaco, que en algún momento recorrerán durante su próxima boda el príncipe Alberto II y la sudafricana Charlene Wittstock. La unión civil, prevista para el viernes, será en el Salón del Trono del palacio de los Grimaldi, donde también se desarrollará la ceremonia religiosa al día siguiente. Interrogado sobre qué lo llevó a enamorarse de Charlene, el príncipe afirmó que fue por su sentido del humor, su simplicidad y su forma de ser tan natural. Así lo asegura el prometido en una entrevista publicada en el nuevo número de la edición estadounidense de la revista Vogue, del que hoy la prensa estadounidense ha avanzado algunos extractos y en el que aparece un extenso reportaje fotográfico con la novia.

Foto: Agencia EFE