Casi 5.000 personas para ver de cerca a los ídolos...

La gente desbordó como el mejor de los wines

Notable apoyo popular a la selección en el reconocimiento al estadio sabalero. Estaba pautado a puertas cerradas, pero nadie pudo frenar a la gente. Se fueron impactados.

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La gente agolpada en la puerta del Hotel de Colón, minutos antes de la llegada de la selección. Foto: Luis Cetraro

Enrique Cruz (h)

Todo fue un desborde. Pero un desborde bueno, de esos que no molestan, que no fastidian, que no agreden. La gente quería estar cerca de sus ídolos, de esos jugadores que ve por la tele y que esta noche quizás también verán por la pantalla chica porque no tendrán la incomparable e irrepetible oportunidad de observarlos en vivo. El Checho Batista también estuvo a la altura de las circunstancias. Dicen que quería entrenar jugadas de pelota quieta y por eso pidió que la práctica sea a puertas cerradas. De todos modos, no es nuevo que se reconozca el estadio la noche previa —Argentina lo hace siempre— ni tampoco tiene que sorprender si se tiene en cuenta que, aunque no lo hayan expresado públicamente, los jugadores no estuvieron muy conformes que digamos con el estado del campo de juego del estadio Único de La Plata. Pero anoche se encontraron con una cancha en perfectas condiciones. Así lo comentaron por lo bajo, además de asombrarse con las amplias comodidades y refacciones que se hicieron al Brigadier López.

Estaba “cantado” que la gente iba a ir. Y también que pretendería entrar. Al final, no sólo lo consiguieron, sino además le dio una demostración de calor popular muy importante para el equipo. De eso habló Batista, precisamente. Y elogió el apoyo de la gente y lo valoró, más allá de que no haya conseguido su propósito de trabajar en pelota quieta. No importa, o sale alguna igual o se podrá ganar si los excelentes jugadores que tiene, empezando por Messi, hoy tienen una buena noche.

La emoción del presidente

El día martes arrancó bien temprano para Lerche (a las 8 menos cuarto de la mañana estaba en el hotel supervisando cada detalle de la llegada de la selección, casi cinco horas después), y se prolongó hasta las primeras horas del día de hoy, con un móvil en vivo desde uno de los palcos corporativos del estadio, para TyC Sports.

Estaba Nery Pumpido haciendo ese móvil. Y El Litoral fue testigo de la charla del ídolo tatengue con el presidente sabalero. Se tienen respeto mutuo, se hacen chanzas y Nery ha elogiado el estadio de Colón. Para él también es un momento muy especial: llega una selección nacional con la que fue campeón del mundo, con un compañero suyo como Batista como entrenador y con Bilardo, el técnico que lo dirigió, como director general de selecciones.

Pero volviendo a Lerche, ya en el final del día y después de haber disfrutado del agasajo que se le hizo a la prensa nacional y extranjera en la remozada Estación Belgrano, fue nota por TyC Sports. Y casi se emociona hasta las lágrimas cuando desde Buenos Aires elogiaban el estadio y el esfuerzo por traer la Copa América a Santa Fe. Es que todo empezó con una noticia que Lerche leyó en un diario, allá perdida en una página interior, que hablaba del deseo de Grondona de hacer una Copa América bien federal. Tomó su auto y se fue a golpearle la puerta al presidente de la AFA. De esto habrá pasado un año y medio o algo más. Suficiente para que se empiece a gestar un hecho que hoy se palpa y se disfruta como algo histórico para la ciudad entera.

¿Qué filmaba Bilardo?

Dentro del estadio y mientras el plantel se movía haciendo fútbol reducido y los arqueros se entrenaban en el arco norte, Carlos Bilardo recorría centímetro por centímetro el Brigadier López por dentro del campo de juego y ordenaba filmar diversos sectores.

Bilardo también fue un hombre importante para que se concretara todo lo que se está viviendo en Colón desde las 13.10 de ayer. Es que el año pasado, el técnico campeón mundial en 1986 vino a Santa Fe a conocer el predio de Colón y el hotel. En ese momento, estaba en construcción, lo recorrió y allí mismo dio el visto bueno. Me queda la anécdota de haberlo visto a Bilardo ingresar en todas las habitaciones, que en ese momento eran paredes sin revocar y piso de cemento. No sorprende de un tipo absolutamente obsesivo como él. Pero igual dio su aprobación para que la selección se concentre allí.

“Hay que sacar ese arco”

Volviendo a lo de anoche —mejor dicho a lo de esta madrugada—, con plena helada cayendo sobre Santa Fe y el césped mojado por la escarcha, Pumpido le preguntó a Lerche: “Germán, ¿qué hace ese arco todavía en la mitad de la cancha?, ya mismo hay que sacarlo”. Es que la selección hizo fútbol reducido y por eso utilizó un arco móvil que quedó allí mismo, donde lo ubicaron los auxiliares de Batista. “El piso quedará marcado, Germán, que alguien me ayude y lo sacamos”.

Parece que Pumpido andaba con ganas de pisar el césped y se quitó el gusto. Siempre ha sido un obsesivo de los campos de juego y así se encargó, por ejemplo, de mejorar sustancialmente en su momento la cancha de Casasol, además de dotar al lugar de comodidades para que los jugadores pudiesen concentrar.

Enloquecido

Pese a haber sufrido lo peor que le puede ocurrir a un jugador de fútbol, que es descender de categoría y máxime con River, Juan Pablo Carrizo fue uno de los que quiso acercarse a la gente y revoleó una “cuellera” que fue manoteada por uno de los hinchas presentes en la platea este.

También Batista tuvo su atención con la gente. Fue cuando firmó algunas camisetas que también le tiraron desde la tribuna.

Así se vivieron las horas previas al encuentro de esta noche. Hoy a la mañana, por ejemplo, los privilegiados fueron los chicos de la casa-fútbol sabalera. Anoche, varios de ellos se asomaron tímidamente para observar el paso de las decenas de periodistas presentes en la sala de convenciones del hotel de campo. Hoy a la mañana, cuando algunos futbolistas —Cambiasso por ejemplo—, caminaban por el predio, los chicos de las inferiores se acercaron a sacarse fotos con algunos de ellos. Otro momento inolvidable de una visita que jamás se olvidará en esta futbolera Santa Fe.

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El micro recorre la autopista y se dirige al hotel sabalero escoltado por una caravana de coches. Foto: Luis Cetraro

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El pibe tomó su bicicleta, se puso la celeste y blanca y se fue al puente a esperar el paso del plantel. Foto: Pablo Aguirre

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La gente pasó largos minutos para ver pasar a los jugadores.

Foto: Luis Cetraro

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A pesar de que no se podía tener acceso a los jugadores, un par de niños pudo acercarse hasta Lionel Messi y el “10” de la selección fue gentil al firmales autógrafos. Un momento inolvidable para ambos. Foto: Pablo Aguirre

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Momento histórico para el Brigadier López: lo pisa Messi, el mejor jugador del mundo. Hoy todos esperan que la “rompa” en el Centenario. Foto: Pablo Aguirre

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Un excelente registro de nuestro fotógrafo Pablo Aguirre de dos chicos trepados a los pilares del estadio sabalero. Foto: Pablo Aguirre