“Pasamos del desorden a un proyecto en serio”
Nicolás Frutos se apasiona cuando habla de fútbol y de Unión. Igual que cuando jugaba, en varias frases fue “directo a la red”.
Foto: Flavio Raina
El coordinador de las inferiores de Unión dijo que “nunca antes el club tuvo un presidente generoso con las inferiores como Spahn”. Habló de Kudelka y de lo que ocurría antes en el club.
Enrique Cruz (h)
“¿Te acordás el nombre que le puse al proyecto cuando llegué a Unión, hace un año?”, disparó Nicolás Frutos cambiando los roles y convirtiéndose él en periodista. “Sinceramente, no me acuerdo”, fue la respuesta. “El nombre que le puse fue ‘Unión es de Primera’. No sé si resultó intuición o qué, pero fue lo que sentí y gracias al extraordinario trabajo de Kudelka estamos en la división de elite de Argentina”.
—Aparecieron Zurbriggen, Bruna, Maidana, Barisone, los arqueros, Magnín... ¿Estos chicos y los que están por surgir, son valores con futuro en Primera División?
—Unión hace ocho años que está en la B Nacional y el proceso de cualquier chico en inferiores es ése, el de ocho años. O sea que Zurbriggen, Maidana, Barisone, Bruna y Magnín han respirado esta divisional. Ésa es la realidad. Está en ellos si pueden dar el salto de calidad.
—Vos dijiste cuando asumiste, hace un año, que los resultados se iban a ver en seis meses...
—No se puede ver concretado un trabajo de inferiores en tan poco tiempo, me refería a que en algunas cosas se iba a notar un cambio y lo dimos. Unión no está a la altura de Vélez, de Estudiantes o Lanús, o como River mismo que hizo surgir a jugadores como Crespo, Saviola, Almeyda, Aimar y tantas grandes figuras. El trabajo se puede ver en cinco años y el proyecto se consolida en diez. ¡Hasta Boca ha tenido altibajos!, y eso que en su momento apostó a un proyecto serio. Lleva tiempo.
—¿Unión está transitando ese camino de los cinco o diez años de los clubes que, para vos, mejor trabajan?
—Esos clubes sacan ventajas porque los chicos quieren ir a jugar a Vélez, Estudiantes o Lanús, prefieren esas instituciones. Nosotros conseguimos arrebatar algunos chicos que, por ejemplo, se querían ir a Boca. Lo primero que le dije a Luis Spahn es que quería poner en funcionamiento una rueda que gire más allá de que Nicolás Frutos esté o no. He recibido críticas pero hoy contamos con instalaciones que pueden pelear con cualquiera de los mejores clubes. En un año, nunca suspendimos un entrenamiento por lluvia, por ejemplo.
—¿Estás trabajando en la detección de talentos para evitar que un Battaglia o un Barraza se vayan de la ciudad a un club de Buenos Aires?
—Es uno de los pilares del proyecto. Con los clubes de la Liga y de la zona teníamos asperezas y malentendidos. Hemos hablado con esos dirigentes y pretendemos convencer a los chicos para que jueguen en Unión. Se incorporaron 47 jugadores y el 80 por ciento juega. Eso quiere decir que elegimos bien.
—¿Te sentís respaldado desde la dirigencia?
—La persona más importante del club es Luis Spahn y él nos está dando un apoyo increíble. El resto no termina de ser consciente, muchos piensan que el fútbol amateur es realmente importante pero no se meten tanto como el presidente y Juan Carlos Rodríguez, que es el dirigente más cercano que tenemos. Acá adentro de Unión hubo dirigentes del fútbol que no confiaban en mí, pero que vinieron y que cuando hablaron, vieron y se interiorizaron, cambiaron de opinión.
—¿Qué fue lo que más te dolió de las críticas recibidas?
—El fútbol es materia opinable y cualquiera lo hace. Nosotros formamos jugadores de fútbol, la idea es que la formación sea una sola desde el más chiquito hasta llegar a Primera. Muchos no creyeron en eso. No sé si la mía es la forma correcta de trabajar, pero me pasé tres años estudiando y llegué a la conclusión de que el chiquito de 9 años tiene que empezar un proceso que será uno solo hasta los 20 ó 21. Y no sólo formamos un jugador de fútbol, sino un profesional. Fijate lo que le pasó a River. Es muy fácil pasarle la mano por arriba del hombro a un jugador y creer que con eso está todo hecho. Si fuese así, me quedaría en mi casa a tomar mate y comer asado todo el día. Al chico hay que prepararlo para que en el día de mañana no sufra, decirle todo lo que le puede pasar y no encerrarlo en una burbuja. Lo dijo Kudelka el otro día: “En el fútbol, los momentos para disfrutar son los más cortos, se esfuman enseguida”.
—A propósito, ¿cómo te llevás con Kudelka?
—Bárbaro, de respeto mutuo, le pregunté mil cosas, me dio consejos, le di mis puntos de vista. La relación es extraordinaria, de mucha comunicación y congeniamos.
—¿Qué va a pasar con la reserva?, ¿vas a trabajar con Horacio Humoller?
—Yo tengo una idea formada y es que la reserva tiene que ser un eslabón más del fútbol amateur. De todos modos, soy consciente de que es el paso previo a la Primera y que, como tal, tiene que tener una supervisión del técnico de la primera.