Artes visuales

Domingo Sahda

A modo de reconocimiento y homenaje, en el Museo Municipal de Artes Visuales Sor Josefa Díaz y Clucellas, San Martín 2068 de nuestra ciudad, se expone una muestra retrospectiva del artista plástico santafesino José Domenichini (1903-1989). La colección de obras a la vista, curada por la profesora Isabel Copes está ordenada en “Series”, que agrupan Dibujos y Pinturas vinculados tanto por la intencionalidad expresiva del artista cuanto por la resolución plástica material y conceptual del lenguaje de las formas en el plano plástico.

De este modo, el recorrido de la muestra se articula exhibiendo agrupamientos señalizados como: Serie “Pintura naturalista”, Serie “Necochea”, Serie “Pintura matética”, Serie “Abstracción geométrica” y en un apartado diferenciado la Serie “Dibujos academia Cingolani”.

José Domenichini, partícipe activo en el mundo de la creación artística local, evidenció -y ello puede constatarse fehacientemente en esta exposición- una actitud experimental de búsqueda constante del sentido último esencial que define al lenguaje visual: al Arte Plástico por excelencia. A esta función propia de la creación artística en la cual destaca ahora la materialidad de los objetos, la densidad subjetiva de los retratos, la tensión de la materia o el misterio de la luz sobre las superficies arquitectónicas, le entregó su tiempo y energías, con voluntad de riesgo constante sin anclarse en modo alguno, sin autogratificarse en la pura autocomplacencia del oficio.

Crear imágenes

Pintor, dibujante de sólidos conocimientos puestos en evidencia, se permitió la aventura de crear imágenes sin sujeciones ni conveniencias, ajustándose a las coordenadas del tiempo y el lugar en el que vivió y produjo su obra, enriqueciendo el panorama del arte santafesino. Bienvenida pues esta exhibición que pone en cono de luz a un artista plástico de sólidos méritos del quien se puede apreciar y de quien se puede aprender constantemente.

La breve serie de “Dibujos academia Cingolani” nos avisa, indirectamente, quién fue su maestro y de quien sin dudas adquirió el concepto de la mirada atenta y morosa, la resolución impecable, la creación de lo ilusorio que por su carácter de registro exacto adquiere inquietante presencia. Dibujos planteados en el marco de la lógica del “verismo”, se sostienen plásticamente por la construcción del volumen, por el acoplamiento de luces y sombras que otorgan volumen a estos excelentes trabajos. En ellos, el dibujo de inspiración “leonardesca” adquiere la calidad intrínseca de obra apoyándose en la delicuescencia de la materia definida por la luz que resbala sobre las superficies sin solución de continuidad.

La llamada Serie “Necochea”, que eventualmente toma tal denominación como señalización geográfica, alcanza, en conjunto, un rango de excelencia que adquiere insólita actualidad plástica. La elaboración pictórica sobre estos modestos cartones, aparentes trabajos de estudio, se sienten como pletóricos de energía vital y expresiva. En el marco conceptual de la pintura “verista” devienen en instantáneas de intenso cromatismo y equilibrada, libre composición espacial. Los ordenamientos plásticos, la intensidad de la luz, la creación de horizontes poblados por gente en acción hacen de estas pinturas que revelan una mirada aguda, plena de energía, sin sujeciones del oficio del taller; verdaderos logros mayores que revelan el talento en la observación y en la cristalización propias de un maestro. Pinturas éstas atípicas en la colección del imaginario del arte santafesino, aparentemente no tenidas muy en cuenta por su autor, son manifestaciones libres del “retoque” del taller. Encandilan la mirada por su calidad cromática, por la transparencia lumínica y por el aire libertario que trasudan.

Entidad expresiva

En la Serie “Pintura Naturalista” de intencionalidad más constreñida al rol del artista sujeto a transponer aquello que recorta su mirada al plano, intentando contar una historia, un acontecer “real”, Domenichini exploró y tradujo escenas suburbanas, el campo cercano con la particularidad de horizonte infinito propio del Santa Fe rural. Aquí, la verosimilitud de carga poética define el quehacer plástico. La materia pictórica sobre la superficie del plano cobra entidad expresiva atenuada; la gestualidad se constriñe a la descripción de aquello recortado como modelo temático descriptivo. Está presente la intención programática de pintar “el lugar” desde “el lugar” creando estampas de reconocimiento.

La Serie “Pintura matérica”, pinturas de exacerbado lirismo de impronta expresionista, nos muestra otra faceta en la actitud de exploración creadora del artista. En estos trabajos de intensidad de calidad háptica del color-materia prima por sobre otros componentes expresivos, haciendo de las formas texturadas, de contraste lumínico y acotado cromatismo, presencias ostensibles en las cuales la luz y la sombra tejen torturados diálogos. Lo fantasmagórico e irreal hace su aparición en estas piezas de concentrada resolución sin lugar para el regodeo del tinte o el centelleo festivo de la luz.

La luz como protagonista decisiva de las construcciones desoladas, de las arquitecturas y paisajes irreales de la Serie “Abstracción geométrica” se suma en la constelación de obras creadas por el artista plástico. Siempre la indagación, siempre la búsqueda incesante como patrón de conducta.

José Domenichini, integrante del llamado Grupo Setúbal, por oposición regional al Grupo Litoral de existencia en Rosario, se constituyó en entidad colectiva de breve vida pero de intensa proyección en el medio, en su afán de construir un cosmos artístico localizado, en el cual el “aura santafesina” fuera un elemento de referencia artística, sin caer en la banalidad del gratuito folclorismo académico.

Bienvenida pues esta Exposición Homenaje que aspira a movilizar a propios y extraños en torno al conocimiento y valoración de lo propio, pues, este perfil es el que nos particulariza y nos define en el concierto del mundo. Se sabe de larga data que “Quien pinta su aldea, pinta el mundo”.